PLENILUNIO (Pacto de Lobos) 2

 

Y aquella tarde de otoño, Yunho admiraba la belleza del valle.

Su padre tiene razón en querer recobrarlo completamente, pensó. Los humanos no saben apreciar la maravillosa naturaleza que está ante sus ojos.

Corrió, adentrándose en el bosque, ignorando a los ciervos y a todos los pequeños animales que suelen ser sus presas favoritas cuando entrenan sus instintos.

Detuvo su carrera al percatarse de que alguien lo seguía. Volteó…

—¡Te dije que te quedaras en tu cuarto!

—¡No permitiré que te lo lleves! Es nuestro amigo, sabes lo mucho que ha sufrido… ¡Solo nos tiene a nosotros! —gritó Junsu.

Yunho respiró profundamente.

—Debe recibir un castigo, lo sabes.

Junsu frunció el ceño.

—Todo por un estúpido vestido de una niña caprichosa…

—Ese no es el punto —replicó Yunho—. Ofendió la hospitalidad de mi padre. Debo llevarlo ante la presencia del líder Soo; él decidirá qué castigo se le aplicará.

—¡No lo permitiré! —gritó nuevamente Junsu—. ¿Dejarás que ese hombre despiadado lo lastime?

Yunho respiró hondo.

—Comprende que no tengo otra opción.

Entonces Jaejoong salió de su escondite.

—No demoremos más. Vamos y afrontemos mi castigo —dijo con total convicción.

Junsu lo abrazó.

—No lo hagas…

Yunho respiró profundamente y tomó a Jaejoong de los hombros.

—Vete lejos.

—¿Eh? Pero…

—¡Vete ahora!

—Por favor, Jaejoong —suplicó Junsu—. Vete.

—Te castigarán en mi lugar —dijo Jaejoong—. No lo permitiré.

Yunho esbozó una sonrisa.

—Soy más fuerte que tú. Lo soportaré.

—¡No soy un cobarde!

—¡No te das cuenta de que aquí nadie te quiere!

Junsu lloraba en silencio, dándole la espalda.

—Vete, Jaejoong. Vete lejos.

Jaejoong dio un paso atrás, luego otro más… y desapareció.

Yunho respiró hondo, mirando el denso follaje por donde desapareció.

—Es mejor así. No llores, Junsu. Cuando todo se calme, regresará. Siempre lo hace.

Junsu se limpió la nariz.

—¿Y ahora qué haremos?

Yunho lo tomó de los hombros.

—Ya comienza a anochecer… Ve a tu cuarto y no salgas.

Luego corrió hacia el valle, subió a una colina y, aunque no lo comprendía, sintió deseos de llorar y aulló a la resplandeciente luna.

Jaejoong, que corría sin mirar atrás, se detuvo de pronto cuando escuchó el aullido de un joven lobo. Respiró profundamente, dejando que los latidos de su corazón hablaran con la voz de los sentimientos.

Hicieron un pacto sin saberlo, entre lobos dormidos aún en su interior. Una promesa que la luna escuchó.

Y…

Más tarde, mientras su espalda desnuda recibía los látigos por parte del líder Soo…

Yunho se prometió: Cumpliré mi deber, a mi manera. Nadie me dirá lo que tengo que hacer. Seré un líder justo, caritativo, también fuerte. Y amaré por sobre todas las cosas.

CONTINUARÁ???