lunes, 12 de octubre de 2020

PASIÓN PECAMINOSA 4

 


Yunho siente sus párpados pesados, hay demasiada luz, con su brazo hace sombra sobre sus ojos.

—Quien eres…un ángel?

El muchacho cubierto por una túnica blanca, sonríe.  Yunho siente que cada poro de su piel expende fuego, un fuego que lo abraza y quema, pero no con llamas…es algo más placentero y peligroso que calienta su interior. Pudo sentir que algo dentro de él está despertando, como una semilla que hace tiempo esperaba ser despertada.

Sintió la inexplicable esencia de todo su ser.

Cerró los ojos, tanto placer es abrumador, y al volver a abrirlos, estaba en una de las camillas, habilitadas para los soldados heridos. Cuando tuvo conciencia del lugar en el que estaba, se incorpora, con su brazo hace sombra sobre sus ojos, aún le parece ver una luz cegadora.

Está confundido.

Te encontré  desmayado entre los escombros, dice Changmin, sonríe con algo de burla, olías a perfume, no sé si de flores o frutos del bosque (ríe)…supongo que estuviste con alguna señorita de alcurnia ya que las cortesanas no suelen usar perfumes tan finos, alza una ceja, no te hagas el desmemoriado, dime con quien estuviste…No me digas que está casada, su marido los descubrió, te dio una paliza y te dejó allí tirado…Aunque no tienes huellas de haber sido golpeado, ningún moretón.

Deja de hablar tantas tonterías…

Entonces, dime,  que sucedió.

No lo recuerdo…

Nada?

Yunho masajea su sien—Seguro bebí algo que no debía.

Eso suena lógico, tienes muchos enemigos, novios y esposos celosos, dijo Changmin,

Yunho apoyó su cabeza en la dura almohada y trató de recordar, pero nada vino a su mente.

 

 

Mientras en el interior del monasterio…en las habitaciones o celdas de los novicios.

Jaejoong extiende sus brazos como si fueran alas desplegadas y danza. Los monjes que lo vigilan a diario, sonríen y poco a poco esa sonrisa se va convirtiendo en una típica risa de los que pierden la razón.

El resto de ese día, el capitán Yunho estuvo descansando,  puede escuchar los rezos de los monjes que al parecer lo hacen a propósito,  hace muecas…pero cuando escuchó una voz que entonaba un salmo, se quedó sereno…incluso sus pensamientos se desvanecieron y todo su ser era parte de esa melodía. Cayó en un profundo sueño., donde las imágenes, canciones ancestrales e incluso aromas se confunden en un todo.

Necesitaba pensar, recordar la noche pasada…pero no recuerda haber estado en el bar, ni en el burdel…no recuerda haber estado con alguna doncella o cortesana. Respiró profundamente, son efectos de una guerra que ya ha durado demasiado., seguro, cuando vuelva a sus tierras todo mejorará y quizás siente cabeza y le proponga matrimonio a una doncella virgen. El resto de la tarde estuvo de buen humor. No perdió oportunidad para molestar a los  sacerdotes, quienes le repiten que será excomulgado. El capitán Yunho monta su brioso caballo y recorre el perímetro. Nunca se sabe, tal vez algún enemigo tenga en mente atacar el monasterio. Pero nada sucede, ninguna amenaza del contrario, tal vez sean más inteligentes, se dice. Y quizás el peligro esté dentro de esos muros. Mueve la cabeza en  negación,   son muchas palabras e ideas irracionales…definitivamente esta guerra ha durado mucho tiempo.

Los soldados que poco a poco recobran sus fuerzas y salud, escriben cartas a sus amadas…Changmin hace una mueca—No sé a quién escribir, es que las amo a todas.

Yunho sonríe, luego se queda pensativo mientras gira la pluma entre sus dedos, a quien dedicarle palabras que broten de su corazón, no está enamorado, ni siquiera ilusionado…siempre ha sido un hombre que se deja llevar por sus impulsos y deseos viriles.

Amor, enamoramiento…enamorado, son palabras que poco a poco se van interiorizando en su mente y corazón. Amor, pasión…tentación, un triunvirato perfecto.

Ya pasaba de la media noche cuando, Yunho, despertó y creyó escuchar una voz que lo llamaba, se levanta,  caminó hacia las ruinas., a cada paso el suelo seco y requebradizo se va transformando en una tierna y blanda alfombra de tréboles. Escuchó risas de niños, y caminó un poco más, se quedó quieto cuando se vio a si mismo sentado en el tierno pasto junto a otro niño. En ese momento alguien estaba a su lado, quiso ver quien era, pero, nuevamente una luz lo encegueció.

Al otro día no recordó nada, su alma está inquieta y ese desasosiego crece cada vez más. En esos momentos de angustia deseaba estar en el campo de batalla. No puede lidiar con lo invisible, y con lo que no comprende ni puede recordar.

Así mismo las danzas de Jaejoong se vuelven más frenéticas., al punto de apagar todos los candelabros de la capilla con una violenta ráfaga de viento que pudo abrir todas las puertas y ventanas.

Los sacerdotes se persignan, es clara señal que el demonio está cerca.

 

Hay rumores que hablan de una pronta tregua y cese al fuego…Los sacerdotes son los más felices, pronto los pecadores se marcharán.  El capitán Yunho espera la orden de su superior y así poder marcharse, aunque su corazón mantiene una guerra entre los sueños y la realidad. Volvió cada noche al mismo lugar y al amanecer nada recuerda, solo una sensación placentera de lujuria total que ninguna cortesana puede aplacar.

 

Los novicios siguen con sus clases de teología, como siempre Jaejoong permanece disperso mirando los vitrales, ángeles pisando cabezas de serpientes, la misma serpiente enrollando una manzana, seduciendo a los hombres y mujeres.

Tentaciones, cuerpos semidesnudos, belleza masculina…la fruta prohibida, todo, todo hace que sienta cosquilleos pecaminosamente placenteros.  Qué es placer?  Sonríe de medio lado, tentación y placer…es aquel hombre que acude a ver cada noche, tentándolo y llevándolo al límite de la locura.

Una gota de sudor corre por su cuello,  traga saliva, está sediento…Los sacerdotes, monjes y soldados sienten ese mismo calor.

Cae la noche y es  preciso calmar esa sed de cualquier manera posible. Algunos oraron hasta el amanecer…otros cedían a la tentación entrando a las celdas de otros sacerdotes o monjes. Ya era un rumor creciente que algunos de ellos son amantes desde hace mucho. En la noche se aman se dejan atrapar por la libidinosa tentación y por el día hacen acto de penitencia., muchas veces en forma de castigos físicos.

 

Yunho busca un arroyo en las cercanías del monasterio…acudía a ese lugar cuando era niño, espinas rodean el lugar,  muchas veces dejaron cicatrices en sus brazos y piernas, las cuales desaparecían de forma inmediata. Para quienes logran atravesar ese muro de espinas, es un lugar mágico, es realmente bello. Los sacerdotes dicen que antes de traspasar las puertas celestiales, es preciso traspasar un camino de espinas. Seguro ellos no podrán.

Además nadie puede saber, cual es el lugar exacto, donde comienza el cielo y  termina el infierno.

Se desnudó y zambulló en las claras aguas que lo reciben gustosas. Nadaba por debajo, viendo un mundo de piedrecillas de  colores, microorganismos, todo un jardín submarino. Escuchó un canto, un murmullo y miró hacia la superficie, necesitaba respirar…fue cuando lo vio a un costado, sentado en una roca…era un novicio, con sotana blanca y una capucha que ocultaba  su rostro, pero…pudo ver su sonrisa, diabólicamente tentadora. Nadó hasta  la orilla y entre más se acerca, sea quien sea se aleja con tan solo un parpadeo.

—¡Oye!

Lo llama, pero ya no puede verlo…se detuvo, escuchó los rumores del viento (susurros que el aire lleva hasta sus oídos)  la danza del agua y la tierra germinar bajo sus pies.

Escuchó un chapuzón, volvió la mirada hacia el arroyo…vio la túnica blanca sobre las rocas. Las aguas abrazando, acariciando el cuerpo níveo y perfecto del ángel, chispas, gotas de agua que parecen iluminar la oscura noche…su sexo descubierto. Y el  deseo se encendió como  fuego.

La belleza, encanto y pasión  es tan abrumante que su mente  no logra recordar.

 

 

“Siento el calor de toda tu piel en mi cuerpo otra vez, estrella fuga  enciende mi sed. Misterioso. Con tu amor sensual, cuanto me das, has que mi sueño sea una verdad…Dame tu alma hoy, haz el ritual,  llévame al mundo donde pueda soñar…”

 


CONTINUARÁ...?


(Queridas lectoras, de ustedes depende si esta historia sigue)

3 comentarios:

  1. No es caer en la tentación, es zambullirse en ella. Es que la descripción que hacés de Jae es fascinante, un ángel del deseo. Me encantó el capítulo, gracias!!!

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  2. De nuevo woow
    Fenomenal , me encanta
    Tanta pasión , tanto suspenso
    Gracias
    N.e: jj es un ángel o un demonio?

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