Al otro día
Jaejoong en mi puerta, sujetaba el atrapa sueños con la punta de sus uñas…mantenía el ceño fruncido…
—Jung Yunho que significa esto…
Yo trago saliva y respiro hondo, ese ángel en frente de mi puede ser un verdadero demonio cuando se enoja.
—No sé (balbuceo) por qué lo tienes tú?
Estaba al lado del tarro de basura, dice sin dejar de fruncir sus hermosas cejas.
Yo alzo una ceja como adivinando lo sucedido—Seguro fue la señora que viene a hacer el aseo.
Ninguna señora viene a hacer el aseo, Jung Yunho.
No?
Simplemente debiste decirme que no te gustaba, simple.
No te molestes, te saldrán arrugas (quise bromear)
Él rueda los ojos y finge sollozar—En cambio yo, conservo todos los obsequios que me has regalado.
Yo respiro hondo—Lo siento, Jaejoong, no quise tirarlo…simplemente estaba pasando por un momento malo, eso es todo.
Soy tu amigo, si tienes un mal momento puedes decirme, para eso son los amigos no?
(Pestañea)
Yo niego con la cabeza y sonrío, sabes que soy algo exagerado cuando mueven mis cosas y me desquité con eso (indico el atrapa sueños)
Él me mira y luego sonríe, me toma de la mano y me llevó a una tienda para que le comprara una camiseta, dijo que es el castigo por romper su corazón. Si supiera que mi corazón está lleno de parches por su culpa.
Estamos en la tienda, yo no sé si lo hace a propósito…me agarró de la mano y entramos juntos al probador…se supone que solo quería una camiseta, pero también escogió unos vaqueros desteñidos y rotos en las rodillas. Yo volteo, él ríe—Desde cuándo tan pudoroso, recuerdo que desde niños nos bañábamos juntos.
Lo miró y sonrió—Sucede que soy más proporcionado que tú.
Él me mira, se acerca y toma mi mano—Quieres ver?
Yo me atraganto…
—Estoy seguro de mí mismo, además, tengo lo justo para dar felicidad.
Yo sigo atorado.
Su mirada recorrió mi entrepierna—Lo que sobra, está demás.
Está bien, lo admito…ganaste otra vez, le digo.
Ahora él ríe con satisfacción—Lo sé.
Pero la tortura continúa…
Se probó la camiseta, demasiado escotada para mi gusto…puedo ver sus tetillas asomándose., tengo la boca seca, soy un hombre sediento en pleno desierto.
No lo soporté más, lo agarré de la cintura…me miró yo lo miré…lame sus labios y yo lo besé sin perder un segundo más, con desesperación, me correspondió…es más profundizó el beso y su lengua se perdió dentro de mi boca. Le quite la camiseta y me detuve mordisqueando y succionando sus tetillas.
Yunho, Yunho…¡Yunho!
Eh?
Estás soñando despierto, estás babeando, que te pasa? Tienes fiebre? (pregunta tocando mi frente) Vamos te invito a tomar un refresco.
Refresco? Eso es para niños, le digo.
Te comportas como un niño, entonces te trataré como uno.
Diablos, pienso…siempre fantaseo con Jaejoong, pero en la soledad de mi cuarto, a oscuras…No en pleno día en un centro comercial, menos con él presente.
Fue cuando escuché una desagradable voz, Henney que puso sus manos sobre los ojos de mi Jaejoong—Dime, quien soy…
Jaejoong sonríe y toca sus manos, comienzan un jueguito odioso, yo carraspeo. Podría darme un ataque de tos y a ellos no importarles, se besan…en frente mío…se besan.
Jaejoong se retira—No estamos solos…
Henney me mira—Estás aquí, no te vi.
Jaejoong le da un pequeño golpe en el brazo—No seas malo.
Yo solo bromeaba, dice, dándome un golpe en la espalda que casi me hace tragar la boca de la botella.
El idiota tomó de la mano a mi Jaejoong, dijo que tenía algo que mostrarle, salimos a la calle, yo camino detrás sin muchas ánimos, mientras el tarado trata de agarrar su pequeño y lindo trasero, quiero patearlo.
Y la tal sorpresa, no es nada más ni nada menos que un auto deportivo del año. De esos autos que son mucha carcasa y solo dos asientos. Supongo que el dueño es igual.
Los ojos de Jaejoong parecen bailar, toca la carrocería…
Oye, le dice el patán de Henney—Guarda tus caricias para el piloto., o sea, yo.
Creo que vomitaré el refresco.
Qué opinas, Jung…me pregunta…el idiota de su novio.
Yo que estoy medio celoso—Está bien, ya que a Jaejoong le gusta lo pequeño.
Creo que tu sentido de la orientación está mal, amigo.
No soy tu amigo, quise decirle…
Jaejoong se acerca a mí y me habla bajito—Te sientes bien?
Mejor que nunca le dije y me marché.
Ya sé, actué como un idiota…pero no existe un manual de instrucciones de cómo comportarse, cuando el amor de tu vida, tiene a otro que si es el amor de su vida.
Ah pecao, qué tortura, pobre Yunho... Muy feo que me haga gracia, también, es que verlo en ese estado... Me gusta mucho, gracias!!! Cuidate mucho!!!
ResponderEliminar