lunes, 3 de mayo de 2021

EL SUEÑO DEL CARACOL 11

 

Jaejoong alza la mirada, sus ojos se agrandan...y cascadas de lágrimas comenzaron a caer mientras se arroja contra el pecho del hombre que sostiene el paraguas.

Puede el mundo desaparecer pero ese sentimiento, permanecerá  intacto en cada molécula, en cada átomo. Puede la lluvia convertirse en un diluvio, pero ese sensación de plenitud jamás se podrá borrar.

Tal vez el ángel del amor si existe y tuvo compasión de su atormentado y bobo corazón.

Ahora sonríe, ampliamente, puede ser la sonrisa más boba de todas, mezcla de risa y sollozos. Pero es la sonrisa más hermosa a los ojos de Yunho.

Estás aquí,  logró decir.

Estoy contigo,  contestó Yunho.

Son dos personas, perdidas en su pequeño y propio mundo debajo de un paraguas. Más bien son dos que se encontraron después de tantas oportunidades perdidas. Mientras el mundo corre vertiginosamente alrededor.

Puedes escuchar mi corazón?

Escucho el tuyo o es el mío?

Son ambos que laten en perfecta armonía.

Tan perfecta que sus latidos, ya, son uno y se declaran el amor que aún no pueden decir con palabras.

Guiado por la mano que lo sostiene con fuerza, como queriendo no dejarlo escapar, Jaejoong sigue a Yunho, hipnotizado, encantado...enamorado.

Mira sus manos, entrelazadas.

Puede haber otra mejor sensación?


Jaejoong mira por la ventana, desde allí puede ver la ciudad, incluso la torre más alta. Las personas se ven diminutas, corriendo para buscar donde cobijarse mientras esperan el autobús o  un taxi. Esboza una sonrisa, sus mejillas están sonrojadas y no es por el calor de la confortable chimenea a un costado. Camina por la amplia habitación, hay una pequeña biblioteca a otro costado, libros exclusivos de primeras ediciones. Respira profundamente cuando sus ojos voltean a ver su abrigo y el paraguas en un rincón.

Sonríe, siempre soñó con una cita ideal, ver la lluvia caer, los leños quemándose en la chimenea y consumirse al calor de una pasión avasalladora.

La puerta se abre, Yunho deja una bandeja con dos humeantes cafés, en la mesita de centro. Jaejoong puede ver su reflejo a través del vidrio del ventanal, respira hondo., cuando Yunho se acerca, siente un intenso cosquilleo recorrer su espalda, agradable por lo demás.

Voltea procurando aparentar tranquilidad, esboza una sonrisa y mira el café, agradable aroma y exquisito sabor.

Yunho—No es tan bueno como el de la cafetería pero...

¡Es el mejor café que he probado en toda mi vida! Dijo Jaejoong totalmente sonrojado.

Yunho respira profundamente, como lamentando algo...

La angustia se refleja en el rostro de Jaejoong.

Pero luego las palabras endulzan sus oídos.

Debí haber hablado, antes, cuando tuve la oportunidad, comenzó a decir Yunho...Pensaba que era un hombre seguro, pero al verte toda mi seguridad tambaleó. Tuve miedo al rechazo, a no ser quien esperabas ver cada tarde en la cafetería. Pero cuando te vi en la biblioteca, después de seguirme, me hizo tener esperanzas, por eso, me atreví a escribirte mensajes con la esperanza de una señal tuya. (Esboza una sonrisa) Me dabas esperanzas y también me las quitabas. Debí decirte que me había enamorado (se acerca un paso más) que estoy completamente enamorado de ti.

Yo, dijo Jaejoong, abrazaba los libros sin saber que en ellos estaba mi felicidad (sonrisa nerviosa). Dejé muchas cafés enfriarse, esperando por ti, esperando verte. Todas mis ilusiones llegaban y se iban con el sonido de la campanilla (esboza una sonrisa)

Alza una ceja, entonces la tarjeta...

Era para ti...y las flores una manera de sentirte cerca.

Pero están marchitas.

El amor verdadero no puede marchitarse, me encargaré de ello.

Yo, te amo tanto.

Se empieza a escuchar una musiquita alegre, que proviene de algún bar a unas cuantas cuadras.

La lluvia cae y los leños avivan el fuego de la chimenea.

Jaejoong no puede apartar sus ojos de Yunho, y, Yunho no puede dejar de tocarlo. Suaves caricias que como chispas encienden la pasión.

Al día siguiente

La lluvia dejó de caer y débiles rayos de sol se cuelan por el ventanal. Los leños de la chimenea ya son cenizas y las dos tazas de cafés quedaron a medio servir.

Estás sonriendo, soy el motivo de tu buen humor? Pregunta Yunho...

Tú eres todos mis motivos, contesta Jaejoong.

Yunho acaricia sus mejillas, sus labios en los que deposita un suave beso. Supongo que  debió ser de esta manera.

Hablas del destino?

No lo sé con certeza, si fue cosa del destino, pero si estoy seguro que yo te hubiera encontrado en cualquier lugar.

Jaejoong sonríe mientras se apoya contra el pecho de Yunho—Es una gran oportunidad de trabajo.

Vendrán más oportunidades de trabajo, pero (breve pausa) que probabilidades hay de encontrar el amor verdadero? (sonríe) mi balanza se inclinó hacia ti. Mi despistado y lento novio.

Te demostraré que no soy tan lento, dice Jaejoong metiéndose bajo las sábanas., Yunho ríe y se une a él.

Resbalando suavemente por las hojas, mojadas de rocío, el caracol por fin encontró a su pareja.


FIN.

EL SUEÑO DEL CARACOL 10

 

Es una tarde de invierno, se parece a otras tardes de invierno, pero hay algo que la hace diferente. Solo un corazón enamorado puede percibir esa sutil sensación.

Con el corazón oprimido, sale de su casa...será por la vergüenza de su próxima confesión? Por una respuesta negativa a su delirio? O simplemente no está preparado para recibir el amor tan esperado?

Avanza un paso, retrocede dos...Respira hondo. Nadie  lo puede culpar, una declaración demanda un buen gasto de energía.

Mientras camina, su mente comienza a divagar, lo invitará un café, comerán galletitas de chocolate con centro de vainilla, reirán...Se conocerán un poco más, tendrán algún secreto que compartir. Afuera la lluvia caerá como una tempestad, pero a ellos no les importará, porque estarán mirándose en el reflejo de sus ojos. Y tal vez pueda probar la miel de sus labios.

Sonríe...

Se detiene a una cuadra, para recuperar el aliento. Había ensayado algunas palabras, que ahora no logra recordar.

Se prepara para el encuentro, luego, respira profundamente. Tiene dos alternativas: Es correspondido y se convierte en el hombre más feliz del mundo o es rechazado y tendrá que arrastrar su dignidad. Como sea, ya está allí.

Jaejoong camina por los pasillos, se detiene a ver el ramo de flores, están marchitas. Por qué Yunho no ha querido botarlas a la basura? De todos modos dan un aspecto nostálgico y melancólico al lugar.

Está inquieto, no parece haber nadie. Mira hacia las escaleras tipo caracol, escucha pasos y espera. Una persona que nunca había visto antes.

—Te puedo ayudar?

—Busco a Yunho...

—El señor Jung se fue de viaje...

Jaejoong esboza una sonrisa nerviosa—Que ha dicho, de viaje?

Viajó esta mañana al extranjero.

Jaejoong repite—Se fue...?

Necesitas algo más...un libro tal vez? (esboza una sonrisa)

No gracias.

Camina por las calles, lentamente., dejando que todo el mundo avance velozmente a su alrededor.

Llegó a su casa, se deja caer al suelo...Tiene tantos deseos de llorar, pero todas las lágrimas se quedan atoradas en la garganta.

Su mirada se detuvo en la pila de libros, se quedó viéndolos por un largo rato, hasta que tomó uno, lo abrazo y después de un suspiro le quitó el envoltorio.

Toma el primer libro, esboza una sonrisa, la novela juvenil del momento, al hojearlo un papel cae...inconscientemente su mano se apresuró a recogerlo...

Y al leerlo...

"Te parecerá que soy un atrevido, no me conoces, pero...me gustas"

Jaejoong abre sus ojos y rápidamente busca otro libro, del cual también cae un mensaje...

"Hoy te esperé en el café, no llegaste, me sentí desolado, dime...puedo soñar con tu amor?"

Sigue leyendo los mensajes...

"Dame una oportunidad, ven nuevamente a la librería, y te confesaré mis sentimientos"

Y así leyó todos los mensajes que Yunho le escribió "No te entiendo, vienes y no me das ninguna señal, acaso me equivoqué y confundí tu interés?"

Jaejoong con las manos temblorosas y al borde del llanto...

"Mañana viajaré al extranjero, es una gran oportunidad...serán tres años lejos., pero si me amas tanto como yo, dejaré todo y me quedaré a tu lado, te espero en la cafetería. Si no llegas, entenderé...Yunho"

Se quedó quieto, abrazando todos los mensajes, volvía a leerlos una y otra vez.

—Por qué no me di cuenta (murmuraba)—Por qué no pude darme cuenta, de tus miradas, y de tus sonrisas...que eran mías.

El viento y la lluvia azotan contra la ventana.

Salió de la casa, corrió por las calles resbaladizas, hasta que perdió el aliento.

Y así se quedó quieto bajo la lluvia, sin esperar nada más.

...

...

Fue cuando, alguien lo cubrió con su paraguas.


PLENILUNIO 13

Pacto de Lobos Junsu permanece en silencio, mirando de reojo al hombre que lo ayudó. —Tuviste suerte, muchacho, que yo pasara por esa calle,...