Jaejoong camina con Heechul por los jardines...
—Te saliste con la tuya, te casaste con un atractivo hombre que además tiene un título nobiliario y te ama.
Jaejoong hace una mueca—No me ama...
Heechul alza una ceja—Se casó contigo, nadie lo obligó y eso del honor son puras pamplinas, ni que fueras una doncella.
Jaejoong respira hondo—Nunca, ni una sola vez me ha dicho que me ama.
—Nunca?
—Nunca.
—Y tú se lo dices?
Por supuesto que no, no quiero quedar como el gran idiota. Además, nos estamos llevando bien, si le digo que lo amo, quizás me mande al África.
Heechul ríe—Y en la parte intima?
Jaejoong sonríe (se sonroja) es fantástico por lo mismo no quiero estropear todo.
Una mañana llegó un mensajero a las dos mansiones, Park Yoochun y Junsu se casaban al fin de ese mes, por supuesto hubo reacciones adversas para finalmente Yunho y Jaejoong asistir...viajaron a la ciudad...más tarde estuvieron frente a frente y la frialdad del primer momento lo rompió Junsu arrojándose a los brazos de su primo y pidiendo perdón de manera reiterada. Por supuesto que Jaejoong lo perdonó y como si nunca hubiera pasado nada. Hablaron de todo olvidando a sus respectivas parejas. Fue cuando Yoochun aprovecha de comentar...
En algún momento Junsu habla a Yunho...
—Le pedí que te despreciara, para tener,yo, una oportunidad...le rogué "Por favor primo, no me lo quites"...y...Jaejoong actúo de manera displicente contigo porque yo se lo pedí, fui tan egoísta...envidiaba la manera en que todos lo aman, pero él nunca fue un muchacho libertino. Soñaba con casarse con un príncipe (ríe) pero en realidad solo soñaba con encontrar el amor real.
Fue una hermosa boda, tal cual Jaejoong había soñado...con muchos invitados, familiares y amigos, en una iglesia hermosa y un sermón hasta la lágrimas.
Yunho estuvo lejano y frío...Jaejoong se sintió angustiado y de regreso no hablaron en todo el camino. Seguro él ya se cansó, tal vez también deseaba tener un matrimonio a la altura de su título, casarse con alguna muchacha de alcurnia y se vio obligado a casarse.
Jaejoong llegó solo a la mansión, su esposo, se quedó en el pueblo, tenia asuntos que resolver. Jaejoong hace una mueca, seguro son excusas...tal vez tenga una amante. Respira hondo, debe asumir sus propias culpas, quizás sea tiempo de acabar con esa mentira.
Respira hondo, Yoochun y Junsu se veían tan felices, también Siwon y Heechul. Seguro Yunho también está cansado de ese matrimonio a medias.
El día del baile llegó, pero Yunho aún no regresaba y Jaejoong está inquieto.
Changmin llegó a la sala, hace una reverencia cuando Jaejoong baja las escaleras, hace una mueca...en seguida le pregunta por su esposo.
El señor Jung se quedó en la cabaña, respondió Changmin...Jaejoong alza las cejas—Me dices que se quedó en las caballerizas?
—Así es señorito...
—Por qué?
—Verá, su madre está organizando una gran recepción y al señor conde le harta tanto ajetreo...
Jaejoong hace una mueca, si lo piensa bien, tiene razón...la señora Jung llegó a la mansión ordenando a diestra y siniestra, ni siquiera han cruzado alguna palabra, lo cual le deja claramente su desaprobación por haberse casado. Tampoco lo ha invitado formalmente, supone que siendo ahora miembro de la familia, esas formalidades no corren. Se encoje de hombros, si viera que su fiesta carece de importancia, si el conde, su esposo no está.
Changmin carraspea y le entrega un caja de terciopelo—El señor Jung me dijo que se la entregara a usted. Dijo que haría juego con su traje.
Jaejoong sonrió, un gesto involuntario...Changmin se retira, momento en que la condena llega a la sala, mira a su yerno de arriba para abajo...quizás debieras dormir una siesta, tienes unas ojeras horrorosas.
Jaejoong hizo una mueca y se retiró, controlando su rabia para no decirle a la bruja de su suegra unas cuantas verdades.
Aquella noche, todo fue fabuloso, Yunho llegó a penas unos minutos antes...Ya todos saben del matrimonio de ambos...Los admiradores de Jaejoong aumentaron y con ellos los celos de su esposo el conde. Aunque lo disimula perfectamente. Jaejoong lo mira de reojo, sonríe, imagina al criador de caballos secuestrándolo para hacerle el amor en la biblioteca, pero, respira hondo, Yunho está en su papel de conde. Las mujeres buscan llamar la atención del atractivo Conde Jung, pero eso no le importa, tampoco se molestó cuando baila con ellas ni las tontas muestras de coquetería. Jaejoong sonríe, sabe que su esposo, lo desea solo a él...Pues, la mirada de Yunho lo busca en cada instante, mientras él conversa animadamente con los otros caballeros.
Pero Jaejoong había decidido algo importante, le confesará sus sentimientos, aunque Yunho no le corresponda totalmente, lo último que se pierde es la esperanza, solía decir su madre. Respira hondo, quizás a Yunho le importe un bledo saberse amado por él, son tantas cavilaciones, pero ya tomó una decisión.
Debo felicitarlo, usted atrapó al hombre más masculino de la fiesta...
Jaejoong volteó, una mujer estaba detrás...era bonita pero al lado de Jaejoong solo parecía una vulgar mujer. Nada comparada a la sofisticación natural de Jaejoong.
—Dígame como pudo atraparlo?
—Hay algo que se llama amor, querida...
Ella ríe y luego lo mira con los ojos más llenos de envidia que jamás había visto—Nosotros, íbamos a casarnos...teníamos todo listo, pero usted se interpuso.
La madre de Yunho llegó en ese momento, abrazó a la mujer—Oh querida, tanto tiempo sin verte, se te extraña, ya sabes a lo que me refiero...dime, cuantos años estuviste comprometida con mi hijo?, diez años...
La mujer suspiró—Diez años de mi vida perdidos de un día para otro.
Ellas siguen hablando, mientras ignoran a Jaejoong como si no estuviera allí...se sintió tanta amargura. Por supuesto que Yunho jamás le declarará su amor, ya que ama a esa mujer.
En todo caso, dijo la mujer, Yunho es así...le gusta tener amantes de los cuales pronto se cansa, mira a Jaejoong, supongo que el divorcio no demorará...ella y la condesa ríen y se alejan.
Changmin se acerca a Jaejoong—No debe escuchar las palabras de la señorita, es su versión de los hechos, es una mujer ardida...el señor conde nunca tuvo la necesidad de casarse antes, antes de conocerlo a usted.
En algún momento de la noche, cuando Jaejoong sigue siendo asediado, su esposo el conde lo rescata, bailan al centro de la pista...se escuchan murmullos, risas, suspiros...personas que los admiran y otros que arrugan el ceño, pero en ese momento Jaejoong disfruta de ese pequeño mundo que solo existen los dos.
—Esa mujer, dijo...
—Debes confiar en tu esposo (sonríe)
—Pero tu madre...
—Ella tiene la tonta manía de buscarme esposa...
Jaejoong hace una mueca—Supongo que soy una piedra en su zapato.
Yunho ríe.
Pasó que...
Mientras bailan, la condesa y la mujer los miran...ella sonríe y se acerca con la clara intención de cambiar de pareja, por lo cual Jaejoong le grita en su cara...
—¡Aléjate Víbora mentirosa!...
La música se detiene, se escuchaban las voces murmurando...Yunho pudo haberlo regañado, no es la manera de comportarse, menos en una reunión como aquella, pero, sonrió...sabe bien el carácter que es dueño su esposo. Por lo mismo agradeció que solo le gritó, de lo contrario la mujer aquella se hubiera quedado calva.
El conde Jung, hizo intentos para no reírse, ante los evidentes celos de su esposo.
Jaejoong fingiendo una sonrisa, que más bien daba miedo, alza una ceja—Señorita, aléjese...
La mujer supo que era una oportunidad de escapar., se fue humillada.
Yunho—Terminaste?
Jaejoong le sonríe—Si.
La música continuó, Yunho y Jaejoong siguieron bailando...
Muchas veces quise hacer algo parecido, dijo Yunho, gritarle a algún miembro de la nobleza, y quedar tan fresco como tú.
Jaejoong sonríe.
Yunho ríe—De ahora en adelante, los nobles no querrán hablarte, ya que les puedes gritar.
Jaejoong hace un puchero. Yunho sigue riendo.
Más tarde la condesa y su hijo tuvieron una larga conversación, luego, Yunho estuvo de muy mal humor.
Después no lo volvió a ver...
Más tarde cuando todos se han ido...Jaejoong lo buscó, entró al cuarto de Yunho...estaba tumbado en la cama.
Estás dormido?
—Si...
Jaejoong hace una mueca—Que sucede?
—Estoy dormido, Jaejoong, vuelve a tu cuarto.
Jaejoong tragó saliva y respiró profundamente—Te amo.
...
...
Dije que te amo...¡No me escuchaste!?
Yunho abrió los ojos, bosteza—Que has dicho?
Jaejoong molesto—No me escuchaste?
Yunho sigue bostezando—Si, si, como digas ahora quiero dormir., bebí algo más de la cuenta. Duérmete ya.
Jaejoong se quedó sentado al borde de la cama, no puede creerlo. Le confesó su amor, justo cuando su esposo está borracho.
A la mañana siguiente Yunho había salido muy temprano rumbo a la ciudad. Jaejoong hizo una mueca, respira hondo y saca una maleta, mete algunas cosas pertenencias personales y sale de la mansión. Los sirvientes al verlo pasar pensaron que había abandonado al conde.
Sin embargo...
Señorito Kim, que hace aquí en el establo, pregunta Changmin.
Las llaves de la cabaña, puedes dármelas?
Señorito, pero...
Las llaves, Max...
Changmin—Lo siento, señorito, el conde Jung las lleva consigo.
Jaejoong hace una mueca., entonces vio un establo vacía con suficiente heno, sonríe, estará bien por ahora, pensó y comenzó a patear la paja...hasta que quedó satisfecho, se sentó y esperó...Al poco rato llegó Yunho, les ordenó a todo los curiosos que se alejaran de inmediato.
Jaejoong se encogió de hombros, respiró hondo, seguro su esposo está de muy mal humor.
Que se supone que haces aquí...pregunta Yunho alzando las cejas.
Acaso no lo ves?, me acabo de mudar a esta pesebrera.
Yunho vio la maleta—Qué?
Jaejoong—Me quedaré aquí hasta que recupere a mi criador de caballos.
Yunho respiró hondo—Él solo fue un invento, no existe realmente.
Jaejoong lo mira—Tonto, deja de lado ese estirado papel de conde...y ya que no puedo aspirar a tener el amor de mi esposo conde, por lo menos deja que recupere a mi cretino criador de caballos.
Yunho alza una ceja—Quieres que te ame?
Jaejoong rueda los ojos y finalmente se molesta—¡Cretino, más que cretino, no tienes idea de lo que he tenido que soportar...yo te amo, si, idiota te amo pero a ti eso no te importó, te lo confesé esa noche, ¡cretino! (respira hondo) así que no tengo más alternativa que esperar.
Yunho respiró hondo—¡Me hablas de agonías, a mi?! ¡si lo hubiera sabido antes...¡cuando me lo dijiste, yo lo hubiera recordado!
¡Cretino! estabas en la habitación, dijiste que bebiste demasiado y me echaste de tu lado...¡Idiota!
Anoche, dijo Yunho, bebé de más y no recuerdo que estuvieras a mi lado.
Jaejoong hace un puchero—De verdad no lo recuerdas?
Yunho—Entonces, podrías repetir lo que confesaste esa noche?
Jaejoong alza una ceja—No creo que lo merezcas.
Yunho rueda los ojos—Tienes una mansión formidable, uno de los mejores cuartos, ropa de fina tela, incluso envié para ti un joyero exquisito con brazaletes y anillos...y me dices que prefieres quedarte aquí?
Jaejoong rueda los ojos—Acaso no entiendes?, ya te dije...no me moveré hasta que mi cretino criador de caballos regrese.
Yunho lo mira y pestañea...luego ambos ríen.
—Mocoso malcriado, haces hervir mi sangre.
Jaejoong iba a decir algo pero se quedó callado y quieto, ya que su esposo comenzaba a quitarse la camisa.
Que crees que haces, pregunta Jaejoong con fingida inocencia...
Quieres traer al criador de caballos de vuelta, cierto?...se abalanzó sobre Jaejoong y ambos tuvieron una lucha sin cuartel para quitarse la ropa...
Yunho lo besó, y acaricio su mejilla—Mocoso malcriado.
Jaejoong muerde sus labios—Crees que algún día, llegarás a amarme?
Yunho respira hondo y hace que piensa...Jaejoong arruga el ceño—¡Te odio!
Yunho ríe, para luego besarlo profundamente para luego decir—Te amo. Mi pequeño, mocoso malcriado.
Por qué te emborrachaste esa noche? estabas molesto conmigo? pregunta Jaejoong...Yunho respira hondo—Fue a causa de mi madre, ella amenazó con quitarme el título si seguía unido a ti, no me importa que me hubiera desheredado, mi miedo era que tú...
Jaejoong alza las cejas—¡Pensaste que te dejaría por perder tu título!?
No te molestes, debes admitir que tenía motivos para dudar...pero ahora viéndote aquí, tan entregado y decidido.
Jaejoong lo abraza—Lamento todo lo sucedido, pero, lo verdaderamente importante eres tú.
Yo lo sé, hablé con Junsu y me explicó la tonta promesa que te hizo jurar. Mi malcriado esposo, se puede amar a quien ya se ama con todo el corazón?
Jaejoong ríe—De cochero, a criador de caballos...luego conde y ahora un poeta.
Yunho hace una mueca—Mejor cállate y bésame.
Lo tomó de la cintura y tumbó sobre el heno...sus labios mantienen una sinfonía de sonoros y jugosos besos...la intromisión de sus dedos no fue doloroso, más bien placentero, sus cuerpos en llamas exigen ser atendidos mutuamente.
"Lo acarició lentamente, todo, completo...tocando su trasero y tirando de sus caderas. Se mantuvo así un momento, lento y sensual...se acomodó entre sus nalgas inclinando su formidable erección, abultada y llena...El gemido de su esposo hizo que gruñera de placer...así es, murmura, pequeño, dulce, suave...malcriado y sexy. Continuó la placentera tortura, provocando espasmos que llegaban incluso a las raíces del cabello. Acabaron juntos entre gemidos, Jaejoong arqueaba la espalda, derrumbándose sobre la cama de paja y mientras la semilla de Yunho cayó sobre el heno..."
Algunas semanas después
Frente a la gran catedral de la ciudad, Jaejoong está anonadado, sorprendido...y allí renovaron sus votos de amor.
No era necesario, pero, me encanta...dice riendo Jaejoong. Yunho lo toma de la cintura—Desde ahora en adelante, te malcriaré mucho más.
El conde Jung Yunho encontró en Jaejoong el más puro y genuino amor. Kim Jaejoong encontró en Yunho al hombre de sus sueños.
Por supuesto que hubo reuniones donde se debe respetar el protocolo, pero al caer la noche, el criador de caballos y el mocoso malcriado se funden en la más ardiente pasión.
FIN.
Eso es todo.