martes, 10 de octubre de 2023

PLENILUNIO 13

Pacto de Lobos


Junsu permanece en silencio, mirando de reojo al hombre que lo ayudó.

—Tuviste suerte, muchacho, que yo pasara por esa calle, hay ciertos lugares que un jovencito, como tú, deben evitar. Pero, tranquilo, conmigo estás a salvo, puedes confiar en mí.

Junsu alza las cejas.

—Cómo puedo confiar, lo recuerdo bien, usted llegó a nuestras tierras con mentiras. Ni siquiera sé su nombre.

—Si me dices el tuyo, te diré el mío y quizás te cuente mis secretos (sonrió).

—Me llamo Junsu, del clan Jung. Es su turno.

Haciendo una reverencia que hizo sonreír a Junsu, se presentó.

—Soy Park Yoochun, y, no fue mentira... en realidad estaba averiguando algunos hechos, que ocurrieron en ese clan, hace algunos años.

Junsu hizo una mueca.

—El fin no justifica los medios.

Yoochun sonríe.

—Bueno, tal vez omití algunas cosas (vuelve a sonreír)

—Una mentira, viene acompañada de otra mentira y así, sucesivamente, después puede ser demasiado tarde para hablar con la verdad.

Yoochun lo miró.

—Pues de nosotros depende desentrañar la mentira y que surja la verdad por muy incómoda o impresionante que sea. Pero todo a su debido momento.


Junsu respira hondo, y balbucea algunas palabras, su seguridad se fue ante la insistente mirada de Yoochun. 


—Ya es tarde y debo buscar donde pasar la noche, dijo carraspeando.


Yoochun lo tomó del brazo, que inmediatamente soltó.

—Esta noche puedes quedarte a dormir aquí y mañana decides qué hacer.


Junsu mira todo alrededor... respira profundamente, nunca se había sentido tan raro. Se pone de pie y camina de manera casi automática e indica el sillón.

—Dormiré aquí, es grande y se ve cómodo.


Yoochun sonríe...


—De eso no hay dudas, pero no puedo permitir que mi invitado especial se duerma en el sillón, ocupa mi cama... Yo dormiré aquí. Puedes usar una de mis pijamas.


Junsu hace una mueca. —¿Confía en mí?, puedo ser un peligroso asesino... Puedo atacarlo en medio de la noche, no se deje llevar por mi aspecto sumiso. (se arrepintió de haber dicho aquello)


Yoochun pestañeó y no pudo evitar reír. Luego en una actitud más seria.


—Entonces, me arriesgaré...me tienes en tus manos.


Junsu sintió calor en sus mejillas.


Luego cerró la puerta de la habitación y para estar más seguro puso una silla. Respiró profundamente cuando percibió el aroma de Yoochun en una de las pijamas. Tal vez una silla no sea suficiente. Si por alguna razón, aquel hombre apuesto entrara por esa puerta, con intenciones sucias, Junsu, teme que no tendría la fuerza necesaria para negarse.


Yoochun se quedó en la sala, a ratos mira hacia la puerta de la habitación.


A la mañana siguiente...


Junsu se despertó abrazado a la almohada, su primer impulso fue olerla. Se levantó avergonzado, como si todo el mundo se hubiera dado cuenta de aquella actitud tan cursi.


Después de una reconfortante ducha, y guiado por el aroma de un delicioso guisado, llegó a la cocina. Se quedó en el umbral de la puerta, admirando a su anfitrión. Yoochun llevaba una camisa holgada, con los botones desabrochados y un pantalón vaquero que se ajustan perfectamente a su varonil figura.


Yoochun sonríe, lo saluda sin mirarlo. Ya lo había olfateado, desde que caminó por el pasillo con paso lento y sigiloso.

—Buenos días, ¿dormiste bien?

Junsu se quedó mudo por unos segundos...

—Buenos días, huele bien...

Yoochun lo mira. —Yo o el desayuno.

Junsu se atraganta con su propia saliva.

Yoochun sonríe.

—No soy un experto en la cocina, pero mi amigo me enseñó a preparar este desayuno, a prueba de novatos. Espero que te guste.

Después que terminaron de desayunar. Yoochun recibió un mensaje y tuvo que salir.

—Cuando regrese, te llevaré a un restaurante. Quiero que conozcas a una persona, estoy seguro de que te agradará.

Junsu esboza una sonrisa.

Luego de asegurarse que Yoochun salió del estacionamiento, tomó su mochila y salió del departamento.

Caminó por algunas calles, iba distraído pensando que hacer... Cuando se encontró frente a frente con algunos hombres de Soo. Retrocedió y corrió por las calles sin saber donde ir.

Como es época de festivales, hay mucha gente en la calle, Junsu se mezcló entre ellos y pudo escapar. Pero en realidad, Yoochun tuvo la precaución de dejar a dos de sus hombres de confianza para que sigan a Junsu y protegerlo si fuese necesario. Así fue como estos hombres se interpusieron en el camino de los mandados por Soo.

Más tarde, cuando Yoochun regresó, lo vio sentado en el pasillo. Junsu se avergonzó...

—Yo, salí a comprar algo... La nevera está vacía y la despensa también.

Yoochun sonrió, la excusa es convincente.

En ese momento, dos hombres aparecen por el pasillo. Instintivamente, Junsu se esconde detrás de Yoochun, este hace un gesto y los hombres se van.

—No temas, ellos trabajan para mí.

Junsu se quedó quieto apoyando su frente contra la espalda de Yoochun.

Mientras en el pueblo.

Todo está listo para que Yunho y su esposa viajen, un avión privado espera en el andén del aeropuerto.

Yunho no puede irse sin haber hablado con su hermano. Su padre le impide el paso.

—El vuelo se retrasará, puedes verlo a tu regreso.

Yunho hizo una mueca. Su hermano no estuvo en la ceremonia, es evidente que algo anda mal. Así que no escuchó a su padre. Un grupo de hombres le impide el paso... Pero cada uno fue cayendo como moscas, otros se apartaron. Nadie puede contra el nuevo líder.

Al rato

—¡Por qué nadie me dijo que Junsu desapareció!

—Cuando se le pase el berrinche, volverá, — dijo el señor Jung.

—¡Junsu, nunca antes hizo berrinches! —dijo caminando por toda la habitación, luego vuelve a mirar a su padre. —¿Por qué no dijiste nada?

—Hay cosas más importantes que resolver, como ocuparte de tu mujer. ¿Te das cuenta de la gravedad del asunto? Al no haber marca, para la próxima luna llena, esa unión será anulada. A no ser que la mujer se embarace, eso solucionaría todo.

Yunho respiró profundamente.

—Hallaré a mi hermano, estoy seguro de que Junsu tuvo una buena razón para huir. Cuando lo sepa, haré rodar las cabezas de los responsables.

Su padre resopla y sonríe con ironía.

—Vete ahora mismo, aborda ese avión.

Yunho no se irá sin haber visto a su hermano.

—El viaje queda suspendido, hasta que Junsu esté de regreso.

El señor Jung respira hondo.—Ese jovencito necesita disciplina.

—Yo me encargaré de él, dijo Yunho.


El señor Jung no quiso parecer ansioso ante el estricto entrenamiento que Soo aplicará a Junsu.

—Está bien, lo dejaré bajo tu cuidado... pero no desatiendas tus deberes de hombre. De lo contrario.

Yunho alza las cejas.

—¿Ahora amenazas al líder?

El señor Jung, esboza una sonrisa.

—Solo digo que buscaré a una persona apropiada para enseñarle, a ese muchacho, los rigores y responsabilidad de ser hermano del líder, de todos modos siempre será tu sombra.

Yunho hace una mueca. No quiso seguir con esos absurdos entredichos con su padre.

Cuando salió del despacho, el señor Jung, marcó un número...

—Es preciso que lo hallemos antes que Yunho.

En el bosque

El anciano alza la vista, una sombra ha tapado el sol... sonríe.

—El gran líder se ha dignado visitar a este viejo lobo.

Yunho hace una mueca.

—Dónde está mi hermano, usted lo sabe, ¿verdad?

El anciano hace círculos en el suelo con su bastón.

—Sí...

Supongo que no me lo dirá.

—Supone bien.

—Sé da cuenta que yo puedo...

El anciano lo mira.

—Le aseguro, que su hermano está mejor en otro lugar. Lejos de quienes lo dañarían sin contemplaciones. Es necesario arrancar la mala hierba de raíz. Solo hay dos caminos, querido muchacho. ¿Cuál elegirá?... De todos modos, sea cual sea, siempre se unirán al final del camino... solo un destino. 

—No hay conexión en sus palabras, dijo Yunho algo molesto.

El anciano ríe.

—Decida con sabiduría...  Escuche a su corazón, no hay mejor brújula, para quien ha perdido el camino.

Mientras en otro punto de la ciudad.


—Mañana iremos de compras, dijo Yoochun, mientras corta un trozo de pizza.


Junsu respira hondo.


—No pretendo quedarme por mucho tiempo, yo, debo encontrar a una persona.

—Come, dijo Yoochun, colocando una rebanada, de pizza, al frente de Junsu. —Sé que aún no confías completamente en mí, pero aquí estás seguro.

—Usted no sabe...

—Escapaste, eso es un hecho... pero no insistiré.

En ese momento tocan la puerta. Yoochun sonríe.

—Creo que mi amigo te agradará.


En aeropuerto.

Yunho tuvo información de alguien que vio a Junsu en el andén... por eso viajará a la ciudad, allí hay hombre buscando a su hermano y por lo visto ya saben donde está. Yunho dio órdenes estrictas que nadie se le acerque, él. Ya se lo advirtió a su padre.


—Nadie se atreverá a acercarse a mi hermano, yo mismo lo traeré de regreso. Escapó por alguna razón, no quiero que se sienta amenazado.


Mientras...


Mi Suk está enfurruñada.

Yunho respira profundamente.

—Comprende que esto es importante para mí, prometo que después viajaremos, al lugar que tú quieras.


Ella resopló y luego sonríe.

—No puedes marginarme de los asuntos de tu familia, que ahora es también la mía. Lo acabas de prometer, iré donde quiera y quiero ir contigo.


Mientras en el departamento de Yoochun.

Junsu está en la habitación, ve por la ventana llegar un lujoso auto... un hombre alto y elegante, baja, supone que es el amigo de Yoochun, viene acompañado de otro hombre un poco más bajo, pero no pudo ver quién es, aunque su corazón se aceleró por alguna extraña razón. Y esa emoción tuvo razón de ser.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

PLENILUNIO 12

(Pacto de Lobos)

Todo está listo para el gran evento de ese año.

—Esta vez no habrá excusas ni cancelaciones. La boda se llevará a cabo en la primera luna llena de abril. —Sentenció el líder Jung.

El campamento y alrededores están decorados a la antigua usanza celta. Las mujeres preparan sus mejores atuendos, mientras las amazonas dejan muy poca piel oculta. El novio y los invitados han bebido hasta la última gota de cervezas del pueblo y aún siguen en pie...es la antelación del gran evento, donde el futuro líder en medio del bosque debe marcar a su prometida en el acto de apareamiento.

El aullido de un centenar de lobos, indicará que el ritual ha sido consumado.

Junsu hace una mueca, él no participará en tal farsa.

En su mente se repite lo dicho por su hermano... Si bien Jeong quedó marcado como traidor, las sospechas de Junsu apuntan a otra persona, tiene vagos recuerdos de cuando era solo un pequeño de tres años.

A la mañana siguiente...

Yunho coloca un paño con hielo sobre su frente, maldita jaqueca, murmura.

—¿De verdad lo harás? —pregunta Junsu.

Yunho arruga el ceño—Es muy temprano para que empieces con tu cantaleta. Además, reclamé a Mi Suk, ante toda la aldea, ella llevará mi marca, será mi compañera con la que tendremos descendencia. Seré nombrado líder. Es mi destino. Las antiguas leyes emergerán con toda su sabiduría.

—Me parece estar escuchando a nuestro padre, esas palabras no son tuyas. —dijo Junsu.

Yunho resopla.

—Prometí ser un líder justo y amar a mi manera, eso es lo que haré por el bien de todo el clan.

—De verdad lo lamento, —dijo Junsu y salió del cuarto.

Yunho se quedó un rato, tratando de ahogar por completo cualquier sentimiento. Su destino ya está trazado.

En otro lugar...

Jaejoong baja las escaleras, esboza una sonrisa.

Kang Dae sonríe y lo invita a desayunar.

—Lamento haberme mostrado tan vulnerable, —dijo Jaejoong.

Kang Dae toma su mano.

—En mi opinión, la persona más fuerte es aquella que no esconde sus sentimientos. Para muchos, es más fácil fingir que enfrentarse a la realidad.

Jaejoong mira las manos de Kang Dae, tan grandes que cubren por completo las suyas.

—Por qué eres tan complaciente.

—Solo contigo, —dijo riendo.

Y Jaejoong siente que poco a poco ese magnetismo que envuelve a Kang Dae, lo está atrapando a él.

En el bosque

El anciano mueve las piedras entre sus manos, las acerca a su boca y resopla sobre ellas.

Junsu está atento a las reacciones del hombre mayor.

—Es inútil, las caprichosas piedras se niegan a revelarme sus secretos, —dijo para luego cerrar los ojos y dormitar un rato.

Junsu hizo una mueca.

—Intente otra vez.

El anciano abre los ojos...

—Muchacho, las cosas ocurrirán en su momento...de nada sirve apurar el trote del destino, lo que será... será. No hay otro modo.

En la ciudad

—Necesito decirte algo, —dijo Jaejoong, de pronto.

Kang Dae frente a él.

—Tienes toda mi atención.

—El clan al cual pertenezco, es decir, al que pertenecía...me repudió, por ser sangre mestiza.

Kang Dae respira profundamente.

—Ya veo...

—Si te incomoda mi presencia, entenderé...me iré ahora, —dijo Jaejoong.

Kang Dae se apresura en decir.

—La sangre de dos culturas corren por mis venas. Me enorgullezco.

Jaejoong está sorprendido.

—La sangre pura es solo una metáfora. Pero una realidad que solo unos pocos poseen, si eres un rey o príncipe... El líder de ese clan, ¿es un rey?, —preguntó.

Jaejoong negó con la cabeza.

—Entonces, es un iluso, —contestó Kang Dae.



En una mansión de la ciudad.

Una sirviente lleva un mensaje sobre una bandeja de plata a la señora Hana... Ella oculta su emoción, después de varios días...su amante la espera en el mismo lugar de siempre. Es lo que dice la nota.

Mientras en otro punto de la ciudad.

Kang Dae  toma de las manos a Jaejoong.

—Sé mi compañero, dijo de pronto.

Jaejoong se sorprende.

Kang Dae continúa.

—Quizás no soy la persona que esperas, como un compañero destinado, tal vez ni tú ni yo lo encontremos, pero te ofrezco mi protección, mi pasión y mi calor. Tal como los humanos, podemos convertir una apasionada amistad en un amor real y si no es así, al menos disfrutaremos de agradables encuentros, así no nos sentiremos tan solos.

—Yo...

—La puerta de mi habitación, siempre estará abierta para ti, para cuando te sientas preparado para iniciar una agradable aventura, —dijo Kang Dae.

En otro lugar

Soo que desde algunos días ha observado a Junsu, decide hablar con el líder Jung.

—Si las asperezas entre nosotros, realmente, se han suavizado, dijo Soo, no te negarás en entregarme a Junsu, digo, como mi nuevo pupilo.

El líder Jung respira profundamente y luego de pensarlo, solo, algunos minutos...

—Está bien, creo que le hará bien unas cuantas lecciones contigo.

Soo sonríe. Hace tiempo que quiere probar carne tierna.

—Sabes que suelo llevar a mis pupilos lejos del campamento, para una mejor y adecuada instrucción. No te molesta, ¿verdad?

El líder Jung hace un gesto de aprobación.

—Será bueno para él mantenerse alejado.

Soo sonríe con suma satisfacción.

En la ciudad

En un lugar apartado...Kang Dae mantiene suspendido del cuello a uno de los sujetos que atacaron a Jaejoong. Los otros yacen inconscientes.

—Se acaba el tiempo, hablarás ahora o nunca... Nunca quiere decir, eso... que nunca volverás a hablar.



Min Jun le acerca unas tenazas con la que sujeta la lengua del hombre.



El hombre que ya se orinó de miedo hace gestos que si hablará.



—Un hombre elegante nos buscó en el bar, dijo que tenía un trabajito para nosotros, que ganaríamos una buena cantidad de billetes. Le juro que no lo conocemos, nunca antes habíamos hecho tratos con él, solo sabemos su nombre...Neul. —dijo con voz temblorosa.





Jaejoong continúo trabajando, Kang Dae dispuso a un grupo de hombres que lo vigilen en todas partes, sin que él se dé cuenta. Tienen órdenes de protegerlo en todo momento.



En la tarde se reunió con Yoochun.

—Hace rato que te noto incómodo, ¿que sucede? —preguntó Yoochun.

Jaejoong hace una mueca.

—¿Ves a esos hombres?

Yoochun ríe, —parecen sacados de una película de extraterrestres.

Jaejoong también ríe.

—Kang Dae cree que no me doy cuenta. Él los envía para protegerme.

Yoochun alza una ceja.

—Vaya, vaya, el señor todopoderoso te cuida incluso la sombra.

Jaejoong resopla.

—No me gusta sentirme vigilado todo el tiempo.

Yoochun sonríe.

—Pues dile y punto.

Jaejoong se sonroja.

Lo cual provocó la astucia de su amigo. —Entonces te propuso algo... ¿Indecente? —No negarás que a veces... Solo a veces quisieras que te tocara con sus grandes manos.

Ambos ríen.





Más tarde.



—De ninguna manera, —dijo Kang Dae. 

Jaejoong arruga el ceño.

—No necesito guardaespaldas. Siempre me he defendido solo.

—Ahora no estás solo, me tienes a mí.

—De todas maneras, no quiero que tus hombres me sigan a todos lados.

—Es necesario.

—Por qué.

—Porque yo lo digo.

—No es suficiente, necesito una razón real y no un berrinche de un niño grande.



Min Jun que llegaba no pudo evitar reír.

—Lo siento.



En el bosque

De pronto el anciano se despierta con una amarga sensación.



En la mansión Jung



—Señorito, está en grave peligro, —dijo una sirvienta, en voz baja, procurando no ser vista ni escuchada por los otros empleados.

Junsu alza las cejas.

—Su padre, el líder Jung, lo entregará a ese hombre despreciable de Soo. Los escuché. Se lo llevarán aprovechando la boda del señorito Yunho. Por favor huya. Cualquier lugar es mejor, que estar  bajo la tuición de ese depravado.



Junsu quiso hablar con Yunho, pero este se encontraba con su prometida, en lo que es una anticipada luna de miel.

Esa tarde, agarró una mochila con algunas pertenencias. La escondió debajo de la cama.

Salió al pasillo cuando en ese momento el líder Jung y Soo llegaron juntos. Se escondió y esperó que entraran al despacho. Luego tomó una de las llaves de las camionetas que están en el estacionamiento de la mansión.

Tomó el camino hacia el bosque, y aceleró, los que lo vieron pasar...no les pareció extraño, todos saben que el hijo menor del líder Jung a menudo visita al viejo loco del bosque.



Se sorprendió cuando vio al anciano en el camino, llevaba un morral sobre su espalda y caminaba sujetándose con un bastón de bambú.

—Muchacho, la divina providencia te envió.

En un cuarto de un hostal del pueblo.

Yunho mantiene de la cintura a su prometida, quien salta sobre él, sus gritos de placer se pueden escuchar en todo el hotel. Luego de voltearla, tomarla de las caderas y así empujarla con fuerza... su furia va en aumento, cuando palpa y busca aquello que ella no le puede dar.  
Tae había sido un buen amante, pero no lo suficiente. Nadie lo será.
Se viste después de haber pasado casi todo el día encerrado en la habitación con Mi Suk. Mientras ella duerme, agotada. Él no deja de sentirte un perfecto idiota.

Mientras en la ciudad, en una exclusiva universidad.

El hijo de Han Hana, se enfrenta a puños con un grupo de jóvenes mayores que él. Ella tuvo que acudir a la rectoría; el joven solo recibió una amonestación. Además, quien podría castigar al futuro príncipe de una de las castas más antiguas del país.
Mientras la limusina que los lleva de regreso a la mansión...
Hana respira profundamente.
—¿No hablarás conmigo?
El muchacho hace una mueca y se encoge de hombros.
—Estás molesto conmigo, porque sigo buscando a tu primo y por eso te desquitas con tus amigos, ¿es eso?
Max la mira con frialdad.
—Estoy molesto, sí... porque tú eres mi madre no la de él. Si lo encuentras lo golpearé tan fuerte que querrá marcharse al lugar de donde nunca debió salir. 
Cuando la limusina llegó a la mansión, Max bajó corriendo y se encerró en su habitación.
El ama de llaves, la saluda solemnemente, para luego comentarle que el señor Neul ha estado influenciando en el muchacho. Quizás a eso se deba su carácter tan irritante.

Hana no dejará que Neul intervenga en la educación de su hijo, así que volvió a salir, el chofer la llevó a la nueva casa que el hombre compró, para así hacer realidad sus bajos instintos sin que nadie lo cuestione. 

Una hora después...


Un empleado dijo que el señor Neul no se encontraba en ese momento en la mansión.

Hana hace una mueca, es evidente que está allí... Los borrachos y prostitutas dormidos en las escaleras dan testimonio de una desenfrenada orgía que siguió hasta el amanecer.

—No me tomes por tonta, dijo ella molesta.

El empleado se disculpa haciendo una reverencia.

Subió las escaleras con cuidado para no despertar a los despojos humanos, con un fino pañuelo tapa su pequeña nariz. El hedor es vergonzoso.

Abrió la puerta de la habitación, trató de no respirar mientras abre las ventanas, de inmediato una muchacha y un muchacho que dormían con Neul  se levantaron a tropezones.

—No tienes vergüenza.

Él bosteza, luego arruga el ceño.

—Mujer, es muy temprano para que vengas a mi casa a regañarme. Cierra la ventana, quiero dormir.

—Pasa del medio día.

—Tuve una noche ajetreada, no te metas... En mi estilo de vida (ríe)

Ella respira hondo...

—No me interesan tus vulgaridades, pero solo una cosa te voy a pedir ¡No intervengas en la educación de mi hijo y mucho menos lo influencies de mala manera! ¿Entendido?.

Neul vuelve a bostezar para luego mirarla con una sonrisa irónica.

—Qué dirá tu esposo, el capitán, cuando sepa que su virtuosa esposa, tiene un... Amante

Ella se quedó callada por algunos segundos.

—Hace tiempo que estamos separados, sabes bien que tiene a otra.

Neul que no para de bostezar.

—Separados, pero no divorciados... Para todos los efectos siguen siendo marido y mujer.

Ella se acerca un poco más.

—No puedes amenazarme, no me importa.

Neul sonríe de medio lado.

—Deja de buscar a tu sobrino, ya para qué...

—No desistiré.

—Entonces, creo que Max debe saber que tienes un amante.

Ella palideció.

—No puedes ser tan ruin.

—Deja de buscar al medio lobo y yo no diré nada.



Ella retrocedió, y antes de salir lo miró con asco.

—Eres una escoria.


En el pueblo

Mi Suk se reunió con otras mujeres. Mientras Yunho condujo hacia la ciudad, debe finiquitar un negocio... Ya que después de la boda viajará por algunos meses con la que será su esposa. Para luego asumir como único líder de todos los clanes.

En la ciudad

Kang Dae baja las escaleras, mientras abotona las mangas de su camisa...su corbata está torcida, por lo cual Jaejoong tuvo la amabilidad de acomodarla, esa cercanía lo hace sonrojarse y a la vez es agradable. Kang Dae sonríe. Toma las suaves manos de Jaejoong.
—¿Quieres acompañarme? Iré a una de las sucursales de mis empresas que tengo en el extranjero. 
Jaejoong sonrió—No eres nada modesto.
Kang Dae ríe —Y para qué ser modesto cuando lo evidente salta a la vista.

En el trayecto tuvieron una amena conversación.
Cuando llegaron, los empleados se levantaron de sus escritorios e hicieron una reverencia.
La secretaria personal le comunica, a Kang Dae,  que el señor Jung Yunho lo espera en la oficina de juntas.
Kang Dae descifró enseguida la mirada de angustia de Jaejoong.
—Puedes esperar en mi oficina, volveré enseguida.

Mientras en el pueblo.

—Por favor, venga conmigo, —dice Junsu al anciano.
Este mueve la cabeza en negación.
—Sería un estorbo, debes irte lo más pronto posible...(Busca algo de su morral, saca un papel amarillento por el paso del tiempo) Si necesitas ayuda, busca a esta persona.
Junsu alzó una ceja, luego respiró profundamente.
—Pero, no puedo dejarlo solo.
—Nunca estoy solo, muchacho. Vete.
Junsu lo abraza y sollozando le pregunta...
—¿Puedo llamarlo, abuelo?
El anciano que hace intentos por no llorar.
—Puedes, puedes... ahora vete y no llores como Magdalena.
Junsu le sonrió y se marchó. 
El anciano soltó unas cuantas lágrimas.

Mientras en la ciudad.

Después del saludo respectivo. Yunho  comienza a hablar sobre su propuesta. Kang Dae lo escucha.
Jaejoong escucha voces, de las otras oficinas, pero... una voz apaga todas las otras... se acerca y coloca su mano contra la pared. Tan cerca y tan lejos.
De pronto Yunho se quedó callado y mira en dirección a la pared, hay una puerta que la conecta con la otra oficina. Respira profundamente, sus pupilas se dilatan y se puso de pie. Caminó y abrió la puerta... No había nadie.
Kang Dae carraspea.
—¿Sucede algo?
Yunho resopla.


En algún lugar en la carretera.

Junsu tomó el camino de la carretera alternativa. Y así no despertar sospechas.  Cuando está cerca de la estación de trenes, dejó la camioneta a un costado del camino. 
Corrió hasta el andén, el tren ya comenzó su marcha... El hombre de la boletería lo miró un momento, le entregó el boleto y deseó buen viaje.

Mientras en una de las oficinas de la empresa de Kang Dae.


Este escuchó los argumentos de Yunho, también revisó algunos documentos, estadísticas, etc.
—Impresionante, señor Jung... pero no es lo que necesito.
Yunho arrugó el ceño, se levantó del escritorio y caminó amenazante, tan cerca de Kang Dae que pudo haberle dado un puñetazo., pero se controló.
—¡Qué broma de mal gusto es esto! ¡He dejado de lado a otros inversionistas! ¡No encontrará otra mejor oferta en este país!
Kang Dae respira hondo.
—Contrólese, no parece un hombre dichoso ante su próximo matrimonio.
Yunho molesto agarró su carpeta y maletín...
—Se arrepentirá... Usted perderá mucho.
Kang Dae esboza una sonrisa, algo cínica.
—A mi parecer, señor Jung, usted perderá más que yo.


Más tarde...
—Lo siento, —dijo Jaejoong.
Kang Dae se sienta frente a él. —Te escucho.
Jaejoong caminó por la sala, para luego respirar hondo y contarle en resumidas cuentas su fugaz romance con el futuro líder.
Kang Dae se pone de pie y camina hacia el pequeño bar a un costado de la habitación.  Le ofrece un trago.
—Si te sirve de consuelo, fui algo arrogante y no acepté su oferta... debo admitir que era una oferta demasiado tentadora, —dijo.
—¿Por qué hiciste algo así?
Kang Dae hizo una mueca.
—Supuse que algo pasó entre ustedes.
Jaejoong respira profundamente.
—Son tus negocios.
—Nada es más importante que tú.

Mientras de regreso al pueblo.

Yunho se detuvo un momento a un costado del camino. A lo lejos se ve la marcha de un tren. No sospecha que su hermano escapa de las garras del despreciable Soo.

Faltan algunas horas, para el inicio del plenilunio; la luna brillará resplandeciente y él tendrá que marcar a su prometida. Su estómago se remueve.

No tiene ánimos de ver a su padre, tampoco a su prometida...no quiere escuchar los reclamos de Junsu.  Necesita algunas horas; en soledad.

Mientras que...

Yoochun y Jaejoong salieron fuera de la ciudad. Específicamente a las montañas. Allí hay un campamento con cientos de hombres lobos, de la misma condición de Jaejoong. Hombres alejados de sus clanes por no ser de sangre pura.
Cuando los ven llegar y en especial a Jaejoong, se escucharon murmullos... Pero de admiración... ellos ven en Jaejoong algo especial, algo que los anima a seguirlo.

En la cabaña del anciano...

Hace unas cuantas muecas, mirando el cielo... Luego mueve las piedras y las tira en la tierra. Sus ojos se agrandan.
—Caprichosa luna...

En un andén de la ciudad

Junsu se extrañó, al percibir la fuerza de la luna...
—"Es extraño" piensa, —"aún faltan dos días para la luna llena"

Mientras 

Jaejoong sabe que su amigo algo está planeando, respiró hondo y decidió dejarse llevar, tal vez, así pueda olvidar que en algunas horas más, Yunho estará definitivamente fuera de su vida.
Yoochun incita a su amigo a divertirse.
Jaejoong no dudó en bailar, beber... reír. Pero esa noche, era especial... algo dentro de su ser hizo que retrocediera ante cualquier tentación.
Yoochun alzó las cejas.
Jaejoong le sonríe.
—No sería justo para Kang Dae, él ha tenido mucha paciencia. 
Yoochun hizo una mueca.
—Entonces le aullarás, ¿a la luna creciente?
—Es una muy buena idea.
Y mientras los demás, disfrutaron una noche de alcohol y sexo. 
Jaejoong caminó hacia una ladera... desde allí, las estrellas se ven tan cerca que él podría tocar una. Sonríe. La luna creciente resplandece más de lo común y eso le hace sentir una extraña sensación.
Pronto sus párpados se cerraron, y no pasó mucho tiempo para su cuerpo astral abandonará su cuerpo humano.

Mientras en el bosque del pueblo           
    
Yunho buscando la soledad y un lugar tranquilo... condujo y llegó, sin darse cuenta, al lugar donde estuvo la cabaña. Respiró profundamente. La luna creciente brilla en lo alto, más luminosa de lo común.
De pronto se sintió demasiado cansado, cerró los ojos y se durmió profundamente.

Y fue que ambas almas se encontraron, tan sutilmente y etéreas, como figuras transparentes, danzantes una alrededor de la otra... formando a instantes sus formas animales y humanas, imperceptibles. Las voces de sus conciencias dormidas, fueron escuchadas por sus lobos interiores. Ellos no olvidan la promesa hecha a la luna llena y la luna no olvida que los escuchó.

Oh, te he extrañado tanto, cada fibra de mi cuerpo te desea, te anhela. No deseo nada más que tenerte así, rendido completamente, arrodillado frente a mí... sentir tus labios, cerrándose al alrededor de mi eje, succionando, lamiendo...me vuelves loco. 
Tu aliento me da vida. Y tu aroma, oh, estoy mareado. Mis manos no pueden detenerse, necesito acariciarte.
Te acariciaré los muslos y atraparé con mi boca tu sexo... Tu sabor es único, nadie sabe como tú. Eres delicioso, estoy sediento de ti... déjame beber toda tu esencia. La necesito. Mis manos no paran de palparte, te puedo reconocer, incluso con los ojos cerrados. Oh, estás tan mojado, listo para mí. Preguntas ¿por qué me rio? Tus tetillas están erectas, con tan solo un simple toque de mi lengua.
Noto tus mejillas sonrojadas, niño travieso... reaccionas tan delicioso y tentador para mí. Tócame mi cuerpo está acalorado, siento la sangre bombear hasta mi polla.
Sentirás el dolor, me deslizaré dentro de tu apretado culito... empujaré y gritarás de placer, una y otra vez. Escuchó tus gemidos, me excito cada vez más... Mis manos te sujetan con fuerza de las caderas, tus delicadas caderas... Te pediría disculpas, por ser tan grande, y sacarte más de una lágrima., pero no puedo pensar en otra cosa que empalarte una y muchas veces más, entre más te doy, más quiero. Soy adicto a tu pequeño y blanco trasero.
Cuando finalmente me miraste, fue como volver a un lugar. Cálido... Me abrazaste y acariciaste mi espalda, susurraste algo y yo me estremecí.
Tus piernas rodearon mi cintura, y en un momento de éxtasis sin igual, hundí mis colmillos en tu suave piel. Lamí las gotas de sangre, me pareció el más exquisito néctar. La pasión no acabó en ese momento, el calor nos volvió a atrapar, con total furia animal y como si fuéramos dos lobos libres, corriendo por el bosque... Te hice mío una vez más.
Está hecho, nuestro lazo es para siempre. Tú en mí, yo en ti. No hay otro modo.

Al día siguiente

Yunho se despertó, sintiéndose extrañamente emocionado... alza las cejas, su boda es todo menos deseada. Recuerda vagamente que tuvo un sueño, pero por más que trata de recordar... las difusas imágenes se van volviendo más lejanas al punto de no recordar ni las placenteras sensaciones. La emoción también se evaporó.

Mientras

Yoochun conduce de regreso a la ciudad, mira de reojo a Jaejoong que ha estado demasiado callado.
—No has dicho nada desde que salimos, ¿ocurrió algo?
Jaejoong respira profundamente...
—Tuve un sueño.
Yoochun sonríe...
—¿Eso te tiene tan callado?
Jaejoong hace una, mueca.
—Fue extraño.
—Entonces olvídalo.
—Ya lo olvidé.
—¿Entonces? —pregunta Yoochun alzando las cejas.
Jaejoong respira hondo. —Es una sensación extraña. (mira a su amigo), no te rias de mi, pero...es como si mi alma hubiera salido de mi cuerpo.
Yoochun sonríe, Jaejoong hizo una mueca.
—No me rio, al contrario... Bien sabido es que algunas veces y ciertas personas pueden viajar astralmente y luego no recordar, contestó Yoochun.
Jaejoong lo mira...
—¿Hablas en serio?
Yoochun ríe...
—No.
Finalmente, Jaejoong también ríe.

Cuando llegó al Penthouse, subió a ducharse... Fue cuando sintió un tirón punzante, alrededor de la nuca, y cuello. Trato de mirarse ayudado de un espejo. No hay huella. El dolor pasó rápidamente.

En el pueblo

Yunho llegó al campamento... Todo está dispuesto para el crucial momento, quedan algunas horas para que la próxima luna llena resplandezca en lo alto… La capilla del pueblo recibirá a los novios y todos serán testigos del "Sí" ante Dios.  Luego, cuando el sol se esconda detrás de las montañas y emerja la luna majestuosa, el verdadero ritual se llevará a cabo, en el bosque.

En la ciudad

—Si estás cansado, podemos dejarlo para otra noche, dice Kang Dae, invitando a Jaejoong cenar.
Jaejoong respira profundamente y acepta la invitación. Regresaron tarde, bordeando la medianoche... Jaejoong bebió más de lo común.



En otro lugar de la ciudad

Yoochun que no cree en el destino, y solo en los contactos de amantes de su celular... Camina hacia el estacionamiento, mientras decide que la noche aún tiene mucho que ofrecer. Cuando decide a quien llamar, de pronto siente unos pasos presurosos y al alzar la vista un muchacho que miraba hacia atrás choca con él.

—¡Ayúdeme, me vienen siguiendo!, dice temblando.

Yoochun que en su mente todo se nubló y solo pudo darle unos cuantos puñetes a unos tipos de mal aspecto y luego amenazarlos para que se fueran, tambaleándose por la breve pero contundente paliza. Mira al asustado muchacho. Abrió los ojos de asombro.

—Eres, aquel, muchacho del pueblo.

—Y usted es, aquel hombre de la supuesta entrevista.

Yoochun respira profundamente, tal vez, el destino quiera jugar con él. Y viendo al muchacho tan cerca, está tentado en jugar.

Mientras en el pueblo

Yunho y Mi Suk dan el sí ante el altar.

Después escaparon hacia el bosque... y luego de un juego de seducción, en que ambos están abrazados, desnudos en el momento del éxtasis... El futuro líder...no pudo desenfundar sus colmillos. Su lobo interior se negó a marcarla.


En tanto, en el Penthouse...

Kang Dae se sorprende cuando la puerta de su habitación se abre...

—No quiero estar solo, esta noche... dijo Jaejoong.
Entonces Kang Dae lo recibió en su cama.




CONTINUARÁ...

domingo, 28 de agosto de 2022

PLENILUNIO 11

(Pacto de Lobos)


Pasado el mediodía


—Como no sé sus gustos, le preparé de todo un poco. Espero que sea de su agrado, señorito, —dice Min Jun sonriendo ante la reacción de Jaejoong.


—Todo eso... ¿Es para mí?, pregunta con asombro, ante una variedad de exquisitos platillos.


—El señor Kang me ordenó atenderlo bien, dijo Min Jun, mientras sirve el café. —¿Qué le pareció la experiencia de esta mañana?... espero que emocionante.


Jaejoong sonríe.


—Emocionante es poco, nunca me había tirado en paracaídas... Tuve mucho miedo, incluso me sentí mareado,  pero Kang me dio el valor para hacerlo, la sensación en el estómago, como un cosquilleo y abalanzarme al vacío fue como un orgasmo... Aún me tiemblan las piernas.


El mayordomo sonríe.


—Conozco esa sensación (carraspea)—el señor Kang es un excelente paracaidista...no hay nada que no pueda hacer.


—Me doy cuenta de que lo admiras mucho.


—Si, pero no se lo comente.


Ambos ríen.


Jaejoong miró hacia las escaleras...


—El señor Kang tuvo que salir un momento, dijo Min Jun —me pidió que lo disculpara. No se preocupe, aquí está seguro.


Jaejoong alzó una ceja...


—¿Seguro?


Min Jun vuelve a carraspear. —El señor es muy protector.


Mientras...


Soo camina de un lado a otro, vocifera, palabrotas y todo aquel que se encuentre cerca recibe un poco de su furia.


—¡Cálmate!, gritó uno de sus aliados.


Soo lo mira y se sienta de golpe... toma un trago para luego tomar otro y así casi toda la botella.


—Con emborracharte nada conseguirás.


—¡Al diablo!


—No cometas errores.


—El clan Jung debe caer. Solo yo soy digno de ser el líder de todos los clanes.


El otro hace una mueca.


—Toda esa palabrería no basta, si quieres demostrar que eres digno representante, debes enfrentar al futuro líder y vencerlo. Pero sabemos que no tienes oportunidad contra él.


Soo hace una mueca.


—Encontraré la manera, sin ensuciarme las manos.


—Pero hay otro asunto, y creo que es aún más importante. El hijo del príncipe es el verdadero peligro para todos nosotros... incluso para el clan Jung.


Soo sonríe siniestramente.


—Envié a mis mejores hombres tras su huella y no se detendrán hasta acabar con él.


En la mansión Jung.


Yunho que regresaba de la ciudad, escucha gritos en el despacho, cuando abre la puerta, su padre está a punto de golpear a Junsu. Inmediatamente se interpuso.


—No te atrevas, dijo, con dientes apretados.


—No te atrevas a desafiarme, eres mi hijo mayor, pero aún no eres proclamado líder ¡Así que quítate o también te golpearé!


Yunho se acerca un poco más y lo desafía...


—Vamos, golpéame, desquita tu rabia... pero a mi hermano no lo tocas.


El líder Jung mira a Junsu, lo indica.


—Contigo hablaré más tarde.


Yunho interviene.


—Lo que tengas que decir, hazlo ahora.


El líder hace una mueca...


—Tu hermanito, ocultó información importante.


Yunho alza una ceja y mira a Junsu, este mira el suelo.


—No puede ni mirarte a los ojos, es tan débil. Una vergüenza —dice su padre —no parece hijo mío.


Yunho toma de los hombros a Junsu. —Ve a tu cuarto.


Luego le recrimina a su padre la forma en que trata a su hermano menor.


El líder Jung respira profundamente...


—Es tan débil, deja de protegerlo y consentir a ese muchachito, de lo contrario nunca aprenderá a ser un hombre. Al paso que va, nunca se transformará y eso es la peor humillación para alguien que fue líder de un gran clan.


Yunho tratando de no perder el control.


—Solo piensas en ti.


—Pienso en él, y en el futuro miserable que tendrá. Si no cambia antes del próximo plenilunio, me encargaré...


Yunho alza las cejas...


—Siempre hice lo que has dicho, dejando de lado mis propios sentimientos por tu injusta causa. Pero no dejaré que arrastres a Junsu.


El líder Jung alza las cejas...


—¿Acaso debo repetir nuevamente todo?


—No es necesario, —contestó Yunho —Me sé de memoria esa letanía.


El líder Jung respira hondo. — Ahora te parecerá injusto, pero cuando tengas tus propios hijos, verás que siempre tuve la razón. No hay nada más importante que heredarle a tus hijos tierras donde nazcan y crezcan en libertad. ¡Debes luchar por mantener estas tierras libres de mestizos!. Los humanos son la peor especie sobre la faz de la tierra.


En otro lugar


Han Hana espera en un cuarto de un exclusivo hotel al hombre que contrató para averiguar el paradero de su sobrino.


Al verlo entrar por aquella puerta, no pudo más que respirar profundamente.


Ambos habían iniciado un tórrido romance secreto.


—Por favor, Eunji, suplicó ella, no debemos seguir viéndonos de esta manera, no es correcto.


Él la mira y mientras sus dedos acarician el borde de sus senos. —¿De verdad eso quieres?


—No soy una jovencita.


—Me alegro de que así sea, dijo él.


Aquel hombre tosco a despertado en ella, sensaciones que creía olvidadas. Él la llevó a la cama, para dejar las palabras y entregarse a la pasión.


En el pueblo


Yunho entra al cuarto de Junsu, quien permanece sentado en el suelo abrazando sus piernas.


—Soy la vergüenza de la familia, ¿verdad?


Yunho revuelve su cabello.


—Qué tonterías dices.


Junsu lo mira.


—Yo no sabía que era tan importante, decir lo de aquel forastero.


Yunho alza una ceja...


—¿Forastero?


—Fue amable y educado... (su sonrojo fue notorio).


Yunho esboza una sonrisa.


—¿Qué te preguntó?


Junsu se encoge de hombros.


—Averiguaba sobre la historia de estas tierras, mitos y leyendas... dijo que es para un reportaje de naturaleza o algo así. No vi el peligro en ello.


Yunho lo mira...


—Qué le dijiste específicamente.


Junsu está nervioso, carraspea y balbucea...


—Nada. Solo algunas historias... ya sabes, sangre pura de lobos.


Yunho respira profundamente.


—¿Le contaste a un desconocido la historia de nuestro pueblo?


Junsu se apura en contestar.


—Le dije que son cuentos que narran los ancianos para asustar a los niños mañosos.


Yunho hace una mueca. —Está bien, supongo que no hay nada de que preocuparse.


—Pero nuestro padre, está furioso.


—Ya sabes que le gusta exagerar y gritar por todo.


Yunho no hizo más preguntas, para que Junsu no se preocupe... Pero, más tarde, habló con algunos hombres de confianza para que resguarden la mansión y alrededores. Ese cuento del reportaje no lo convence, seguro es un espía.


En la ciudad


Jaejoong está en la sala, hojea algunos libros... luego mira los cuadros pegados en la pared, de personas con atuendos tradicionales. Mira el reloj, ya se hace tarde, así que decide marcharse, pero el mayordomo le pide que espere.


—De lo contrario, el señor Kang, me degollará, dijo en tono gracioso.


Esa noche...


Kang Dae y Jaejoong asistieron a un concierto de violines. Para luego cenar en un exclusivo restaurante, y finalizar la noche caminando por un parque en donde las ramas de los árboles se entrelazan formando arcos. Cientos de faroles le dan un toque romántico.


Cuando Jaejoong se quiso despedir, Kang se negó dejarlo ir tan tarde.


—Min Jun tiene preparada la suite de invitados. No queremos que se sienta ignorado, ¿verdad?


Luego, en la habitación de huéspedes, Jaejoong respira profundamente... todo es demasiado lujoso. Extraña el aroma del bosque. Vuelve a respirar hondo mientras se tumba en la cama, tan suave. No sabe qué pensar de Kang Dae, es agradable y atractivo... Se sienta al borde de la cama, a veces siente esas cosquillas juguetonas cuando está cerca de él. Pero ama a Yunho y, sin embargo, Kang Dae lo atrae demasiado.



Al día siguiente


Amigo mío, dice Yoochun no eres una doncella. Dale al cuerpo lo que te está pidiendo. Las novelas rosas déjalas de lado. ¡Por Dios!, tienes a un hombre como ese pidiéndote agua y serás tan mezquino de ¿negársela? Además, es bueno para la salud, cutis y cabellos relucientes.


Jaejoong ríe, Yoochun tiene una manera de ver y decir las cosas, que parecen tan simples.


—Te llamé varias veces, ¿dónde estabas?—preguntó Jaejoong.


Yoochun sonríe...


—Haciendo algunas averiguaciones.


Jaejoong alzó una ceja.


—Park Yoochun, esa sonricita...¿conociste a alguien especial?


Yoochun y un largo suspiro que hace reír a Jaejoong.


—Bastante especial.


—¿Y?


—Nada.


—¿Nada?,  si Park Yoochun no sedujo a esa persona...es grave (dice sonriendo)


Yoochun hace una mueca...


—Así como me ves, también tengo códigos, amigo mío, jamás me aprovecharía de la inocencia de alguien.


Jaejoong pestañea, es la primera vez que escucha hablar así a Yoochun., Seguramente esa persona lo impresionó demasiado.


En otro lugar


Eunji acaricia la espalda de Hana mientras ella trata de arreglar su desordenado cabello, él sonríe.


—Entonces qué has averiguado...


—Querida, no quise decirte antes para que no te desilusiones.


Ella lo mira con preocupación...


—Habla...


—Encontramos el campamento de Jeong, pero, el muchacho se marchó y nadie sabe donde está, tal vez se fue lejos.


Ella palideció. Encontrar a Jeong era su única esperanza y ahora estaba como al principio.


En el bosque


Yunho permanece tumbado en el pasto, luego de correr un largo tramo... poco a poco volvió a la normalidad y se quedó quieto un largo rato... pensando... quizás sus pensamientos lo llevan al lugar donde quisiera estar en ese momento. Respira profundamente, es momento de dar un paso adelante. Comprometerse y liderar todos los clanes. Si, eso debe hacer, lo demás es una ilusión que poco a poco se va desvaneciendo.


Otro día


Mientras Jaejoong atiende las mesas, dos hombres que fingen ser clientes lo vigilan.


Jaejoong alza las cejas, otros dos tipos están afuera en la calle, no se han movido del mismo lugar.


Al mediodía termina su primer turno. Al salir y caminar algunas calles, se dio cuenta que lo siguen, sus sentidos se han agudizado. Dobla una esquina y se esconde. No los ve pasar, seguro siguieron otro camino, o él está pensando demasiado. Salió de su escondite y se enfrenta cara a cara con ellos que al verlo sonríen maliciosamente. Detrás hay una callejuela, sin salida. Las paredes son altas y el bullicio aplacaría cualquier grito.


—Neul nos pagará bien —dijeron entre risas burlonas.


Fue todo muy rápido, Jaejoong escuchó voces de lamentos, mientras, él, es abrazado con fuerza. El aroma de ese hombre es exquisito. Respiró hondo, ese olor es de Kang.


Los guardaespaldas que siempre lo acompañan se encargaron de los idiotas.


Cuando Kang se apartó, Jaejoong sintió frío.


Uno de sus hombres de seguridad le habla bajo. Kang Dae hace una mueca y luego mira a Jaejoong. Dio órdenes que se lleven a los idiotas y los hagan hablar.


Luego camino a otro lugar...


Jaejoong mira por la ventanilla, no está seguro de haber escuchado  con claridad... Pero, Neul, es el nombre de su tío paterno.


Kang Dae le toma la mano.


—Desde ahora vivirás conmigo, así podré protegerte en todo momento.


Aquella tarde en el pueblo


Junsu ve llegar a Yunho, se ve cansado y su camisa está rasgada... De seguro estuvo corriendo más allá del bosque, hasta los límites de las tierras del norte.


—¿Necesitas correr tan lejos para pensar? —preguntó Junsu.


Yunho lo miró de reojo...


—Ya no pensaré más.


Junsu alzó una ceja.


Más tarde se enteró de que la cabaña, en medio del bosque, ha sido destruida por completo. Junsu, hizo una mueca, seguro fue Yunho. No quiso reprocharle. De todos modos, no cree que algún día Jaejoong regrese al bosque.


Después de cenar, en que todos estuvieron muy callados y después que el líder Jung salió sin decir donde, Junsu no pudo dejar de preguntar a su hermano.


—¿Por qué?


Yunho sin dejar de leer algunos papeles...


—Era necesario.


Junsu hace una mueca...


—Y ahora qué...


Yunho respira hondo.


—Ahora me enfocaré en el futuro.


Junsu lo mira y le quita los papeles de las manos.


—Aunque hayas destruido la cabaña, no podrás acabar con los recuerdos, no solo son los tuyos... La mayor parte de nuestra niñez pasamos en esa cabaña, sé que lo recuerdas bien... cuando después de jugar en el bosque, la madre de Jaejoong nos horneaba deliciosos pasteles (sonríe) luego nuestro padre nos regañaba y nos hacía comer carne cruda. Desde que tengo uso de razón, te recuerdo sonriendo, jugando y por sobre todo protegiendo a Jaejoong de ser castigado.


Yunho esboza una sonrisa, luego carraspea...


—Las pasiones pasan, hermano, no se puede vivir de recuerdos o arrepentimientos.


—Pero aún es tiempo, no te has casado ni estás comprometido, y...


—¡Ya basta!, tomé una decisión y aunque no esté de acuerdo con mi padre en todo. En algo tiene razón, jamás dejaré que este clan se extinga.


—Yo solo quiero que seas feliz, dijo Junsu bajando la voz.


—Seguro seré feliz, solo debo encontrar a la persona indicada. Ahora tengo que salir.


—Solo una pregunta más, dijo Junsu.


Yunho respiró profundamente.


—Por qué, él, no puede ser tu compañero...


—Hay muchas cosas que nos separan, aunque eso de la sangre pura carece de sentido, a mi parecer...Quiero descendencia, además...


—¿Además?


Yunho respiró hondo, es mejor que Junsu lo sepa y de esa manera deje de creer que entre él y Jaejoong puede haber alguna posibilidad de estar juntos.


—Jaejoong lleva la sangre del asesino de nuestra madre... Puedes entenderme ¿ahora?, cómo podría estar con él. Sería traicionarme a mi mismo.


Junsu se quedó perplejo y no pudo seguir hablando.


Yunho lo lamentó, pero al fin de cuentas es mejor así.


Esa noche y las noches siguientes Yunho tuvo innumerables citas... El calor de los suaves cuerpos femeninos, en definitiva, no alimentan ni sacian sus más puros y bajos instintos. Tal vez no está buscando en el lugar adecuado. Necesita una mujer fuerte y ya sabe donde encontrarla.


Algunas horas después...


El líder Jung ríe de buena gana...


—¿Es en serio?


Yunho hace una mueca...


—Brindo por ello, cómo no lo pensé antes... Esas mujeres son verdaderas amazonas (vuelve a reír) Buena elección (alza las cejas) ¿cómo elegiste a la indicada? No me digas, ya puedo imaginarlo, por eso me siento orgulloso. Mi hijo mayor, todo un macho.


Yunho respira hondo... su padre no se equivoca, tuvo sexo con varias de ellas, hasta que con una de ellas se sintió satisfecho.


El líder Jung respira profundamente...


—Tendrás hijos hermosos y fuertes. (Luego siguió riéndo)


Dentro de los dominios del clan Jung, existen otros clanes más pequeños entre ellos un grupo de mujeres excepcionalmente hermosas, pero tan fuertes como los mismos hombres. Por tal razón no son muchos los que se aventuran a asediarlas, prefieren hembras más sumisas.


Mientras en la ciudad


Jaejoong sentado al borde de la cama, acaricia una fotografía... apenas puede ver los rasgos hermosos de su madre... la imagén se estropeó por la última lluvia que pasó en la calle, su mochila cayó al suelo cuando escapaba de unos pandilleros. De todo lo que perdió, la fotografía es lo que realmente lamentó. El paso del tiempo borra las sonrisas y los gestos, aunque el sentimiento permanece intacto. 


Una tarde en el pueblo


 En una reunión de rutina, se habla del supuesto hombre que busca arrebatar las tierras.


Yunho escucha con atención los alegatos de los demás...


Soo golpea la mesa y vocifera palabrotas.


El líder Jung mantiene la calma.


Soo tratando de cosechar la cizaña...


—¡Que hable el futuro líder!


Todos estuvieron de acuerdo.


Yunho de pie al centro, rodeado por todos los líderes... los mira a los ojos a cada uno.


Luego de dar un gran discurso, finalizó diciendo...


—Nadie pondrá un pie en estas tierras sin perder algo a cambio.


Al decir esas palabras es ovacionado por los presentes.


El líder Jung ríe orgulloso.


En la ciudad


Min Jun está preocupado...


—Señor, esa gente es peligrosa...no se fíe.


Kang Dae mientras escoge una corbata que haga juego con su camisa.


—No te preocupes, estoy acostumbrado a lidiar con bestias.


—Aunque así sea, replica Min Jun —tenga cuidado. He sabido que el futuro líder es un hombre fuerte.


Kang Dae lo mira...


—Eso está por verse... además, no busco pleitos con cachorritos... solo deseo encontrar a mi abuelo, ni siquiera estoy interesado en las tierras. De todos modos no me quedaré por tiempo indefinido en este país.


Min Jun alza una ceja...


—Entonces, que pretende con el señorito Jaejoong... el joven es amable.


—Pretendo protegerlo, y si él me da una oportunidad de hacerlo feliz, estará a mi lado donde yo esté.


—¿Está enamorado, señor?


Kang Dae sin mirarlo.


—Preguntas demasiado.


Min Jun haciendo caso omiso a su señor, vuelve a preguntar.


—Pronto se iniciará una nueva temporada de apareamiento ¿Se quedará?


Kang Dae respira profundamente.


—Sé perfectamente lo que estás pensando.


—Entonces, tome medidas, si no quiere lastimar al muchacho.


—Hace mucho que dejé de ser un joven imprudente. A mi edad la pasión se saborea de otra manera,  más deliciosa. Sin pausas, sin prisas...todo en su justo momento.


Algunos días pasaron...


Fue cuando un rumor comenzó a esparcirse entre los lobos... llegando a oídos de clanes lejanos.


El joven líder Jung Yunho acaba de reclamar a una joven amazona, de nombre Mi Suk y con ello quedan unidos por todos los tiempos humanos y sobrenaturales.


No pasó mucho tiempo para que cierto rumor llegara a los oídos de Jaejoong.


Ante tal decepción fueron los brazos de Kang que lo sostuvieron.






Continuará...

Próximo capítulo:Grandes revelaciones.


viernes, 19 de agosto de 2022

PLENILUNIO 10

(Pacto de Lobos)


Yunho está inquieto, ignorando las miradas que le son dedicadas con libidinoso descaro. Camina buscando la fuente de tan agradable y tentadora esencia. Su lobo está despierto y exige ser liberado. Tae que parece su sombra lo sigue a donde quiera que va. Habla y habla, exagerando su actitud coqueta. Y de pronto el futuro líder encontró lo que busca, sus ojos destellaron y sus fosas nasales se abrieron... el deseo recorre su bajo vientre. Jaejoong está allí, como siempre tan espontáneo y desinhibido. Murmura algo en el oído de otro hombre. Ambos ríen y brindan por lo que seguramente será una acalorada noche, mientras se mueven cadenciosamente al ritmo de la música.

Yunho se está impacientando, sabe que nada tiene que reclamar... Pero su lobo interior no entiende razones. Por eso trata de responder a los descarados estímulos de Tae.

Jaejoong ríe ante las acaloradas palabras, del hombre que está con él... prometiendo una inolvidable noche baja la luz de la luna. De pronto otro hombre quiso llamar su atención, provocando un altercado que Yoochun se encargó de enfriar antes que empezaran a destrozar el lugar.

Yunho frunce el ceño, si él estuviera con Jaejoong... nadie, ningún hombre o lobo idiota se atrevería a mirarlo. Todos sus encantos serían solo suyos.

Tae alza las cejas, nota la angustia de Yunho y antes que se tiente por otro. Él comenzó a moverse sensualmente al son de la música.

—Lo siento, dijo Yoochun, espanté a tus pretendientes... eso es lo que provocas amigo, míralos te comen con la mirada, tienes de donde escoger y si ninguno cumple tus expectativas, ya sabes, somos amigos (ríe). Ignora al cretino y a su mascota.

Jaejoong esboza una sonrisa.

Mientras Yunho baila demostrando que en la pista de baile y en cualquier otro escenario, sabe moverse a la perfección, sobre todo cuando de amantes se trata. Sonríe mientras atrae a Tae contra él con fuerza. Movimientos cada vez más candentes, dedicando fugaces miradas a Jaejoong.

Es un idiota, murmuró Yoochun, no podrá apagar su calentura con otro. Ya veré como quitarle la sonrisa cínica.

Jaejoong agarró su chaqueta y salió a la calle... Tantas feromonas sueltas de hombres lobos, lo tienen mareado y verlo a él con otro, es demasiado. Lo superaré, dice con convicción, pero pasará algo de tiempo. Respira profundamente, mientras enciende un cigarrillo, la brisa de la noche se lleva el humo, como así los suspiros de Jaejoong. Vio a Tae subir a la camioneta de Yunho, y conducir en dirección al bosque. 

—Lo siento, dijo Yoochun, yo solo quería que te divirtieras.

Jaejoong sonríe. — Esas pequeñas muestras de sus sentimientos hacia mí hacen replantearme mis propios sentimientos hacia él. Su cobardía es mayor al amor que aún siente por mí y eso es peor.

Yoochun está perplejo, Jaejoong lo mira. —Solo digo que... necesito un hombre a mi lado y por lo visto Yunho no es quien yo pensé.

Yoochun alza las cejas —Y que pasará con la pasión...no podrás resistir por mucho tiempo.

Jaejoong sonríe—No olvides que soy medio humano, puedo resistir a eso y mucho más. Pero, ¿quién dijo que me resistiré a las pasiones de otro hombre?

Yoochun ríe aliviado y dándole un golpe en la espalda lo invitó a tomar otro trago.

Algunas horas después...

—¿Aún despierto?, pregunta Yunho cuando ve a Junsu en la sala.

—Pues yo pregunto ¿Tan pronto regresaste?, es la previa de la temporada de apareamiento y mi hermano está en casa. ¿Ya te aburriste de tu sombra?

Yunho sonríe de medio lado, —solo vine a cambiarme, estoy pegajoso.

Junsu hizo un gesto de asco.

Yunho ríe y sube a bañarse. Luego, cuando el agua recorre su tonificado cuerpo, tan solo pensar en Jaejoong su lobo interior reacciona. Respira profundamente apoyándose en la muralla y da gracias por no haberlo marcado, de lo contrario estaría en graves problemas. Por ahora Tae ha suplido bien sus deseos. Golpea la muralla, es necesario seguir engañándose así mismo.

A la mañana siguiente. 

—Si sigues caminando de ida y vuelta en la misma dirección, harás un forado en la alfombra —dijo Yunho a su padre.  

—Tenemos problemas, dijo.

Yunho sin mostrar mayor preocupación.

—Si el motivo es Soo, no te preocupes... lo mantengo vigilado, está todo el tiempo buscando algo y supongo que tú buscas lo mismo.

El señor Jung resopla... Dejará el asunto del supuesto hijo del príncipe Han en el tintero. Ahora es otro problema que urge resolver.

—Hay un sujeto, que según mis informantes está interesado en nuestras tierras.

Yunho alza las cejas.

—Muchos han querido estas tierras, y tu bien has sabido corretearlos (dijo riendo)

—Esta vez es distinto.

Yunho alza una ceja

—¿Por qué?

Su padre carraspea y toma una copa de vino...

—Es un hombre poderoso, de mucho dinero.

Yunho hace una mueca, su padre algo oculta. Esboza una sonrisa, son muchos secretos, que él descubrirá.

—Quiero que lo sigas, y descubras sus intenciones... si son rumores o efectivamente quiere apropiarse de nuestras tierras —dijo el señor Jung, entregándole en un documento toda la información a Yunho.

—Y después qué... pregunta.

El señor Jung arruga el ceño.

—Hemos defendido lo que nos corresponde con sangre y sudor, esta vez no será distinto.

Mientras tanto, Junsu visita al anciano...

—El destino ya se echó a correr, dijo con una sonrisa.

Junsu alza las cejas.

—¿Qué quiere decir?

El anciano se encoge de hombros.

—Las piedras no me dicen más. Simplemente que las piezas están por unirse y una gran verdad saldrá a la luz.

Junsu pestañea.

El anciano empezó a toser, inmediatamente Junsu llena un vaso con agua de hierbas y se lo dio a beber. Luego, mientras descansa, Junsu se pregunta cuál será la historia de aquel hombre. A quienes ha preguntado, dicen no saber. Un día quiso preguntarle a su padre, pero el señor Jung lo miró de tal manera que Junsu retrocedió y corrió.

Al rato cuando el anciano despertó...

—Huele bien...

Junsu sonríe...

—Le preparé una deliciosa sopa de pollo.

El anciano alza una ceja, sabe que Junsu es muy curioso...

—No tengo todas las respuestas, jovencito, creo que esa es la mayor magia... dejarnos sorprender por el destino.

Junsu lo mira...

—¿Cómo llegó a este valle, y su familia?, supongo que tiene hijos y nietos.

El anciano dejó de comer...

—Se hace tarde, y tengo sueño.

Junsu hizo una mueca.

El anciano respira profundamente.

—Mi memoria es frágil y no recuerdo mi pasado... pero a veces tengo la sensación que tengo un nieto.

Junsu sonríe.

—Trate de recordar su nombre y le prometo que yo lo buscaré.

Mientras en otro lugar...

Un hombre elegante se mira en el espejo... acomoda su corbata. El mayordomo entra a la habitación.

—Está de buen humor, señor... quiere el desayuno en la sala o en la terraza.

El hombre lo mira y sonríe.

—Tomaré café en un pintoresco lugar, en el centro.

El mayordomo alza una ceja. —Tomará café en un pintoresco lugar, ¿usted? A mí me parece que tiene una segunda intención.

El atractivo hombre sonríe y sale.

Esa misma mañana, Tae con tono infantil recorriendo el pecho de Yunho con su dedo. —Quédate conmigo, te mimaré de mil maneras.

Yunho sonríe y toma su mano alejándola, para abotonarse la camisa. —Tengo deberes que cumplir. Pero créeme que con gusto me quedo contigo (sintió un pinchazo en el estómago) Seguro su lobo interior no está de acuerdo.

Tae y su cara de cordero degollado, consigue que Yunho lo lleve con él.

Al rato está aburrido, mientras el futuro líder habla con otros hombres de negocios, para luego hablar con un hombre misterioso a quien le encomienda averiguar sobre el hombre que supuestamente quiere las tierras de su padre.

Jaejoong hace muecas mientras el dueño del local lo está regañando. Le recuerda la vez pasada cuando dejó caer la bandeja, luego en otra oportunidad vaciar el contenido de una botella a un cliente mañoso.

—Te descontaré de tu salario, y la próxima vez quedas despedido... A no ser que aceptes mis requerimientos íntimos, —dijo en voz baja.

Jaejoong agarró una bandeja y antes de golpearlo con ella, respiró profundamente... y fue a atender a una pareja que llegaba. Quiso detenerse y retroceder, pero ya era tarde... abrió su libreta y preguntó.

—¿Qué se van a servir?

Tae alza una ceja, luego hace una mueca...

—Recítame el menú —dijo con tono de burla.

Jaejoong lo mira e indica que frente a sus narices está el menú.

Yunho carraspea, y pide un café.

Tae insiste en molestar.

—Te he visto antes, eres el mestizo, ¿verdad?. Se habló mucho de ti en el campamento, y claro, no hueles a uno de nosotros.

Yunho alza una ceja.

Jaejoong le sonríe...

—Me alegro de no oler a perro mojado.

Tae se pone de pie... Jaejoong no retrocedió.

—Ya basta, dijo Yunho.

Jaejoong que no le ha dedicado ni una furtiva mirada...

—Has el favor de llevarte a tu mascota.

Cuando Tae iba a responder, Yunho lo tomó de la mano. —Vamos a otro lugar más privado.

Tae sonríe.

Jaejoong respiró profundamente cuando los dos salieron del lugar. 

No puede dejar de pensar que, tal vez, en otras circunstancias, Yunho y  él...(respira hondo) no puede dejarse llevar por ilusiones que jamás serán reales. De todos modos, un cobarde que niega sus propios sentimientos,  siempre será un cobarde, aunque sea un gran líder.

Es contradictorio.

Cuando el hombre elegante, está por llegar a la cafetería donde Jaejoong trabaja, recibió una llamada importante, hizo una mueca, tendrá que dejar el café para más tarde.

Aquel día, Jaejoong, tuvo que quedarse en doble turno. Ya pasaba de la media noche y todos los demás ya se han ido, solo queda llevar algunas bolsas al tarro de la basura en la parte trasera del restaurante. Jaejoong hace una mueca, es como esas películas de terror en una calle solitaria y oscura. Finalmente, cerró el local y caminó hasta el estacionamiento. Antes de llegar, cuatro tipos en evidente estado de ebriedad lo rodearon.

—Que suerte, cayó un angelito.

Jaejoong reuniendo toda su seguridad los enfrenta.

Los hombres se miran y ríen.

Jaejoong respira profundamente.

—Si ya terminaron de reírse, ahora, pueden largarse.

La invitación a largarse no fue bien recibida.

¿Qué podría hacer él contra cuatro hombres que lo están mirando de forma extraña? Podría correr, como cuando era más joven. Pero de pronto la luna se asomó por detrás de las nubes y él sintió una especie de hormigueo por todo su cuerpo, siente pinchazos en sus encías y por un momento su visión se tornó borrosa. Cuando dos de los tipos se abalanzan, él pudo derrotarlos con facilidad. Pero al parecer fue mucho esfuerzo para quien recién comienza a despertar, su instinto animal.

Algunas horas después.

Despertó sobre un cómodo colchón cubierto de sábanas de seda, abre los ojos y pestañea unas cuantas veces. Trata de recordar lo sucedido.

—¿Buenos días, señorito, durmió bien? —pregunta un hombre elegante.

Jaejoong trata de salir de su estado de confusión.

El hombre sonríe—Permítame presentarme adecuadamente; (una reverencia) Soy Min Jun mayordomo del señor Kang... Quien la noche pasada lo salvó heroicamente de cuatro sujetos a los cuales dejó maltrechos (sonríe)

—¿Kang?—repitió Jaejoong en tono de pregunta.

—Kang Dae, el poderoso —dijo el joven mayordomo (alza una ceja) ¿No has escuchado hablar de él?

En ese momento la puerta se abrió...

El hombre sonríe.—Te esperaré abajo en la sala, para que desayunemos juntos, ¿te parece bien?, sé que tienes preguntas desordenadas en esa linda cabecita.

Luego mira a Min Jun...

—No me digas el "poderoso".

El joven sonríe.

—Es lo que significa su nombre.

—Y supongo que tu nombre significa, tonto.

El joven hace una mueca.—Amable, inteligente y guapo, eso significa.

Jaejoong los mira...

—¿Son pareja?

Min Jun casi se atraganta...

—¡No, que Dios me ampare!

Kang Dae, rodó los ojos.

—Ni siquiera mi mayordomo me respeta.

Jaejoong sonríe.

Luego

—El joven Min Jun dijo que me defendiste de esos idiotas, dijo Jaejoong.

Kang Dae sonríe mientras toma una tetera de porcelana fina...

—Prefieres té o café.

—Café, por favor, contesta Jaejoong.

—Verás, dijo Kang, esa mañana tuve toda la intención de ir a verte, pero unos asuntos no tan importantes como tú me retuvieron hasta tarde... y por suerte tuve el pálpito de pasar por esa calle. Vi cuando derrotaste a esos dos y desvanecerte... Antes que pudieran tocarse una hebra de cabello, los reduje, así...(chasquea los dedos) 

Min Jun rueda los ojos.


 Algunas horas después...

El líder Jung camina muy molesto por toda la sala, mira su reloj... Gruñe.

Yunho respira profundamente, también está molesto.

Se supone que tendrían una cita de negocios con un importante capitalista extranjero, el cual, canceló la cita por motivos privados.

En ese preciso momento, en otro lugar...

Jaejoong respira profundamente...mientras Kang Dae,  revisa el cinturón de seguridad.

—¿Estás mareado?,  pregunta.

—Solo un poco, contesta Jaejoong.

Kang lo tranquiliza.

—Es la primera sensación, aunque cada vez que lo hagamos lo sentirás más profundo... en mis brazos no tienes nada que temer.

Jaejoong está nervioso, pero sonríe.

—El vértigo que le produce; las cosquillas y el miedo  al momento de arrojarse,  es sencillamente delicioso...dio un orgásmico grito.

Kang sonríe...

Rato después, Jaejoong camina y siente sus piernas temblorosas, sonríe avergonzado.

—Nunca, en mi vida, había hecho algo así, es tan adrenalínico.

Kang sonríe y con voz seductora...

—Conmigo aprenderás a conocer las más deliciosas sensaciones.


...

jueves, 4 de agosto de 2022

PLENILUNIO 9

(Pacto de Lobos)



Ya pasó tiempo desde que se vieron por última vez. Los recuerdos y las caricias siguen quemando su piel. Yunho resopla... tal vez nunca más vuelva a sentir esa pasión desenfrenada... pero está seguro que tomó la decisión más acertada.


—Un líder insatisfecho nunca tendrá paz, dijo Junsu.


Yunho trata de ignorarlo, de todos modos que sabe su hermano de pasiones.


De vez en cuando su lobo interior le patea el estómago... y de pronto recuerda lo desinhibido que puede ser Jaejoong y arruga el ceño cuando piensa que otro llegará a su vida y él no podrá evitarlo.


Necesita de alguna manera bajar esa incómoda necesidad que cada noche lo hace tener sueños húmedos. Frecuentó bares, hasta que una noche conoció a un muchacho, tan parecido físicamente a Jaejoong que no dudó en arrinconarlo en alguna callejuela.


Los planes de la boda siguieron en curso, de todos modos, Yunho no oculta a su amante. Se les ve con frecuencia en bares y entrando a moteles.


Nadie cuestiona la vida amorosa y sexual del futuro líder.


Sucedió un día...


Hombres del líder Jung y otro grupo seguidores de Soo se enfrentaron.


—¿Qué sucedió?, preguntó Yunho.


Junsu hace una mueca.


—Si dejaras de jugar con esa mala imitación lo sabrías.


—Sé que no te agrada, pero él...


—No me importan tus falsos motivos.


—Lo que siento cuando estoy con él no es falso.


Junsu resopla.


—Para un lobo saciar su lujuria cualquiera es bueno, sabes que me refiero a otra cosa.


Yunho hizo una mueca y prefirió entrar a la sala... Ambos grupos se inculpan de estar planeando traicionar a sus bandos respectivos. Lo cual no es descabellado, el propio líder Jung ya lo advirtió. Soo es un traicionero, un enemigo al cual es preferible tenerlo cerca. Pero al parecer esa regla está por cambiar.


Llegó un momento en que ambos líderes alzaron la voz, ninguno de los dos se aplacará contra el otro. No pueden coexistir dos alfas. Y aunque Yunho haya sido designado como el único líder de ambos clanes, esta vez Soo se negó. Rompiendo así el pacto entre ambos.


Los más alterados y sedientos de sangre, propusieron un combate, que ambos líderes proclamen un campeón que los represente.


Por supuesto que Yunho como futuro líder se enfrentó al mejor hombre de Soo, la lucha no fue fácil, pero hubo un vencedor.


Yunho es subido en andas.


Soo comenzó a reír, dijo que todo había sido planeado para ver la reacción del futuro líder. Yunho hizo caso omiso a esa tonta disculpa. No tomó represalias, los clanes seguirán unidas, pero aprovechó la oportunidad de romper el compromiso. Cosa que a Soo no le agradó, pero que aceptó.


Es mejor vigilar al enemigo de cerca, pensó.


En otro momento.


—Deja de gritar, advierte Soo a Yuta, quien no se convence ni acepta la decisión de Yunho de romper el compromiso.


—¡Oblígalo a casarse conmigo, seré el hazmerreír de todas las envidiosas!


—Encontraré otro pretendiente, digno de ti, no un campesino con gustos excéntricos.


Pero ella grita y arma un caos, los sirvientes pagaron su ira.


Más tarde


Yunho frente al espejo, abotonándose la camisa... Junsu hace una mueca.


—Supongo que irás a verte con tu amante.


—Supones bien.


Junsu lo mira.


—Si ya no existe impedimento, por qué no buscas a...


—Imposible.


—¿Por qué? ¿Es por su mitad humana? Ya veo, sigue la estúpida idea de depurar la sangre, ¿es eso?


Yunho resopla...


—Hermano, busca a alguien... Así no te meterás en mis relaciones.


Junsu hizo una mueca.


—Está bien, no te diré nada, después no andes llorando.


Yunho ríe.


Algunas semanas después.


Jaejoong corre de un lado a otro, atendiendo las mesas, de donde es mesero. Una de esas noches vio llegar a un grupo de jóvenes, y, lo supo de inmediato... eran lobos. Temía ser descubierto y molestado por su condición de medio humano.


Pero nada sucedió, supone que su lado humano es más fuerte... respira profundamente aliviado, pero también algo decepcionado. No es fácil llevar la sangre de dos naturalezas totalmente diferentes y también es una cruel carga.


Es sacado de sus pensamientos, cuando... al momento de llevar una bandeja con cervezas. Escuchó lo que hablaban.


—¿En serio, sucedió eso?, cuenta los detalles —dijo uno de los jóvenes.


El otro sonríe...


—Los dos clanes Jung y Soo se enfrentaron, acusándose de traición.


Jaejoong alza las cejas.


—El futuro líder fue elegido como representante de su clan y por supuesto que venció, además aprovechó la oportunidad de romper el compromiso.


Jaejoong sonríe, no pudo evitarlo.


El joven continuó.


—Se dice que el futuro líder, Jung Yunho, tiene un amante.


El corazón de Jaejoong se aceleró... ¿Acaso hablan de él?, pensó.


Otro hace una mueca...


—Hablas de Tae, ¿verdad?


—Oh, si el mismo.


—Supe que cuando Yuta se enteró, hizo secuestrar al muchacho, Yunho no dudó un segundo en ir a rescatarlo. Eso es amor.


Todos brindan.


Jaejoong dejó caer la bandeja., se avergonzó y salió corriendo por la parte trasera del bar... hasta una callejuela, se quedó allí hasta que no pudo llorar más.


Si pudiera aullaría, pero Yunho no lo merece, y esa noche no hubo luna. Además, parece ser que su lobo nunca emergerá.


Mientras los jóvenes se encogieron de hombros.


—¿Se fijaron en el mesero?... creo que lo he visto en otra parte.


—Si yo lo hubiera visto antes, seguro no lo olvido, ¿se dieron cuenta lo torpe y sexy que es?


Todos rieron y concordaron.


Luego en el cuarto que arrienda, golpeando la almohada.


—¡Tonto cachorro!, (suspira)... Solo fue una noche, como él dijo, está con otro y no lo esconde. Soy un estúpido.




Respiró profundamente, tratando de ordenar sus sentimientos. Se duchó y salió a caminar. De pronto se puso a llover a torrenciales. Corrió para protegerse bajo algún techo,  fue cuando chocó con un hombre guapo que sin dudarlo un segundo, le ofrece su paraguas. Jaejoong se sorprendió, la fuerza de magnetismo de ese hombre era imposible de negar. Pero nunca se sabe, los psicópatas suelen ser cautivadores, entonces rechazó el ofrecimiento.


—No te haré daño—dijo —Yo solo quiero protegerte.


Jaejoong alzó las cejas.


—No me conoces.


—Te he visto en el bar donde trabajas.


Jaejoong pestañea, entonces ese no fue un encuentro accidentado, lo indica...


—¿Me estás acechando?... ahora te recuerdo, eres el tipo que siempre se sienta en el rincón y pide lo mismo todas las noches... Tienes esa manía de sonreír de medio lado que te hace ver condenadamente sexy.


El hombre sonrió y Jaejoong carraspeó.


—¿Y por qué tendrías que protegerme?, yo puedo cuidarme solo.


El hombre vuelve a sonreír


—Digamos que me produces ternura.


Jaejoong pestañea.


Que le produzca ternura a un hombre como ese, le pareció, incluso, ofensivo.


Hizo una mueca.


—No soy un niño.


—Puedo darme cuenta.


Jaejoong resopló.


El hombre lo invitó a beber algo a un bar cercano y esperar, juntos, que la lluvia pase.


Jaejoong lo mira de los pies a la cabeza, su lobo interior aunque somnoliento le incita seguir a ese hombre, finalmente aceptó, pero de todos modos tuvo sus reservas, cuidando de cualquier movimiento sospechoso. El hombre ríe.


—¿Qué es tan gracioso?, y no me digas que yo.


El hombre sonríe levemente.


Llegaron a un bar...


Después de una cerveza, Jaejoong agarró confianza. Hablaron de cosas comunes y cotidianas, como; mejor película, comida favorita... mejor fin de semana. Rieron por largos segundos, cuando Jaejoong narró una de sus tantas anécdotas.


—¿Me dirás tu nombre?, hemos hablado de casi todo y no sé con quién compartí mis aventuras fallidas.


—Te lo diré la próxima vez.


Jaejoong hizo una mueca.


El hombre lo mira fijamente.


—Así tendré una excusa para verte.


Jaejoong no pudo evitar sonreír.


Al otro día...


Jaejoong, no sabe qué sensación será, pero aquel desconocido lo hizo olvidar por algunas horas, que tiene el corazón roto.


Se sienta en un banco de la plaza, es mejor, tomar las cosas con calma, pensar en lo verdaderamente importante y ¿qué es lo verdaderamente importante?. Se acostó a lo largo de la banca, el sol lo hace bostezar y sentirse perezoso.


Al rato despierta por las pistolas de agua de los niños que pasan corriendo, salpicándolo. Él hace una mueca y luego sonríe, recuerda su propia niñez, y lo mucho que le gustaba molestar a Yunho; siempre terminaba tumbado en el pasto. También recuerda a Junsu, siempre apoyándolo en sus travesuras.


En la tarde llegó a su trabajo, lo primero que hizo fue mirar hacia el rincón, el apuesto desconocido no ha llegado. Las horas pasaron y no llegó. Lo mismo sucedió al día siguiente, así una semana pasó.


—¿Por qué esa cara enfurruñada? —preguntó un hombre que llegó al bar. —Me quejaré con el dueño.


Jaejoong resopla y respira profundamente.


—Park Yoochun, ¿me estás vigilando?—dijo alzando las cejas.


—También me da gusto verte, —dijo Yoochun fingiendo estar indignado, para luego sonreír.


Jaejoong le da un abrazo.


—Siempre es agradable ver a un buen amigo.


Al rato...


—Iré exclusivamente a ese pueblo y le patearé el culo —dijo, Yoochun, realmente molesto.


Jaejoong le advierte.


—No harás nada, llegado el momento quiero ser yo quien lo patee (sonríe).


Yoochun respira profundamente, su amigo es tan noble... tanto que le dan ganas de golpearlo.


Jaejoong hace una mueca.


—Puedo adivinar lo que estás pensando, te conozco bien.


Yoochun lo mira.


—No tienes que pasar necesidades, yo puedo...


—No lo aceptaré. Además, me pagan bien.


Yoochun alza una ceja.


Jaejoong sonríe.


—Tengo otros trabajos esporádicos.


—Eres terco.


Jaejoong sonríe y vuelve a mirar hacia el rincón... Yoochun alza una ceja.


—¿A quién buscas?


Jaejoong niega con la cabeza. —No es nada.


Yoochun no aceptó una negativa y esperó que Jaejoong terminara su turno y lo llevó a un exclusivo antro que se inauguraba justo esa noche. Solo algunos miembros especiales tienen invitación.


Jaejoong está impresionado, el lugar es fantástico... luces destellantes, pantallas gigantes... El bar con una infinidad de licores, un barman a cada extremo, hacen un show fascinante con las botellas. Además de guapos.


—Puedo darme cuenta de que los invitados no son simples mortales —dijo Jaejoong algo incómodo.


Yoochun sonríe.


—Amigo mío, disfruta las sorpresas de esta noche.


—¿Cómo hiciste para que nos dejaran entrar? —preguntó Jaejoong mirando hacia todos lados.


Yoochun ríe.


—Eres mi invitado especial.


Entonces Jaejoong comprendió que Yoochun es el dueño de aquel lugar.


Yoochun sonríe.


—Diviértete. En este lugar está todo permitido, incluso aquello, —dice riendo.


Jaejoong hace una mueca, ya hay parejas entregadas a la pasión, excitando sus necesidades, frotándose, siguiendo el ritmo de la candente música.


Carraspea, ya es blanco de algunas miradas libidinosas. Yoochun sonríe.


—Puedes escoger al que quieras. Recuerdo que solías dejar tu ventana abierta.


Jaejoong respira hondo, luego sonríe.


Yoochun le da un palmotazo.


—Amigo mío, la pasión de un lobo jamás se acaba. No prives a tu cuerpo de una buena revolcada, las penas se pasan mejor. Te lo aseguro. Agudiza tu olfato y sal a cazar.


Donde quiera que voltee, hay alguien mirándolo, invitando con un gesto un trago y algo más cálido en algún hotel de la ciudad. Jaejoong se deja seducir.


En algún momento de la noche.


Yunho llega con su amante.


La presencia del futuro líder acaparó las miradas. Tae sonríe, tomándose del brazo de él. Saluda como si fuera la primera dama. En algún momento, Yunho alza las cejas y mira hacia todos lados; un exquisito aroma llega hasta sus fosas nasales golpeándolo con fuerza. Su corazón se acelera y su lobo interior empezó a despertar con ansiedad. Y solo una persona hace que su mundo se tambalee de esa manera.



CONTINUARÁ.

PLENILUNIO 13

Pacto de Lobos Junsu permanece en silencio, mirando de reojo al hombre que lo ayudó. —Tuviste suerte, muchacho, que yo pasara por esa calle,...