El capitán despertó en la cama del burdel, está confundido...la hermosa mujer no está a su lado pero el aroma de la cortesana permanece en la almohada. Trata de mirar todo a su alrededor. Hace una mueca, supone que la noche fue todo un éxito, pues levantó las sábanas y aún estaba erecto, sonríe. Maldita mujer. Si bien no recuerda con exactitud el coito, si recuerda esa manera endiablada de besar, como sus lenguas se enroscaron en una batalla de salivas y poder...Vuelve a sonreír, los pechos de la cortesana son pequeños...dos pequeños y dulces melocotones. Hace una mueca no recuerda haberlos mordisqueado ni succionado. Había bebido mucho. Se duchó para lograr bajar su incómoda erección. Nunca se había quedado a dormir en el burdel, seguro su "esposa" querrá una buena explicación.
Mientras
Jaejoong sostiene un frasco entre sus manos, solo unas gotas y los caballeros tienen sueños húmedos toda la noche...Respira hondo, aún siente las manos del capitán que lo tocaban sin ningún pudor ni vergüenzas, ansiaba ser tocado más profundamente, es su esposo y lo desea a pesar de todo.
La nana lo saca de sus pensamientos...
-Volverá a verlo esta noche?
Jaejoong esboza una sonrisa-Espero haber dejado una buena impresión...
La nana sonríe-ese hombre babeaba, seguro volverá por más.
Jaejoong respira hondo-Volverá por ella, por la cortesana.
Nana-ese es el plan, no?...que se vuelva loco de pasión por lady Jeyuna y luego usted podrá avergonzarlo ante todos.
Jaejoong la mira-soy capaz de hacer eso?
Nana-no hay vuelta atrás.
Jaejoong respira profundamente, mientras vuelve a mirar el frasco, no hay vuelta atrás.
Mientras el capitán baja las escaleras y abotona su camisa...hace una mueca, esperaba ver a la cortesana, pero solo estaban el muchacho que barre y algunos borrachos apoyados en la barra.
Un camarada le palmotea la espalda, una noche con la cortesana es un sueño hecho realidad.
Al llegar a la casa, es recibido de manera amorosa por su "esposa", ella sabe bien que el capitán visita el burdel, es cuestión de hombres...de todos modos, las cortesanas son objetos de diversión, jamás se involucran sentimientos.
Ella lo besa, quiso ser más apasionada, pero por cuestiones de antojo había comido muchos aliños picantes y su aliento no era de menta.
Luego de descansar algunas horas, y haber soñado con los carnosos labios de la cortesana, el capitán baja a su despacho...llama a Junsu, le había ordenado averiguar el paradero de Jaejoong.
Junsu-el señorito y su nana se fueron de la ciudad, señor...
-Estás seguro...?
-Es lo que me informaron, que el bellísimo señorito Kim y su nana subieron al carruaje con rumbo desconocido.
Yunho hace una mueca-está bien, retírate.
Hace una mueca y murmura "bellísimo"...
Se queda un rato pensando y luego mira un documento en el escritorio, era la demanda de divorcio, de seguro regresó a la mansión, tendrá que viajar al pueblo si quiere conseguir su firma y librarse de una buena vez de ese disparate de matrimonio. De todos modos, las propiedades de Jaejoong han pasado a sus manos, esa era la real estrategia de su padre, quitarle las tierras que consideraba suyas, decía que el señor Kim había adquirido esas tierras de manera fraudulenta. Sonríe de medio lado, no sabe quien es más canalla. Como sea todo acabará en poco tiempo.
Mientras en el burdel la nana saca dos vestidos de los percheros, sonríe, su señorito se ve tan lindo, nunca se había visto ni conocido a una cortesana con tanta gracia y encanto. Las mujeres de sociedad mueren de envidia.
Esa noche...
Lady Jeyuna aplica polvo de arroz en su rostro y usa un labial rojo intenso, el capitán llega al burdel...Heechul sonríe-vaya, vaya, miren quien está en primera fila.
La favorita del capitán se acerca y él no se hace de rogar, un caballero jamás se niega a los placeres ofrecidos tan gentilmente, ríe...ella le ofrece beber de su pecho, baja el escote para que el capitán tenga una mejor visión...Lady Jeyuna está en las escaleras, lo ve tan distraído en el escote de otra. No debe sentir celos. Heechul hace un gesto y la música comienza, de inmediato él desvía la mirada y ya no pudo ver a ninguna otra.
Lady Jeyuna es como un ángel que baja del cielo y el capitán el mortal bendecido con su mirada. Se deja envolver por ese baile sutil y erótico, sus caderas ondulantes y un coqueto aro en su ombligo, poco a poco cada capa de la falda van cayendo...Los caballeros están a punto de cazar a tan apetitosa presa, pero el capitán no los dejará...decidió ser el único que pruebe esa fruta prohibida.
Cuando la música acaba, la bella cortesana sonríe a los caballeros, entabla alguna conversación, ríe, su risa es un canto sublime...su coqueto abanico deja ver solo las luces de sus ojos, el capitán la mira ignorando los infructuosos coqueteos de la que fue su favorita.
Un hombre la toma del brazo, fue brusco en su trato y lenguaje, (Jaejoong se molestò), la cortesana lo rechaza y el sujeto insiste...Momento en que el capitán, reclama lo que proclamó como suyo, empuño sus manos y el otro hombre fue a dar al otro lado de la barra. Heechul ríe.
Pero Jaejoong sigue enamorado. El amor suele ser maravilloso, pero también puede ser la más dolorosa daga incrustada en el corazón.
Ambos suben a una de las habitaciones.
Lady Jeyuna, la bella cortesana, se muestra segura de si misma...ese aire de superioridad hace que al capitán le entren más deseos de doblegarla. Ella sirve dos copas de licor, pero èl quiere estar sobrio...Ella insiste, bebe un poco para besarlo, la mezcla de sus bocas es un afrodisíaco extra. Permanecen así un buen rato, saboreándose, sus lenguas luchando por ser el ganador. Ella se aparta y sonríe...Él se tumba en la cama, mirando el baile que ella preparó especialmente para él. Descubre un hombro, luego el otro...Un molesto corsé evita ver esos jugosos melocotones, que él ansía succionar.
Se levanta y la toma de la nuca, la vuelve a besar, quiere doblegarla...que se arrodille y gatee como una gatita. Pero Lady Jeyuna no es como las otras cortesanas, y él lo sabe.
Jaejoong quiere que ninguna otra pueda atraer la atención del capitán. Entonces desata los nudos de los cordones que atan el pantalón del capitán...este sonríe de medio lado. Se deja acariciar.
La bella Jeyuna mete la mano dentro del pantalón y sintió el pene caliente, del capitán Jung, suave como seda. Agarró su eje y lo masajeó hasta que escuchó un ronco gemido...La mirada del capitán se oscureció de tanto placer.
Advierte-me correré en tu mano.
La besó y gimió sobre los labios de ella.
La complaciente cortesana cayó de rodillas, también el pantalón de Yunho. Lo recibe en su boca, lame y succiona. El capitán está gimiendo.
Jaejoong, sintió como un orgasmo se precipita a través de su garganta hasta su miembro, se traga todo la esencia que el capitán expulsa de manera descontrolada, sonríe y limpia las comisuras de sus labios, él la besa, un beso mezclado de saliva y semen. Tanta suciedad los excita más.
-Endemoniada, mira que bien usas esa boca.
Lady Jeyuna, muerde sus labios, y finge inocencia...Lo hace beber de una copa, la cual ya contenía las gotas mágicas. El capitán la toma de la cintura y tumba en la cama, se monta sobre ella, alza sus brazos por sobre la cabeza y comienza a besarla de manera ruda y desesperada...Besó los pequeños pechos que se forman con ayuda del corsé...Está entregado al deseo.
Su mano comenzó a buscar, a palpar...quería sentir la calentura de los muslos de la cortesana, ella hábilmente lo aparta.
La mira moverse cadenciosamente, mueve las caderas mientras él se prepara, tocando su miembro...pero teme tocarse demasiado, podría correrse con tan solo mirarla.
Cuando siente sus párpados pesados, el capitán Yunho se miró en los ojos de la cortesana y muy interiormente Jaejoong quiso ser visto y reconocido, que el deseo del capitán fuera por él y no por la mujer que finge ser. Cae dormido sobre su cuerpo. Con algo de dificultad se lo quitó de encima, lo ve dormir, lo recorre con la mirada, sus manos lo tocan y acarician...quisiera volver a lamerlo, su miembro aún sigue despierto y húmedo.
Esta situación se repitió por algunos días, la venganza parecía lejana, la necesidad de Jaejoong iba en aumento, se supone dice la nana, que es el capitán quien añore a la cortesana y no al revés.
A la vez, el capitán no deja de pensar en la bella Jeyuna, tanto su deseo como su frustración van en aumento, no recuerda haber consumado el acto nuevamente, tampoco estaba borracho...Alza una ceja, ocurre algo extraño y lo averiguará. Jung Yunho no es un hombre al que se pueda engañar por mucho tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario