Si no fuera mujer le daría una bofetada, me ignoró por completo, y yo que le hice. Dice Jaejoong caminando de un lugar a otro. Me ignoró a la entrada de la iglesia. Por eso no me gusta asistir a los servicios religiosos, son todos unos cínicos, empezando por el sacerdote.
Junsu—No blasfemes...Sucede que eres demasiado hermoso, y esas muchachas que acompañan a la condesa, no son tan lindas como tu, seguro es pura envidia. Además...
Jaejoong alza una ceja—Además?
Junsu muerde sus labios—Te has hecho de mala fama. Todas las muchachas piensas que les quitarás a sus novios, incluso las señoras casadas.
Jaejoong lo miró un instante.
Junsu—Primo yo...se bien que lo hiciste por mi...yo...
—No empieces con tus lamentos, ya está hecho. En todo caso no iría a su estúpida fiesta si me invitara mil veces.
Junsu—Me siento tan culpable, se que no hablas con la verdad, querías tanto recibir una invitación.
Jaejoong respira hondo, no le agrada que su primo sienta compasión. Lo toma de la mano—Vamos a tomar té y hablamos de chicos guapos como cuando éramos niños...?
Junsu se disculpa—Yunho y yo saldremos a pasear por el parque. No te molesta, verdad?
Jaejoong hace una mueca—Ese cochero se lleva toda tu atención.
Junsu sonríe.
Ya era tarde cuando Yunho acompañó a Junsu a la mansión, Jaejoong los ve llegar, mira desde su ventana, está en penumbras...Yunho tomó la mano de Junsu, este se empinó y lo besó. Jaejoong respira hondo, supone que deberá acostumbrarse a esas demostraciones de amor entre ambos.
No pudo dormir, así que siendo de madrugada, salió de la mansión hacia las caballerizas...cabalgó hasta que los primeros rayos de sol aparecieron detrás de las montañas.
Cuando cabalgaba de vuelta, ve a lo lejos en los predios vecinos la gran mansión que ha permanecido deshabitada por años, pero al parecer su dueño pronto regresará, lo cual hace sonreír a Jaejoong, no sabe bien si es un conde o un duque, como sea., ha decidido que ese hombre que no conoce, será su futuro esposo y así olvidar al atractivo cochero.
¡Estas loco!? Exclamó su primo—Pretendes seducir a un total desconocido?, no sabes quien es, menos que apariencia tiene...
Jaejoong tomando su té—Y eso que importa. Ya imagino la gran conmoción en todo el pueblo y alrededores cuando me vean entrar a la iglesia, incluso la condesa se pondrá morada de envidia.
Junsu rueda los ojos—Puedes conseguir algo mejor.
Jaejoong—Mejor que un conde?
Junsu—Pero tu no eres así...
Jaejoong hace una mueca, de todos modos, el amor que quería ya está fuera de su alcance...es mejor no soñar.
No te cases solo por alcanzar un título nobiliario, dice Junsu.
—Estoy decidido, y, me agrada eso de conde Jaejoong (ríe)
—Y el amor? y si descubres que es un hombre horrible y despiadado?
Jaejoong sonríe—Tranquilo primo, yo se bien lo que hago.
—No me parece y todo es por mi culpa...yo debería decir la verdad a...
Jaejoong—Ya no te preocupes, no todo es belleza. Con la mía es suficiente. (sonríe)
—No querrás vivir en esa mansión, parece un mausoleo.
Jaejoong sonríe—Es la mansión más impresionante de la región y pronto volverá a florecer, estoy impaciente por conocer a su dueño.
Junsu—Estás seguro?
Jaejoong asiente—Totalmente.
Una mañana
Yunho está confundido, el señorito Kim fue especialmente amable, estaba de buen humor, lo cual dejó confundido al cochero...quiso contestar algo agradable pero en ese momento llegò Junsu, lo toma del brazo y le murmura—Está feliz, pues decidió cazar a un conde. Él es así.
Yunho frunce el ceño.
Una tarde, mientras la señora Kim y Junsu hacen compras en una boutique.
Jaejoong se quedó en la mansión, tenia interés por conocer al nuevo caballo que adquirieron, era un ejemplar precioso y al señorito le urge montarlo.
Olvidó por completo que Yunho estaba también en el establo.
A que viene, señorito, a mortificarme? dice cuando lo vio.
Jaejoong lo mira con indiferencia—Olvidé que estaba aquí, solo vine a ver al potro, no a usted, señor cochero (cierto tono irónico) Acaricia el lomo del caballo, que parece bastante dócil, pero en algún momento comenzó a patear, fue Yunho quien lo calmó y encerró en el corral. Debió ser su perfume, dijo.
Mi perfume? repite Jaejoong...
Yunho—Es bastante fuerte.
Jaejoong se molestó—Que sabes un cochero de perfumes.
Tengo olfato, contestó.
Jaejoong está indignado, quiso contestar algo inteligente y muy desagradable, pero Yunho continúo con su trabajo.
Jaejoong lo miró, no podía dejar de mirarlo...estaba sudado y sucio, sin embargo le pareció el hombre más atractivo y sexy. Su piel canela y bronceaba por el sol. Su porte gentil y grosero a la vez. Carraspeó cuando se dio cuenta que Yunho también lo estaba mirando y fue como sentir descargas eléctricas en todo su cuerpo, desvió la mirada, es el novio de su primo. Rogó para que no notara el color de sus mejillas. Aun siente el calor de la mirada de Yunho sobre él, aunque no sabe si es su mirada el producto de su calor. Respira profundamente, por suerte Junsu no estaba allí, lo habría notado. Jaejoong quiere correr lejos pero no puede, seria aceptar que el cochero lo tiene más que impresionado. No quiere volver a verlo, no a solas.
Mira hacia el establo, así que mi perfume...quiero montarlo, dijo.
Está loco?, quiere morir? Contestó Yunho.
Jaejoong alza una ceja, me desnudaré y lo montaré a pelo (pensó)
Mira a Yunho y se quedó un instante perdido en los ojos del moreno.
Luego se horrorizó por lo que dijo en voz alta.
Carraspeó—Debió salir con su prometido. Es su día libre o no?
Yunho—Hoy llegaba este semental, solo yo puedo controlarlo, creo que ya se dio cuenta.
Jaejoong hace una mueca—Un cochero bastante presumido...
Yunho ríe—Soy cochero, domador de caballos y todo lo que quiera que sea...
Yo no quiero nada de usted, dijo molesto.
Yunho lo ignora—Aunque su presencia señorito Kim de nada sirve en este establo, le diré que. tengo un don especial para tratar a las bestias...son como señoritos malcriados, los trato dulcemente cuando el caso lo requiere o con mano firme si es necesario, luego una palmada en el trasero y listo, dejan de ser quisquillosos.
Jaejoong se sonrojó, de rabia y de ganas de abofetearlo fuerte y besarlo al final de todo.
Yunho logró su acometido, quería verlo sonrojarse.
El señorito Kim, respiró profundamente—No me sorprende su falta de educación ni sus modales bárbaros., que se puede esperar de un tipo como usted. Atrevido.
Yunho vio a Jaejoong alejarse. De verdad que le daría unas buenas palmadas en el trasero, para luego cubrirlo de besos.
Frunce el ceño—Es un descarado, no puedo perder al inocente de Junsu por un mal deseo.
Un hombre joven estaba en uno de los corrales, ríe al ver la cara de Yunho—Ese señorito es todo dinamita, que lindo es...por que lo tratas así.
Yunho—Es preferible que me crea un patán y así mantenerlo alejado de mi...de lo contrario.
Deberías aclarar todo esto, decir la verdad...
Yunho—Aun no...tengo que estar seguro.
El hombre ríe—Creo que será divertido ver como acabará todo esto.
Yunho—No te hagas el desentendido, señor conde, me ayudarás en esto.
—Yo?...pero, si ya estás comprometido con el señorito Junsu, por qué sigues empecinado en el rebelde señorito Jaejoong.
Yunho mirando en dirección donde se fue el señorito—Mañana enviarás una invitación a la mansión a nombre de Kim Jaejoong.
Su amigo alza una ceja—Olvidas a la condesa?, ella no está de acuerdo con tu manera de vivir y por lo visto malos comentarios llegaron a sus oídos referente al señorito Kim. Aún así pretendes invitarlo a la fiesta?
Yunho respira profundamente—Hace tiempo que dejé de ser un niño. Ya elegí a Kim Junsu es un muchacho noble y se que lo llegaré a amar como él merece.
Changmin—Entonces deja al señorito Jaejoong fuera de todo esto.
Yunho aprieta su puño y mira en dirección a la mansión...
Niega con la cabeza—Tienes razón, mi único interés debe ser solo mi prometido. Nunca encontraré a nadie más honesto que él.
Si bien Yunho se comportaba como todo un caballero, en presencia de la señora Kim. La verdad desde que conoció al señorito Jaejoong la lujuria lo invade cada día. Y su sentido común poco a poco comienza a quemarse. Pero es un deseo que debe apagar, se obliga a pensar en el ingenuo Junsu. Por esa misma razón prefirió vivir en la cabaña cerca de los establos, si hubiera estado bajo el mismo techo de Jaejoong, seguro una de esas noches sus pasos lo hubieran llevado a la habitación del señorito.
—Seguirás viviendo en la cabaña o te mudarás a la mansión vecina.
Yunho alza una ceja—Yo solo soy un cochero y en ocasiones domador de caballos (ríen), el conde eres tu mi querido amigo Changmin.
Una mañana, mientras Yunho y Junsu desayunan...Jaejoong baja sonriente, pero al verlo arruga el ceño. Sobre todo cuando el cochero informa que alguien quiere comprar a tan magnifico semental, doblando la cantidad de dinero. Por supuesto que Jaejoong se negó rotundamente.
Más tarde, Jaejoong cae sentado y muerde sus labios, su madre vendió al pura sangre a su vecino el conde, pero por intermedio de otro comprador, Jaejoong alza las cejas—No entiendo por qué tanto trámite, que le pasa a ese conde, ¡es mi caballo!
Yunho ocultando una sonrisa—Era, señorito, ahora le pertenece al conde Shim.
Jaejoong se acerca a Yunho tanto que llegó a intimidarlo—Que tanto conoces al tal Shim...
Lo suficiente, contestó Yunho.
Pues ve y dile que, que...¡quiero a mi caballo de vuelta!
—Imposible.
Jaejoong lo mira con el ceño fruncido—Lo estás disfrutando, verdad?
No lo niego, contesta con toda calma.
Si no fueras el novio de mi primo yo...yo...
—Usted que haría.
Jaejoong prefirió alejarse para no abofetearlo, pero en realidad, lo hubiera besado de tanta rabia.
La señora Kim rueda los ojos—Disculpa a mi hijo, está nervioso, será porque pronto se marchará.
Yunho alza una ceja—Se irá?
—Si, dice que no hay nada que lo ate en este lugar.
Más tarde
Mientras Jaejoong está sentado en una hamaca en medio del patio, Yunho carraspea, de inmediato se pone de pie, casi cae...carraspea y con su porte de señorito presumido lo mira, de pies a cabeza.
—Que quiere señor cochero, no tuvo suficiente?
Yunho sonríe de medio lado—Mientras el conde Shim esté de viaje, me permitió mantener al semental en estos corrales.
Esperaba una sonrisa de Jaejoong, pero este frunce el ceño—Y por qué tendría yo que cuidar de un animal que no me pertenece...
Yunho rueda los ojos., entonces me lo llevaré
Jaejoong se apresura—¡No!...digo, no es necesario...
Yunho esboza una sonrisa.
—Interrumpo algo? (Junsu llegó y se veía algo molesto)
Yunho se acerca y besa su mejilla—Por supuesto que no, que podrías interrumpir, mi adorado ángel.
Jaejoong hace una mueca.
Una noche, cuando Yunho y Junsu salieron al pueblo...al teatro. Jaejoong que casi ya no tiene amistades, se quedó en la mansión. Mira por el gran ventanal, seguro esos dos ya lo hicieron, piensa, la idea de imaginarlos juntos hace que quiera correr a campo abierto.
Entonces caminó hacia el corral.
Dos días después...
Despierta mareado y un gran dolor se agudiza en su pie, estaba vendado, casi no recuerdo lo sucedido. Junsu entra al cuarto—¡Primo despertaste!
Jaejoong está confundido.
Estuviste dos días sin reaccionar, pues claro la caída fue abrupta.
Jaejoong mira a su primo, luego recuerda lo sucedido, iba a galope en el brioso caballo pura sangre, cuando algo lo espantó...
El caballo...
Junsu hace una mueca—Tuvieron que sacrificarlo.
Jaejoong supuso que el encargado de tan penosa tarea, fue Yunho, entonces como pudo bajó las escaleras, a pesar del dolor de su tobillo...cuando lo vio se arrojó con furia a golpearlo, golpeaba su pecho mientras estaba bañado en lágrimas. Yunho lo soportó para luego agarrarlo de las manos y abrazarlo luego, Jaejoong lloró sobre su pecho.
Junsu carraspea y toca su brazo, la reacción de Jaejoong no fue la mejor—¡No me toques, todo es tu culpa!
Yunho lo toma de los hombros—De que habla, señorito, supongo que aùn está confundido por el golpe.
Jaejoong solloza—El caballo.
Luego...en el establo.
Yunho—Está en perfectas condiciones, creo que usted se llevó la peor parte.
Jaejoong sonríe, incluso olvidó el dolor del pie y las ironías del cochero. Lo mira y sin que Yunho lo adivine, Jaejoong lo abraza y agradece.
Junsu ve esto, pero no dijo nada...en cambio fue a la mansión y escondió la invitación que llegó a nombre de su primo Jaejoong.
CONTINUARÁ
No olviden comentar. Gracias.
Junsu—No blasfemes...Sucede que eres demasiado hermoso, y esas muchachas que acompañan a la condesa, no son tan lindas como tu, seguro es pura envidia. Además...
Jaejoong alza una ceja—Además?
Junsu muerde sus labios—Te has hecho de mala fama. Todas las muchachas piensas que les quitarás a sus novios, incluso las señoras casadas.
Jaejoong lo miró un instante.
Junsu—Primo yo...se bien que lo hiciste por mi...yo...
—No empieces con tus lamentos, ya está hecho. En todo caso no iría a su estúpida fiesta si me invitara mil veces.
Junsu—Me siento tan culpable, se que no hablas con la verdad, querías tanto recibir una invitación.
Jaejoong respira hondo, no le agrada que su primo sienta compasión. Lo toma de la mano—Vamos a tomar té y hablamos de chicos guapos como cuando éramos niños...?
Junsu se disculpa—Yunho y yo saldremos a pasear por el parque. No te molesta, verdad?
Jaejoong hace una mueca—Ese cochero se lleva toda tu atención.
Junsu sonríe.
Ya era tarde cuando Yunho acompañó a Junsu a la mansión, Jaejoong los ve llegar, mira desde su ventana, está en penumbras...Yunho tomó la mano de Junsu, este se empinó y lo besó. Jaejoong respira hondo, supone que deberá acostumbrarse a esas demostraciones de amor entre ambos.
No pudo dormir, así que siendo de madrugada, salió de la mansión hacia las caballerizas...cabalgó hasta que los primeros rayos de sol aparecieron detrás de las montañas.
Cuando cabalgaba de vuelta, ve a lo lejos en los predios vecinos la gran mansión que ha permanecido deshabitada por años, pero al parecer su dueño pronto regresará, lo cual hace sonreír a Jaejoong, no sabe bien si es un conde o un duque, como sea., ha decidido que ese hombre que no conoce, será su futuro esposo y así olvidar al atractivo cochero.
¡Estas loco!? Exclamó su primo—Pretendes seducir a un total desconocido?, no sabes quien es, menos que apariencia tiene...
Jaejoong tomando su té—Y eso que importa. Ya imagino la gran conmoción en todo el pueblo y alrededores cuando me vean entrar a la iglesia, incluso la condesa se pondrá morada de envidia.
Junsu rueda los ojos—Puedes conseguir algo mejor.
Jaejoong—Mejor que un conde?
Junsu—Pero tu no eres así...
Jaejoong hace una mueca, de todos modos, el amor que quería ya está fuera de su alcance...es mejor no soñar.
No te cases solo por alcanzar un título nobiliario, dice Junsu.
—Estoy decidido, y, me agrada eso de conde Jaejoong (ríe)
—Y el amor? y si descubres que es un hombre horrible y despiadado?
Jaejoong sonríe—Tranquilo primo, yo se bien lo que hago.
—No me parece y todo es por mi culpa...yo debería decir la verdad a...
Jaejoong—Ya no te preocupes, no todo es belleza. Con la mía es suficiente. (sonríe)
—No querrás vivir en esa mansión, parece un mausoleo.
Jaejoong sonríe—Es la mansión más impresionante de la región y pronto volverá a florecer, estoy impaciente por conocer a su dueño.
Junsu—Estás seguro?
Jaejoong asiente—Totalmente.
Una mañana
Yunho está confundido, el señorito Kim fue especialmente amable, estaba de buen humor, lo cual dejó confundido al cochero...quiso contestar algo agradable pero en ese momento llegò Junsu, lo toma del brazo y le murmura—Está feliz, pues decidió cazar a un conde. Él es así.
Yunho frunce el ceño.
Una tarde, mientras la señora Kim y Junsu hacen compras en una boutique.
Jaejoong se quedó en la mansión, tenia interés por conocer al nuevo caballo que adquirieron, era un ejemplar precioso y al señorito le urge montarlo.
Olvidó por completo que Yunho estaba también en el establo.
A que viene, señorito, a mortificarme? dice cuando lo vio.
Jaejoong lo mira con indiferencia—Olvidé que estaba aquí, solo vine a ver al potro, no a usted, señor cochero (cierto tono irónico) Acaricia el lomo del caballo, que parece bastante dócil, pero en algún momento comenzó a patear, fue Yunho quien lo calmó y encerró en el corral. Debió ser su perfume, dijo.
Mi perfume? repite Jaejoong...
Yunho—Es bastante fuerte.
Jaejoong se molestó—Que sabes un cochero de perfumes.
Tengo olfato, contestó.
Jaejoong está indignado, quiso contestar algo inteligente y muy desagradable, pero Yunho continúo con su trabajo.
Jaejoong lo miró, no podía dejar de mirarlo...estaba sudado y sucio, sin embargo le pareció el hombre más atractivo y sexy. Su piel canela y bronceaba por el sol. Su porte gentil y grosero a la vez. Carraspeó cuando se dio cuenta que Yunho también lo estaba mirando y fue como sentir descargas eléctricas en todo su cuerpo, desvió la mirada, es el novio de su primo. Rogó para que no notara el color de sus mejillas. Aun siente el calor de la mirada de Yunho sobre él, aunque no sabe si es su mirada el producto de su calor. Respira profundamente, por suerte Junsu no estaba allí, lo habría notado. Jaejoong quiere correr lejos pero no puede, seria aceptar que el cochero lo tiene más que impresionado. No quiere volver a verlo, no a solas.
Mira hacia el establo, así que mi perfume...quiero montarlo, dijo.
Está loco?, quiere morir? Contestó Yunho.
Jaejoong alza una ceja, me desnudaré y lo montaré a pelo (pensó)
Mira a Yunho y se quedó un instante perdido en los ojos del moreno.
Luego se horrorizó por lo que dijo en voz alta.
Carraspeó—Debió salir con su prometido. Es su día libre o no?
Yunho—Hoy llegaba este semental, solo yo puedo controlarlo, creo que ya se dio cuenta.
Jaejoong hace una mueca—Un cochero bastante presumido...
Yunho ríe—Soy cochero, domador de caballos y todo lo que quiera que sea...
Yo no quiero nada de usted, dijo molesto.
Yunho lo ignora—Aunque su presencia señorito Kim de nada sirve en este establo, le diré que. tengo un don especial para tratar a las bestias...son como señoritos malcriados, los trato dulcemente cuando el caso lo requiere o con mano firme si es necesario, luego una palmada en el trasero y listo, dejan de ser quisquillosos.
Jaejoong se sonrojó, de rabia y de ganas de abofetearlo fuerte y besarlo al final de todo.
Yunho logró su acometido, quería verlo sonrojarse.
El señorito Kim, respiró profundamente—No me sorprende su falta de educación ni sus modales bárbaros., que se puede esperar de un tipo como usted. Atrevido.
Yunho vio a Jaejoong alejarse. De verdad que le daría unas buenas palmadas en el trasero, para luego cubrirlo de besos.
Frunce el ceño—Es un descarado, no puedo perder al inocente de Junsu por un mal deseo.
Un hombre joven estaba en uno de los corrales, ríe al ver la cara de Yunho—Ese señorito es todo dinamita, que lindo es...por que lo tratas así.
Yunho—Es preferible que me crea un patán y así mantenerlo alejado de mi...de lo contrario.
Deberías aclarar todo esto, decir la verdad...
Yunho—Aun no...tengo que estar seguro.
El hombre ríe—Creo que será divertido ver como acabará todo esto.
Yunho—No te hagas el desentendido, señor conde, me ayudarás en esto.
—Yo?...pero, si ya estás comprometido con el señorito Junsu, por qué sigues empecinado en el rebelde señorito Jaejoong.
Yunho mirando en dirección donde se fue el señorito—Mañana enviarás una invitación a la mansión a nombre de Kim Jaejoong.
Su amigo alza una ceja—Olvidas a la condesa?, ella no está de acuerdo con tu manera de vivir y por lo visto malos comentarios llegaron a sus oídos referente al señorito Kim. Aún así pretendes invitarlo a la fiesta?
Yunho respira profundamente—Hace tiempo que dejé de ser un niño. Ya elegí a Kim Junsu es un muchacho noble y se que lo llegaré a amar como él merece.
Changmin—Entonces deja al señorito Jaejoong fuera de todo esto.
Yunho aprieta su puño y mira en dirección a la mansión...
Niega con la cabeza—Tienes razón, mi único interés debe ser solo mi prometido. Nunca encontraré a nadie más honesto que él.
Si bien Yunho se comportaba como todo un caballero, en presencia de la señora Kim. La verdad desde que conoció al señorito Jaejoong la lujuria lo invade cada día. Y su sentido común poco a poco comienza a quemarse. Pero es un deseo que debe apagar, se obliga a pensar en el ingenuo Junsu. Por esa misma razón prefirió vivir en la cabaña cerca de los establos, si hubiera estado bajo el mismo techo de Jaejoong, seguro una de esas noches sus pasos lo hubieran llevado a la habitación del señorito.
—Seguirás viviendo en la cabaña o te mudarás a la mansión vecina.
Yunho alza una ceja—Yo solo soy un cochero y en ocasiones domador de caballos (ríen), el conde eres tu mi querido amigo Changmin.
Una mañana, mientras Yunho y Junsu desayunan...Jaejoong baja sonriente, pero al verlo arruga el ceño. Sobre todo cuando el cochero informa que alguien quiere comprar a tan magnifico semental, doblando la cantidad de dinero. Por supuesto que Jaejoong se negó rotundamente.
Más tarde, Jaejoong cae sentado y muerde sus labios, su madre vendió al pura sangre a su vecino el conde, pero por intermedio de otro comprador, Jaejoong alza las cejas—No entiendo por qué tanto trámite, que le pasa a ese conde, ¡es mi caballo!
Yunho ocultando una sonrisa—Era, señorito, ahora le pertenece al conde Shim.
Jaejoong se acerca a Yunho tanto que llegó a intimidarlo—Que tanto conoces al tal Shim...
Lo suficiente, contestó Yunho.
Pues ve y dile que, que...¡quiero a mi caballo de vuelta!
—Imposible.
Jaejoong lo mira con el ceño fruncido—Lo estás disfrutando, verdad?
No lo niego, contesta con toda calma.
Si no fueras el novio de mi primo yo...yo...
—Usted que haría.
Jaejoong prefirió alejarse para no abofetearlo, pero en realidad, lo hubiera besado de tanta rabia.
La señora Kim rueda los ojos—Disculpa a mi hijo, está nervioso, será porque pronto se marchará.
Yunho alza una ceja—Se irá?
—Si, dice que no hay nada que lo ate en este lugar.
Más tarde
Mientras Jaejoong está sentado en una hamaca en medio del patio, Yunho carraspea, de inmediato se pone de pie, casi cae...carraspea y con su porte de señorito presumido lo mira, de pies a cabeza.
—Que quiere señor cochero, no tuvo suficiente?
Yunho sonríe de medio lado—Mientras el conde Shim esté de viaje, me permitió mantener al semental en estos corrales.
Esperaba una sonrisa de Jaejoong, pero este frunce el ceño—Y por qué tendría yo que cuidar de un animal que no me pertenece...
Yunho rueda los ojos., entonces me lo llevaré
Jaejoong se apresura—¡No!...digo, no es necesario...
Yunho esboza una sonrisa.
—Interrumpo algo? (Junsu llegó y se veía algo molesto)
Yunho se acerca y besa su mejilla—Por supuesto que no, que podrías interrumpir, mi adorado ángel.
Jaejoong hace una mueca.
Una noche, cuando Yunho y Junsu salieron al pueblo...al teatro. Jaejoong que casi ya no tiene amistades, se quedó en la mansión. Mira por el gran ventanal, seguro esos dos ya lo hicieron, piensa, la idea de imaginarlos juntos hace que quiera correr a campo abierto.
Entonces caminó hacia el corral.
Dos días después...
Despierta mareado y un gran dolor se agudiza en su pie, estaba vendado, casi no recuerdo lo sucedido. Junsu entra al cuarto—¡Primo despertaste!
Jaejoong está confundido.
Estuviste dos días sin reaccionar, pues claro la caída fue abrupta.
Jaejoong mira a su primo, luego recuerda lo sucedido, iba a galope en el brioso caballo pura sangre, cuando algo lo espantó...
El caballo...
Junsu hace una mueca—Tuvieron que sacrificarlo.
Jaejoong supuso que el encargado de tan penosa tarea, fue Yunho, entonces como pudo bajó las escaleras, a pesar del dolor de su tobillo...cuando lo vio se arrojó con furia a golpearlo, golpeaba su pecho mientras estaba bañado en lágrimas. Yunho lo soportó para luego agarrarlo de las manos y abrazarlo luego, Jaejoong lloró sobre su pecho.
Junsu carraspea y toca su brazo, la reacción de Jaejoong no fue la mejor—¡No me toques, todo es tu culpa!
Yunho lo toma de los hombros—De que habla, señorito, supongo que aùn está confundido por el golpe.
Jaejoong solloza—El caballo.
Luego...en el establo.
Yunho—Está en perfectas condiciones, creo que usted se llevó la peor parte.
Jaejoong sonríe, incluso olvidó el dolor del pie y las ironías del cochero. Lo mira y sin que Yunho lo adivine, Jaejoong lo abraza y agradece.
Junsu ve esto, pero no dijo nada...en cambio fue a la mansión y escondió la invitación que llegó a nombre de su primo Jaejoong.
CONTINUARÁ
No olviden comentar. Gracias.