Algún tiempo después de haber abordado el barco que los llevará a la ciudad de Londres.
Jaejoong está en la proa...El capitán, Hyun Bin, se acerca—Puede ser peligroso, el mar suele ser traicionero, Jaejoong voltea, leve sonrisa, no pretendo arrojarme.
—La travesía durará algunos días más, podríamos divertirnos en mi camarote. No todos tienen el privilegio de estar con el capitán de un gran barco.
Jaejoong ríe.
El capitán Hyun Bin sonríe—Puedo saber el motivo de tan cautivadora risa?
Es un arrogante, y da por hecho que me acostaré con usted...Pero me agrada que sea directo y no esconda sus intenciones (se acerca) puede que tenga razón y una de estas noches sea yo quien se divierta con usted.
El capitán está hipnotizado, como si la voz de Jaejoong fuera un canto de sirenas.
Luego
La nana no deja de sorprenderse, dice que el barco es como una mansión flotante. Nunca imaginó que un barco fuera tan lujoso por dentro, incluso hay una orquesta y una pista de baile...suspira, es la vida de los ricos y poderosos.
Eso me incluye?, pregunta Jaejoong, ella sonríe—Usted es la excepción.
Jaejoong sonríe—No soy mejor que ellos.
Ni peor, contesta la nana. Lo vi hablar con el capitán, bastante guapo
Jaejoong—Guapo y arrogante.
—Aceptará su invitación...no crea que no me di cuenta. Hace días que revolotea a su alrededor.
Jaejoong voltea a mirar a Min quien juega con Junsu.
—Habla más bajo, nana.
—El capitán es muy atractivo y ese uniforme que destaca su ceñido pantalón.
Jaejoong se tapa la boca para no reír.
—Usted decide que hacer con su vida y su intimidad, pero no vuelva a sufrir una decepción.
Jaejoong esboza una sonrisa—Tranquila, ya nadie puede herirme.
Min, exige la atención de Jaejoong, caminan por la cubierta...pequeñas y ondeantes olas se forman con el paso del barco. Jaejoong procura que el niño no se acerque tanto a las barandas.
En algún momento Min se suelta de la mano de Jaejoong y corre hacia el capitán Hyun, sus ojitos estaban iluminados por la emoción. Lo abraza—¡Appa!
Jaejoong se disculpa—Suele confundir a su padre.
El capitán sonríe mirando a Min, luego a Jaejoong—Puedo llevarlo a la sala de controles?, seguro será una linda experiencia para el pequeño. Por favor, venga también, le mostraré mi puesto de mando., para que se haga una idea, que capitán y barco van en perfecta sincronía.
La nana alza una ceja, esas palabras van dirigidas en doble sentido. Como sea, cuando no van incluidos sentimientos, decir adiós al nuevo día no dejará marcas.
Más tarde, Min bosteza y se queda dormido en los brazos de Jaejoong.
El capitán Hyun Bin hizo algunas preguntas sobre Min y su padre...quiso dar un paso más prometiendo cosas absurdas, según la opinión de Jaejoong. El capitán insiste, quizás promesas hechas en el momento, solo para conseguir una ardiente noche.
Jaejoong alza una ceja—Min tiene un padre, no necesita otro. No se que estará pensando. No utilice al niño. Después que bajemos del barco, usted y yo seremos dos desconocidos que compartieron más que un abrazo.
Son sus reglas?
—Las toma o las deja, simple. Sin preguntas, ni respuestas...nada de compromisos, ni sentimientos. Solo una distracción.
—Quiere decir que seremos dos hombres entregados a la pasión y a la mañana ni un cigarro compartiremos?
Jaejoong sonríe.
Entonces, dice el capitán Hyun, le parece que después de la cena...
Y esa noche, después de cenar y acostar a Min, Jaejoong se arregló y se miró al espejo unas cuantas veces. Luego sale. Junsu hace una mueca—donde va? No preguntes, contestó la nana.
Había champaña y algunas delicias en el camarote del capitán, bastante amplia y cómoda. Jaejoong lo empuja hacia la cama, se desata las cintas de su camisa...mira hacia una de las ventanillas, el mar parece agitarse al igual que su cuerpo, (si me hubieras amado, piensa, sería solo tuyo, ahora puedes ver como otro me amará, otros me han amado. Puedes verlo? mientras tu sigues allá afuera perdido, yo estoy aquí viviendo una mentira muy real. El no poder enamorarme nuevamente, hace que estas noches carezcan del placer absoluto, sin embargo no hay culpas. Se toma lo que es ofrecido y luego no hay rencores ni llanto ni despedidas...)
Pasaba la medianoche cuando Min despierta llorando, llama a su omma Jaejoong. Junsu sale a buscarlo, pero ya regresaba...Corre hacia Min, el niño se aferra a su abrazo, solloza.
Lo calma—Todo está bien, solo fue un mal sueño. Estoy aquí.
A la mañana siguiente, Min despertó con mucha hambre, lo cual significa que esté perfectamente bien. La gran noticia es que atracarán en el puerto al atardecer.
El capitán Hyun Bin pasa por el lado de Jaejoong, ambos sonríen y siguen su camino en sentido contrario. Sin culpas ni arrepentimientos.
La nana respira profundamente, algunas sonrisas solo son caretas para ocultar un gran dolor.
Park Yoochun quien había viajado un mes antes, los estaba esperando en el muelle.
La nana hace una mueca—Esta ciudad me da escalofríos, esa llovizna y esos días grises eternos.
Jaejoong sonríe—Exageras, mira que bonito día (dice corriendo las cortinas de la ventanilla del carruaje)
—Solo veo edificios, señorito.
Jaejoong—Te comportas como una niña malhumorada.
—Entre tanto viaje, primero en tren, luego el barco y ahora el carruaje...mi trasero quedará plano y mis mareos aumentan.
Jaejoong la anima—Verás que bonita casa encontró para nosotros el abogado Park, dice que está cerca del hospital.
La nana ríe, parecen una caravana de gitanos, dice...van tres carruajes. El primero ocupado por Jaejoong, Min y la nana, en el segundo va el abogado Park y Junsu. En el tercer carruaje llevan sus pertenencias. En la antigüedad, las familias pudientes acostumbraban a viajar con baúles.
Yoochun aprovecha para interrogar a Junsu, el muchacho alza las cejas, por qué tanto interés en saber los pormenores y actividades del señorito Kim. Seguro lo desea como todos. Hace una mueca y entonces habló lo que no tenía que decir.
En el tren dos caballeros llegaron a los golpes, por llamar la atención del señorito, quien los mantuvo a raya con su indiferencia, pero en el barco, tuvo una aventura con el capitán Hyun Bin. Luego se retracta—¡No,no...no!
Yoochun alza una ceja—Está bien, yo no escuché nada.
Llegaron a una villa, hay varias mansiones a lo largo de la empedrada calle, muchas de ellas están deshabitadas, y solo son ocupadas en tiempo de vacaciones. El tiempo ha pasado rápido, ya estamos a principios de otoño nuevamente, dice Jaejoong mientras mira el jardín de aquella mansión, es formidable un pequeño paraíso en medio del bullicio de la ciudad.
Cuanto tiempo estaremos, pregunta la nana. El tiempo que sea necesario, responde Jaejoong, luego sonríe, Min corre con Junsu entre las hojas amarillas que ya comienzan a caer.
Algunos días después de haberse instalado en la mansión, la nana fue hospitalizada.
Una mañana
Ella respira hondo, Jaejoong se sienta a un costado de la cama, toma la mano de la nana—Todo estará bien, acaso no escuchaste lo que dijo el médico?
Ella hace una mueca—Como me iba a fijar con semejantes ojos azules.
Jaejoong—Son verdes.
La nana alza una ceja—Sabe en que me fijé?, (Pregunta con cierto tono de voz que Jaejoong conoce perfectamente)—No empieces.
—Entonces ya sabe lo que voy a decir, eso quiere decir que también se dio cuenta. Si incluso se fijó en el color de sus ojos.
Jaejoong levantándose y arreglando las flores del jarrón que compró camino al hospital—No se a que te refieres.
Ella sonríe—El médico, no le quita la vista de encima cada vez que viene a verme, lo cual es injusto, yo soy la enferma y la que necesita cuidados.
Jaejoong sonríe
En ese momento entró al cuarto el médico, Lee Neely, de origen japonés, su primera sonrisa fue para Jaejoong.
Mientras el médico examina a la nana. Jaejoong espera afuera, en ese momento le pareció ver al abogado Park. Lo cual no resultaría extraño, ya que él tiene un pariente enfermo, entonces supuso que sería de buena educación presentarse y desear personalmente sus buenos deseos. Caminó por el pasillo hasta el final, luego dobla en una esquina, definitivamente es el abogado Park que habla con una enfermera. Jaejoong se acerca, pero al parecer Yoochun no lo vio, ya que caminó de prisa, lo perdió de vista. Jaejoong hace una mueca.
El médico toca su brazo.
—Vamos a mi oficina?
Jaejoong asiente.
Allí le habló de manera científica detalles de la enfermedad de la nana, Jaejoong alza una ceja, el médico sonríe, se disculpa—Tiendo a hablar demasiado cuando se trata de mi profesión. Me disculpo nuevamente.
Jaejoong—No se disculpe, al escucharlo hablar, aunque no le entiendo del todo (risas) eso me da calma, se que mi nana está en buenas manos.
El médico lo mira y Jaejoong se vio en sus ojos verdes, esquiva la mirada, el médico carraspea. En fin de cuentas, dice, la operación no reviste ningún peligro, la señora es una mujer joven aún, no hay de que preocuparse.
Jaejoong sonríe, toma las manos del médico—Se lo agradezco.
El médico mira sus manos, coloca la suya sobre la de Jaejoong—Es un placer.
Jaejoong carraspea—Entonces, cuando será la operación.
Mañana, contesta el médico sin dejar de mirarlo.
La nana estaba dormida cuando Jaejoong fue a verla. Se escuchan algunos ruidos. Todos los sonidos parecen aumentar en esos recintos, camina hacia la puerta, ve pasar a una enfermera, parece que lloraba, otra se acerca, Jaejoong las escuchó hablar, dijeron algo sobre un hombre que está internado, en una sala especial, de muy mal carácter. Siempre está gritando, dando ordenes y nunca hace caso a las indicaciones médicas. Lo cual es una lástima, el hombre es tan atractivo como insoportable.
Que sucede? pregunta la nana. Jaejoong vuelve a su lado—Lo siento, te desperté (acerca una silla)
—Estaba despierta, solo que cerré los ojos.
—Y esas flores?
—El abogado Park estuvo aquí.
—En serio?
—Si, pero se veía algo tenso, seguro mucho trabajo. Y que fue todo ese ruido allá afuera?
Un paciente difícil, contesta Jaejoong.
En ese momento llega una enfermera con la dieta de la nana.
Mientras Park Yoochun entra a una habitación al final de un largo pasillo. El cuarto está a media luz.
—Estas seguro que, él, no sospecha nada...?
—Tranquilo, no sabe nada.
Más tarde, cuando la nana duerme.
Jaejoong sale del hospital, las noches en esa gran ciudad parecen mágicas, carruajes que van y vienen, hermosas damas y apuestos caballeros...Camina por una plaza, no pasa inadvertido, pero él no está interesado, en casa lo espera un pequeño caballero, la sonrisa de Min lo tiene cautivado. Además el niño no se duerme hasta escuchar un cuento.
Jaejoong lo ha visto algunas veces, mirando pinturas, especialmente de barcos, su pequeño corazón añora a su padre. Teme que algún día su madre vuelva y lo reclame. La voz de Min y su sonrisa hacen que deje las preocupaciones de lado.
Luego de cenar, lo lleva a la cama, el niño se arrima al lado de Jaejoong ya comienza a bostezar pero no quiere perderse una nueva aventura de piratas y corsarios.
Más tarde, baja al primer nivel, allí junsu atisba el fuego de la chimenea.
Iré a dormir, mañana saldré temprano, dice. Cuando iba subiendo las escaleras, tocan la puerta principal, Jaejoong se quedó quieto mientras Junsu recibía un gran ramo de rosas rojas, alza una ceja__tienes un admirador?
—Son para usted.
Para mi?, Jaejoong se extraña, quien podría enviarle flores...no ha hecho amistades ni vida social.
—Trae tarjeta?
—No señorito.
Jaejoong se acerca y huele el aroma, siempre es agradable recibir flores, aunque no sepa quien las envió.
A la mañana siguiente muy temprano llegó al hospital. El médico habla con las enfermeras viendo los últimos detalles antes de la operación, mira a Jaejoong, se acerca, pero habla a la nana—Cuando se encuentre recuperada, me gustaría invitarla a cenar. Ella hace una mueca--no necesita invitarme a mi para estar cerca del señorito.
Jaejoong—¡Nana!
El médico sonríe—Tiene usted razón, entonces invitaré a cenar al señorito y también a usted. Mejor así?
Ella asiente—Mucho mejor.
Jaejoong y el médico salen del cuarto, mientras las enfermeras preparan a la nana.
Junsu estaba en la sala de espera con Min, cuando el niño ve a Jaejoong se arroja a sus brazos. El médico sonríe—Que niño tan lindo, es tu hermanito?
Jaejoong sonríe—Es mi hijo.
El médico alza una ceja—Estás casado, yo no lo sabía.
Jaejoong no respondió.
—Entonces vives con...
Jaejoong respira hondo, no tiene deseos de hablar de su vida, pero al parecer el médico seguirá preguntando.
—No estoy con nadie.
El médico sonríe—Esas son buenas noticias.
Min abraza a Jaejoong, hace pucheros y arruga el ceño, de manera adorable, al parecer no le agrada ese médico.
Más tarde...
Mientras Min duerme en el regazo de Jaejoong y la nana está en pabellón. El abogado Park llega a la sala de espera. Están en silencio, hasta que le habla a Junsu (con voz baja), hay ciertos rumores. Junsu lo mira—Que rumores. Yoochun—Algunas enfermeras dicen que el médico está muy interesado en el señorito Kim, que es evidente su interés, has visto o escuchado algo?
Junsu hace una mueca—Los hombres rodean al señorito como polillas en un foco de luz
Yoochun alza una ceja, mira a Jaejoong, Min está aferrado a él.
La operación finalizó y el médico se acerca a Jaejoong, algo le dice cerca del oído, Jaejoong sonríe. El abogado observa toda la escena.
La buena noticia es que la operación fue todo un éxito y pronto la nana estará completamente recuperada.
Más tarde
Yoochun y Junsu llevarán a Min a la casa, un hospital no es lugar para un niño.
Jaejoong mira al abogado—Su pariente está internado en este hospital?
Yoochun aclara su voz—No...no, mi pariente está en un hospital al otro lado de la ciudad. Es bastante lejos.
Jaejoong alza una ceja, prefirió no comentar que lo vio hace algunos días atrás. Se ha vuelto muy desconfiado y si el abogado Park Yoochun oculta algo...lo descubrirá.
En el transcurso de todo ese tiempo, Jaejoong siguió recibiendo ramos de flores de un admirador secreto. Día tras día.
Jaejoong se quedaba algunas noches haciendo compañía a su nana, muchas veces se quedó dormido, quizás sus sueños eran pesadillas, ya que despertaba con la sensación que alguien lo había estado mirando. Que extraña sensación de dolor y nostalgia. Ya es de madrugada y el silencio se hace cada vez más grande.
"Hoy he vuelto a escuchar, al silencio gritar tu nombre. Y comienzo a sentir la nostalgia en mi ser, sin poder evitar un lamento de amor, sin fin..."
Algún tiempo después, la nana fue dada de alta.
La primera reacción de ella, era volver a su país natal, pero las noches bohemias de Londres la están atrapando, el teatro y la ópera.
Un día
Mientras Jaejoong recibe al médico en la sala de la mansión, la nana descansa y Min duerme. Junsu sale a dar un paseo por la ciudad, fue cuando ve al abogado Park que caminaba con algo de prisa. Sonríe y decide seguirlo, quizás se encuentre con alguien y aunque eso rompa su corazón quiere saber quien es la dueña de sus pensamientos. Se sorprende cuando lo ve entrar al hospital, hace una mueca, él había dicho que su pariente estaba en otro hospital, al otro lado de la ciudad.
Yoochun entró al cuarto al final del pasillo. Estuvo algunos minutos, se escucha alzar la voz y alguna bandeja fue a dar al suelo. Algunas enfermeras corrieron dejando la puerta entreabierta.
Al rato todos salieron, incluso Yoochun, quien se sorprende al ver a Junsu frente a él.
Junsu estaba conmocionado.
—Yo...lo vi...no puedo creer que sea real.
El abogado Park tomó de los hombros a Junsu—Mírame, y escucha bien, este será nuestro secreto.
Para Junsu compartir un secreto con Park Yoochun es como tener una cita.
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