Es una tarde de invierno, se parece a otras tardes de invierno, pero hay algo que la hace diferente. Solo un corazón enamorado puede percibir esa sutil sensación.
Con el corazón oprimido, sale de su casa...será por la vergüenza de su próxima confesión? Por una respuesta negativa a su delirio? O simplemente no está preparado para recibir el amor tan esperado?
Avanza un paso, retrocede dos...Respira hondo. Nadie lo puede culpar, una declaración demanda un buen gasto de energía.
Mientras camina, su mente comienza a divagar, lo invitará un café, comerán galletitas de chocolate con centro de vainilla, reirán...Se conocerán un poco más, tendrán algún secreto que compartir. Afuera la lluvia caerá como una tempestad, pero a ellos no les importará, porque estarán mirándose en el reflejo de sus ojos. Y tal vez pueda probar la miel de sus labios.
Sonríe...
Se detiene a una cuadra, para recuperar el aliento. Había ensayado algunas palabras, que ahora no logra recordar.
Se prepara para el encuentro, luego, respira profundamente. Tiene dos alternativas: Es correspondido y se convierte en el hombre más feliz del mundo o es rechazado y tendrá que arrastrar su dignidad. Como sea, ya está allí.
Jaejoong camina por los pasillos, se detiene a ver el ramo de flores, están marchitas. Por qué Yunho no ha querido botarlas a la basura? De todos modos dan un aspecto nostálgico y melancólico al lugar.
Está inquieto, no parece haber nadie. Mira hacia las escaleras tipo caracol, escucha pasos y espera. Una persona que nunca había visto antes.
—Te puedo ayudar?
—Busco a Yunho...
—El señor Jung se fue de viaje...
Jaejoong esboza una sonrisa nerviosa—Que ha dicho, de viaje?
Viajó esta mañana al extranjero.
Jaejoong repite—Se fue...?
Necesitas algo más...un libro tal vez? (esboza una sonrisa)
No gracias.
Camina por las calles, lentamente., dejando que todo el mundo avance velozmente a su alrededor.
Llegó a su casa, se deja caer al suelo...Tiene tantos deseos de llorar, pero todas las lágrimas se quedan atoradas en la garganta.
Su mirada se detuvo en la pila de libros, se quedó viéndolos por un largo rato, hasta que tomó uno, lo abrazo y después de un suspiro le quitó el envoltorio.
Toma el primer libro, esboza una sonrisa, la novela juvenil del momento, al hojearlo un papel cae...inconscientemente su mano se apresuró a recogerlo...
Y al leerlo...
"Te parecerá que soy un atrevido, no me conoces, pero...me gustas"
Jaejoong abre sus ojos y rápidamente busca otro libro, del cual también cae un mensaje...
"Hoy te esperé en el café, no llegaste, me sentí desolado, dime...puedo soñar con tu amor?"
Sigue leyendo los mensajes...
"Dame una oportunidad, ven nuevamente a la librería, y te confesaré mis sentimientos"
Y así leyó todos los mensajes que Yunho le escribió "No te entiendo, vienes y no me das ninguna señal, acaso me equivoqué y confundí tu interés?"
Jaejoong con las manos temblorosas y al borde del llanto...
"Mañana viajaré al extranjero, es una gran oportunidad...serán tres años lejos., pero si me amas tanto como yo, dejaré todo y me quedaré a tu lado, te espero en la cafetería. Si no llegas, entenderé...Yunho"
Se quedó quieto, abrazando todos los mensajes, volvía a leerlos una y otra vez.
—Por qué no me di cuenta (murmuraba)—Por qué no pude darme cuenta, de tus miradas, y de tus sonrisas...que eran mías.
El viento y la lluvia azotan contra la ventana.
Salió de la casa, corrió por las calles resbaladizas, hasta que perdió el aliento.
Y así se quedó quieto bajo la lluvia, sin esperar nada más.
...
...
Fue cuando, alguien lo cubrió con su paraguas.
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