martes, 10 de octubre de 2023

PLENILUNIO 13

Pacto de Lobos


Junsu permanece en silencio, mirando de reojo al hombre que lo ayudó.

—Tuviste suerte, muchacho, que yo pasara por esa calle, hay ciertos lugares que un jovencito, como tú, deben evitar. Pero, tranquilo, conmigo estás a salvo, puedes confiar en mí.

Junsu alza las cejas.

—Cómo puedo confiar, lo recuerdo bien, usted llegó a nuestras tierras con mentiras. Ni siquiera sé su nombre.

—Si me dices el tuyo, te diré el mío y quizás te cuente mis secretos (sonrió).

—Me llamo Junsu, del clan Jung. Es su turno.

Haciendo una reverencia que hizo sonreír a Junsu, se presentó.

—Soy Park Yoochun, y, no fue mentira... en realidad estaba averiguando algunos hechos, que ocurrieron en ese clan, hace algunos años.

Junsu hizo una mueca.

—El fin no justifica los medios.

Yoochun sonríe.

—Bueno, tal vez omití algunas cosas (vuelve a sonreír)

—Una mentira, viene acompañada de otra mentira y así, sucesivamente, después puede ser demasiado tarde para hablar con la verdad.

Yoochun lo miró.

—Pues de nosotros depende desentrañar la mentira y que surja la verdad por muy incómoda o impresionante que sea. Pero todo a su debido momento.


Junsu respira hondo, y balbucea algunas palabras, su seguridad se fue ante la insistente mirada de Yoochun. 


—Ya es tarde y debo buscar donde pasar la noche, dijo carraspeando.


Yoochun lo tomó del brazo, que inmediatamente soltó.

—Esta noche puedes quedarte a dormir aquí y mañana decides qué hacer.


Junsu mira todo alrededor... respira profundamente, nunca se había sentido tan raro. Se pone de pie y camina de manera casi automática e indica el sillón.

—Dormiré aquí, es grande y se ve cómodo.


Yoochun sonríe...


—De eso no hay dudas, pero no puedo permitir que mi invitado especial se duerma en el sillón, ocupa mi cama... Yo dormiré aquí. Puedes usar una de mis pijamas.


Junsu hace una mueca. —¿Confía en mí?, puedo ser un peligroso asesino... Puedo atacarlo en medio de la noche, no se deje llevar por mi aspecto sumiso. (se arrepintió de haber dicho aquello)


Yoochun pestañeó y no pudo evitar reír. Luego en una actitud más seria.


—Entonces, me arriesgaré...me tienes en tus manos.


Junsu sintió calor en sus mejillas.


Luego cerró la puerta de la habitación y para estar más seguro puso una silla. Respiró profundamente cuando percibió el aroma de Yoochun en una de las pijamas. Tal vez una silla no sea suficiente. Si por alguna razón, aquel hombre apuesto entrara por esa puerta, con intenciones sucias, Junsu, teme que no tendría la fuerza necesaria para negarse.


Yoochun se quedó en la sala, a ratos mira hacia la puerta de la habitación.


A la mañana siguiente...


Junsu se despertó abrazado a la almohada, su primer impulso fue olerla. Se levantó avergonzado, como si todo el mundo se hubiera dado cuenta de aquella actitud tan cursi.


Después de una reconfortante ducha, y guiado por el aroma de un delicioso guisado, llegó a la cocina. Se quedó en el umbral de la puerta, admirando a su anfitrión. Yoochun llevaba una camisa holgada, con los botones desabrochados y un pantalón vaquero que se ajustan perfectamente a su varonil figura.


Yoochun sonríe, lo saluda sin mirarlo. Ya lo había olfateado, desde que caminó por el pasillo con paso lento y sigiloso.

—Buenos días, ¿dormiste bien?

Junsu se quedó mudo por unos segundos...

—Buenos días, huele bien...

Yoochun lo mira. —Yo o el desayuno.

Junsu se atraganta con su propia saliva.

Yoochun sonríe.

—No soy un experto en la cocina, pero mi amigo me enseñó a preparar este desayuno, a prueba de novatos. Espero que te guste.

Después que terminaron de desayunar. Yoochun recibió un mensaje y tuvo que salir.

—Cuando regrese, te llevaré a un restaurante. Quiero que conozcas a una persona, estoy seguro de que te agradará.

Junsu esboza una sonrisa.

Luego de asegurarse que Yoochun salió del estacionamiento, tomó su mochila y salió del departamento.

Caminó por algunas calles, iba distraído pensando que hacer... Cuando se encontró frente a frente con algunos hombres de Soo. Retrocedió y corrió por las calles sin saber donde ir.

Como es época de festivales, hay mucha gente en la calle, Junsu se mezcló entre ellos y pudo escapar. Pero en realidad, Yoochun tuvo la precaución de dejar a dos de sus hombres de confianza para que sigan a Junsu y protegerlo si fuese necesario. Así fue como estos hombres se interpusieron en el camino de los mandados por Soo.

Más tarde, cuando Yoochun regresó, lo vio sentado en el pasillo. Junsu se avergonzó...

—Yo, salí a comprar algo... La nevera está vacía y la despensa también.

Yoochun sonrió, la excusa es convincente.

En ese momento, dos hombres aparecen por el pasillo. Instintivamente, Junsu se esconde detrás de Yoochun, este hace un gesto y los hombres se van.

—No temas, ellos trabajan para mí.

Junsu se quedó quieto apoyando su frente contra la espalda de Yoochun.

Mientras en el pueblo.

Todo está listo para que Yunho y su esposa viajen, un avión privado espera en el andén del aeropuerto.

Yunho no puede irse sin haber hablado con su hermano. Su padre le impide el paso.

—El vuelo se retrasará, puedes verlo a tu regreso.

Yunho hizo una mueca. Su hermano no estuvo en la ceremonia, es evidente que algo anda mal. Así que no escuchó a su padre. Un grupo de hombres le impide el paso... Pero cada uno fue cayendo como moscas, otros se apartaron. Nadie puede contra el nuevo líder.

Al rato

—¡Por qué nadie me dijo que Junsu desapareció!

—Cuando se le pase el berrinche, volverá, — dijo el señor Jung.

—¡Junsu, nunca antes hizo berrinches! —dijo caminando por toda la habitación, luego vuelve a mirar a su padre. —¿Por qué no dijiste nada?

—Hay cosas más importantes que resolver, como ocuparte de tu mujer. ¿Te das cuenta de la gravedad del asunto? Al no haber marca, para la próxima luna llena, esa unión será anulada. A no ser que la mujer se embarace, eso solucionaría todo.

Yunho respiró profundamente.

—Hallaré a mi hermano, estoy seguro de que Junsu tuvo una buena razón para huir. Cuando lo sepa, haré rodar las cabezas de los responsables.

Su padre resopla y sonríe con ironía.

—Vete ahora mismo, aborda ese avión.

Yunho no se irá sin haber visto a su hermano.

—El viaje queda suspendido, hasta que Junsu esté de regreso.

El señor Jung respira hondo.—Ese jovencito necesita disciplina.

—Yo me encargaré de él, dijo Yunho.


El señor Jung no quiso parecer ansioso ante el estricto entrenamiento que Soo aplicará a Junsu.

—Está bien, lo dejaré bajo tu cuidado... pero no desatiendas tus deberes de hombre. De lo contrario.

Yunho alza las cejas.

—¿Ahora amenazas al líder?

El señor Jung, esboza una sonrisa.

—Solo digo que buscaré a una persona apropiada para enseñarle, a ese muchacho, los rigores y responsabilidad de ser hermano del líder, de todos modos siempre será tu sombra.

Yunho hace una mueca. No quiso seguir con esos absurdos entredichos con su padre.

Cuando salió del despacho, el señor Jung, marcó un número...

—Es preciso que lo hallemos antes que Yunho.

En el bosque

El anciano alza la vista, una sombra ha tapado el sol... sonríe.

—El gran líder se ha dignado visitar a este viejo lobo.

Yunho hace una mueca.

—Dónde está mi hermano, usted lo sabe, ¿verdad?

El anciano hace círculos en el suelo con su bastón.

—Sí...

Supongo que no me lo dirá.

—Supone bien.

—Sé da cuenta que yo puedo...

El anciano lo mira.

—Le aseguro, que su hermano está mejor en otro lugar. Lejos de quienes lo dañarían sin contemplaciones. Es necesario arrancar la mala hierba de raíz. Solo hay dos caminos, querido muchacho. ¿Cuál elegirá?... De todos modos, sea cual sea, siempre se unirán al final del camino... solo un destino. 

—No hay conexión en sus palabras, dijo Yunho algo molesto.

El anciano ríe.

—Decida con sabiduría...  Escuche a su corazón, no hay mejor brújula, para quien ha perdido el camino.

Mientras en otro punto de la ciudad.


—Mañana iremos de compras, dijo Yoochun, mientras corta un trozo de pizza.


Junsu respira hondo.


—No pretendo quedarme por mucho tiempo, yo, debo encontrar a una persona.

—Come, dijo Yoochun, colocando una rebanada, de pizza, al frente de Junsu. —Sé que aún no confías completamente en mí, pero aquí estás seguro.

—Usted no sabe...

—Escapaste, eso es un hecho... pero no insistiré.

En ese momento tocan la puerta. Yoochun sonríe.

—Creo que mi amigo te agradará.


En aeropuerto.

Yunho tuvo información de alguien que vio a Junsu en el andén... por eso viajará a la ciudad, allí hay hombre buscando a su hermano y por lo visto ya saben donde está. Yunho dio órdenes estrictas que nadie se le acerque, él. Ya se lo advirtió a su padre.


—Nadie se atreverá a acercarse a mi hermano, yo mismo lo traeré de regreso. Escapó por alguna razón, no quiero que se sienta amenazado.


Mientras...


Mi Suk está enfurruñada.

Yunho respira profundamente.

—Comprende que esto es importante para mí, prometo que después viajaremos, al lugar que tú quieras.


Ella resopló y luego sonríe.

—No puedes marginarme de los asuntos de tu familia, que ahora es también la mía. Lo acabas de prometer, iré donde quiera y quiero ir contigo.


Mientras en el departamento de Yoochun.

Junsu está en la habitación, ve por la ventana llegar un lujoso auto... un hombre alto y elegante, baja, supone que es el amigo de Yoochun, viene acompañado de otro hombre un poco más bajo, pero no pudo ver quién es, aunque su corazón se aceleró por alguna extraña razón. Y esa emoción tuvo razón de ser.

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PLENILUNIO 13

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