No pude soportarlo y salí al jardín, rondando su casa…fue cuando apenas había pasado, diez minutos no más…y vi salir al idiota de Henney. Yo alce mis cejas, y se curvó una sonrisa irónica en mis labios, eso fue realmente rápido…ya lo dije antes, mucha carrocería y poco sustancia…miré hacia la ventana, la luz permanece apagada…respiré hondo, no sería prudente golpear a la puerta. Fue cuando escuché unos sollozos, caminé por la parte trasera…Jaejoong está sentado en el columpio que un día le construí, pisé una hoja seca que me delató.
Se puso de pie—Yunho…eres tú?
Como supiste…
Puedo oler tu perfume, que haces aquí…
Me gusta salir a pasear de noche con la luna sobre mi cabeza.
No hay luna
Si la hay, solo que está detrás de esas nubes.
No hay nubes
Como sea, no puedo dormir…
Momento de silencio...
Sonreí al ver que tenía puesto el colgante con el elefantito tallado…lo acariciaba, así como me gustaría ser acariciado por sus manos.
Daniel y yo…
No es necesario que me cuentes los detalles…
No lo hicimos…temo que quiera terminar conmigo. Soy tan inmaduro. Sé que muchos chicos de mi edad ya lo han hecho pero yo…necesito tiempo, entiendes? Se supone que debe ser el momento más especial de tu vida, ese que nunca olvidarás, y, era el momento especial pero no estoy seguro que él sea el indicado.
Mi mundo comenzó a moverse nuevamente, a tener colores y aromas frutales, dulces como las cerezas. Es de noche y el sol ya comienza a salir para mí.
Noto un leve sonrojo en sus mejillas, algo oculta…algo muy secreto.
Estuvimos hablando un rato más, no nos dimos cuenta que ya empezaba a amanecer…me sonríe—Solo tú puedes hacer que mi mundo parezca simple y perfecto (dijo)
Y él, solo él hace que mi mundo anda de cabeza.
Volví a mi cuarto…y ahora menos podré dormir, ellos terminarán. Si, el idiota de Henney solo quiere probar el cuerpecito de Jaejoong y…bueno en ese caso no lo culpo, yo también quiero todo de él, pero lo mío, mis sentimientos libidinosos van agarrados fuertemente de las manos con mi amor.
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