martes, 30 de noviembre de 2021

EL LARGO CAMINO HACIA EL AMOR 21

 Jaejoong no puede creer que el hombre que tanto amó, el mismo que lo humilló despreciando sus sentimientos, ahora esté alojado en el cuarto de huéspedes, y, que ademas le jura amor eterno. Preferiría que el capitán no estuviera tan cerca, pero Min no quiere estar lejos de su padre y Jaejoong no puede estar lejos de Min.

Camina por toda la mansión...añora, sonríe, llora...Que gran soledad, pero su esposo está ahí, a unos cuantos pasos, Yunho lo espera, cada día cada noche. Sin embargo los recuerdos dolorosos han creado distancias difíciles de acortar.

Hace algunos años atrás hubiera corrido a sus brazos no importando ser humillado nuevamente. Pero ya no es el muchacho inocente que se pasaba los días añorando a su amado, mirando desde el pórtico, tampoco es el mismo que recolectaba las hojas secas de otoño...ya no escribe frases románticas como lo hacía en esas noches eternas de insomnio.

Pero no es el único que no puede conciliar el sueño. El Capitán se queda tumbado en la cama, mirando el techo, pensando en cómo recuperar el amor.

A medianoche baja por un vaso de agua...

Una mirada y se detienen en los peldaños de la escalera, Yunho quiere decir algo, Jaejoong lo evita pasando por su lado dejando solo un rastro de su perfume. Es todo lo que puede obtener. Son pequeñas dosis de indiferencias, pero la espina más pequeña, es la más dolorosa. El Capitán paga el precio de sus actos.

El tiempo pasa y la necesidad de estar juntos crece...Pero, cuanto tiempo es suficiente para olvidar y perdonar...?

No pueden estar mucho tiempo en el mismo lugar, sin empezar a discutir.

Yunho hace todo lo posible para demostrarle su genuino arrepentimiento, pero cuando comienza a hablar de amor, empiezan los problemas...

Jaejoong—Cada palabra es una mentira, una tras otra...

Yunho—Como puedo demostrarte que mis sentimientos son verdaderos, no dejas acercarme a ti.

Jaejoong—Tiene mala memoria Capitán.

Yunho respira profundamente—iré a caminar.

Jaejoong—Procura no regresar.

Yunho rueda los ojos., regresó de madrugada...y se quedó dormido en el despacho.

De alguna manera Min los mantiene tranquilos, desde ese punto, las cosas parecen calmarse, encontrando un equilibrio entre sus emociones, pero cuando están solos...las pasiones se desatan.

Los arreglos florales continuaron llegando a la mansión, Jaejoong entra al despacho, Yunho alza la mirada, sonríe—Mi amor viene a mi?

Jaejoong rueda los ojos—Hasta cuando seguirás con la estúpida manía de enviarme flores...la sala parece un mausoleo.

El capitán frunce el ceño—Yo no te he enviado flores hace semanas...

Jaejoong alzando una ceja—No...?

Yunho se pone de pie—Quien se atrevió.

Jaejoong se encoje de hombros—La tarjeta no lo especifica, supongo que alguno de mis admiradores.

Yunho se acerca—Le volaré los sesos a cualquiera que se atreva a mirarte.

Se escucha un carraspeo, Yunho hace una mueca—Que quieres...

El abogado Park—Dijiste que hoy te trajera estos documentos (los deja en el escritorio)

Jaejoong sale del despacho...

Yunho—Todavía no termino de hablar contigo...

Jaejoong—En mi opinión, no tenemos nada de que hablar.

Cierra la puerta tras él.

Yunho respira hondo—Es terco como una mula.

Yoochun sonríe.

La Nana mientras ayuda a pelar papas para la comida—Esos dos deben solucionar sus problemas de una vez por todas.

Estoy completamente de acuerdo contigo, contesta la cocinera—Y la mejor manera es en la cama. La Nana alza una ceja...Pero el señorito es tan terco, dice otra sirvienta, antes sonreía más a menudo, ahora se pasa con el ceño fruncido—Si yo tuviera un esposo como el capitán Jung, no lo dejaría salir del cuarto en semanas...todas ríen. La Nana—Más respeto muchacha, estás hablando de los señores de la mansión. Como sea, responde otra más joven—Al señorito le falta una buena dosis de su marido y les aseguro que andará riéndose solito todo el día...(ríen)

—Pero se dice que el capitán, fue un hombre canalla en el pasado...

Errar es humano y perdonar es divino, sentenció la cocinera. Además el Capitán es un hombre fogoso, buscará afuera lo que no encuentra en su cama. La Nana frunce el ceño—Esta conversación se acaba ahora, no quiero más chismes, ni una palabra más. Que falta de respeto.

Cuando la Nana salió de la cocina, las sirvientas siguieron cuchicheando.

A la hora de la cena...

Yunho está a un extremo y Jaejoong en el otro...Min los mira.

—Por qué no duermen juntos?

Yunho casi se atora...Jaejoong se quedó perplejo...

La Nana alza una ceja...

Min—Dijeron en la cocina que ustedes deberían dormir juntos, y así se acabarían las neuras de Omma Jaejoong?

Jaejoong dejó la servilleta sobre el plato, se levanta y camina hacia su cuarto.

Min hace un puchero—Lo hice enfadar?

Yunho le sonríe—Omma está cansado.

Al rato

La Nana está callada con la mirada fija en el suelo, Jaejoong camina de un lado a otro—Soy tema de diversión en la cocina.

La Nana—Lo siento, no debí permitirles hablar.

Jaejoong la mira—Hablan a mis espaldas, lo se, yo mismo las he escuchado.

Más tarde fueron regañadas por el Capitán.

La Nana se encuentra en el pasillo con Yunho y no dudó en hablarle.

—Todo esto lo inició usted, el corazón de mi niño Jaejoong está tan lastimado...algo deberá hacer y no se qué, pero quiero verlo sonreír nuevamente., él merece ser feliz.

Yunho—Estoy tratando, pero Jaejoong cierra toda posibilidad.

La Nana alza una ceja—Pues busque o invente otras posibilidades.

Min entra al cuarto de Jaejoong—Estás molesto conmigo?

Jaejoong sonríe—Ven acá, (lo abraza) nunca podría molestarme contigo.

Al poco rato se quedan dormidos, Yunho los ve y sonríe.

Un poco después, Jaejoong despierta...frunce el ceño, el Capitán los abrazaba a los dos. Se levanta procurando no despertar a Min ni al intruso.

Camina por la sala y se queda quieto frente a la chimenea, no hay leños...mira las llamas ardientes de su imaginación.

Esa noche me dejaste en llamas y mi fuego aún no se extingue...dijo Yunho bajando las escaleras, Jaejoong hace una mueca—Todo tiene que terminar en sexo, no hay nada más?

El Capitán se acerca—Que tiene de extraño desear a mi esposo?.

Jaejoong alza una ceja—Dices "mi esposo" con tanta convicción, me sorprende Capitán Jung, su cinismo es impresionante.

Si digo, te amo, habría diferencia?

Jaejoong respira hondo—Que diferencia habría en tus palabras...

—Todas, puesto que te amo y mi amor va unido al deseo...que tiene eso de malo.

Jaejoong lo mira—No tiene nada de malo, cuando el amor es recíproco.

Yunho se acerca—El amor puede sanar cualquier herida.

...

Jaejoong esboza una sonrisa sarcástica—Buen intento, Capitán.

Yunho sabe de las caminatas nocturnas de su esposo, ordenó instalar faroles en toda la entrada y por el sendero que conduce al camino principal. Que las estrellas bajen hasta la mansión, había dicho.

El invierno quedó atrás...y las noches son agradables...Jaejoong mira los faroles que se pierden a lo largo del camino.

Cada fin de mes, los empleados que trabajan la tierra, se reúnen en el campo. Guiado por la música ve a los hombres y mujeres bailando alrededor de una fogata, algunos beben hasta quedar inconscientes y otros se entregan a la pasión. Puede escuchar los gemidos entre los sembradíos. Hace una mueca, demasiadas feromonas masculinas desatadas. Se dispone a regresar a la mansión, cuando ve a Yunho llegar, (su corazón se agita) le ofrecen un licor, advierten, que ese brebaje puede hacer enloquecer a un toro de exhibición, el capitán ríe, al primer sorbo carraspea, todos ríen y él se toma hasta la última gota...hace calor, dice, se quita la chaqueta y más de alguna mujer quiere refrescar ese calor interno. Bailan sensualmente a su alrededor. Fue cuando vieron a Jaejoong.

—¡Señorito Kim, venga a bailar con su hombre! gritaron algunos...

Yunho sonríe y Jaejoong niega con la cabeza, esboza una sonrisa y pretende marcharse...No huyas, dice el capitán tomándolo del brazo, hubo un pequeño forcejeo...

—No puedes rechazar la invitación, sería para ellos un desaire.

Jaejoong hace una mueca, aceptó a regañadientes—Está bien pero no me toques, Yunho alza las manos—No te tocaré, pero...

Nada de peros, dijo Jaejoong, aceptando un trago...casi queda sin aliento...todos ríen nuevamente, Yunho lo tomó de la cintura...

—¡A bailar!

Jaejoong se aparta y trata de mostrarse tranquilo—Yo no se bailar, eso...

Una mujer dice—No es difícil, señorito, solo deje que las piernas de su hombre se metan entre las suyas.

Yunho sonríe y Jaejoong se sonroja...

—Todos saben que soy tu hombre...Tienes las mejillas sonrojadas., será ese fuego interior que me está consumiendo también a mi?

—No seas idiota, es solo el licor, está muy fuerte.

Yunho le habla al oído—Dicen que es un poderoso afrodisíaco...

Jaejoong—Suéltame, no bailaré contigo.

Yunho—Necesitas liberarte y yo también.

Jaejoong lo empuja—No lo harás conmigo.

Al decir aquello corre hacia la mansión.

Yunho hace una reverencia a los hombres—Mi esposo tiene prisa...Que pasen buena noche.

Todos ríen—Que la pase bien capitán.

Yunho ríe y corre detrás de Jaejoong., le da alcance

—No des un paso más., no te atrevas a tocarme.

Yunho—Eres mi esposo., tengo todo el derecho.

—¡Cual derecho!, lo perdiste el mismo día que me despreciaste, me humillaste, acaso lo olvidaste? ¡Pues yo no!...puedo refrescarte la memoria.

—No es necesario, se bien mis errores y lo pago día a día.

Piensas que esas palabras lo pueden solucionar todo?

—No he dicho eso.

—Que más da, no tiene importancia.

La música se escucha ya lejos...

—Te puedo demostrar que, con tan solo un roce mio y tu respiración se agita.

Jaejoong molesto—No creo que estemos teniendo está conversación tan absurda.

Lo mismo digo, contesta Yunho, dejemos de hablar y subamos a nuestra habitación.

Jaejoong desafiante—Cual "nuestra habitación"...Conmigo no apagaras tus sucios deseos, ve al burdel..

Yunho comienza a irritarse—Iría pero no está Lady Jeyuna.

...

...

Jaejoong le dio una cachetada y subió al cuarto...Yunho se soba la mandíbula.

Los días siguientes no fueron distintos, cada vez que el Capitán intenta acercarse, Jaejoong lo recibe con indiferencia.

Una mañana...

Yunho regresa del pueblo y ve un carruaje alejarse de la mansión.

Recibiste a un visitante?, pregunta a su indiferente esposo, Jaejoong alza una ceja__También tengo mis asuntos, Capitán.

Yunho hace una mueca y luego sonríe—Recibí una invitación al baile anual de oficiales...

Jaejoong sigue indiferente...

—Irás conmigo.

—No iré...

Yunho respira hondo—Es muy temprano para empezar a discutir.

Jaejoong tranquilamente—No estoy empezando nada, pero, que dirán tus camaradas, cuando me vean llegar contigo y no con la mujer que presumías a todos como tu esposa...?

Yunho se pone de pie—Está bien, es tu forma de castigarme, lo acepto...pero ten presente también que te amo y que me consumo cada día y cada noche esperando tu absolución (se acerca) aunque no quieras aceptarlo, te amo y esa es la única verdad.

—¡No desistirás!?

—¡No!.

...

__Ya fui invitado por alguien más.

Yunho alza una ceja—No puedes, soy yo tu esposo.

Jaejoong lo mira—Lo recordaste demasiado tarde.

Y...

Jaejoong se fue a su habitación, Yunho se encerró en el despacho.

La Nana alza una ceja—De verdad aceptará esa invitación?

Jaejoong se mira en el espejo—No crees que merezco un rato de esparcimiento?

—No pretenda engañarme.

Jaejoong hace una mueca.

La Nana respira hondo—El Coronel es un idiota.

También el Capitán, contestó Jaejoong y finalizó la conversación.

Por la tarde llegó un hermoso ramo de rosas rojas, Yunho alza una ceja, Jaejoong lo mira de reojo y huele las flores—Huelen tan bien, Nana ponlas en un jarrón en la sala., Yo mismo lo haré.

El Capitán sonríe....

Jaejoong lee la tarjeta y frunce el ceño—Nana tíralas a la basura., Yo mismo lo haré.

Yunho rueda los ojos.

Por la tarde se sentó frente al piano, Min está a su lado y toca algunas teclas, sonríe.

Cante algo bonito, pide la Nana...

Las sirvientas se asoman por el pasillo y el Capitán sale del despacho...

Escucha cantar a Jaejoong, respira profundamente, en el pasado, en sus eternas travesías en el mar, nunca escuchó el canto de una sirena. Esta convencido, su esposo no tiene comparación en la tierra, el cielo...ni en el mar. Sonríe de medio lado, estar enamorado es llevar la conciencia a niveles estúpidos de romanticismo.

Su amor crece y aunque aparentemente Jaejoong lo deja de amar poco a poco, él no desistirá, rescatará ese amor.

Esa noche en la reunión de oficiales...Tomó firme del brazo a Jaejoong y lo llevó al carruaje, ningún otro hombre tiene el derecho y aunque su esposo se resistió, no escuchó sus negativas. Jaejoong tuvo que ceder un poco, para evitar chismes.

El Capitán Jung llega con Jaejoong e inmediatamente las miradas se vuelcan sobre ellos. Luego de los saludos protocolares, comienza el baile, los caballeros y oficiales presentes caminan hacia la pista con sus esposas, novias o acompañantes. Pero más de uno deja a su pareja de lado, intentando llamar la atención del bello señorito Kim. Este con su indiferencia y altivez solo provoca más encanto y deseos de seducción. El Capitán no está ajeno a esas miradas, él mismo está bajo un encanto ancestral. Pero sabe bien que su esposo rechazará a los aspirantes de pretendientes, a él lo rechaza cada día, cada noche. No debe temer...El Capitán tuvo que bailar con la esposa de un oficial de alto rango, a solicitud del mismo, mientras giran al son de un vals, Yunho no deja de mirar en dirección donde está Jaejoong, las señoritas lo rodean, y él sonríe hermosamente. Yunho hace una mueca, cuando un hombre atractivo se roba, aparentemente la atención de Jaejoong, y ambos salen a la terraza.

Más tarde se enteró que se trata del Coronel Henney y que ambos se fueron juntos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

PLENILUNIO 15

 Pronto serán los juegos anuales de destreza, y esta vez será especial. Cada cinco años todos los clanes, sin distinción, tiene el derecho d...