EL HOMBRE DE MIS SUEÑOS 3

Jaejoong alza las cejas, que tanto habla su madre con el ahora criador de caballos, algo traman. La curiosidad pudo más e irrumpió en el despacho, simulando no saber que estaban allí...

—Oh madre, estas aquí...(mira a Yunho) quiso ser indiferente y decir algo que lo molestara, pero no adivinó que su cuerpo se pondría rígido ante la mirada de él. A su vez, Yunho maldice interiormente, recuerda ese abrazo que el señorito le dio en agradecimiento, y su cuerpo reacciona, con tan solo una mirada del desvergonzado Jaejoong, aunque sea solo un desprecio.
Su madre sonríe—Que bueno que estás aquí, el doctor vendrá a revisar tu tobillo.
Jaejoong hace una mueca, da un paso de baile—Mira estoy bien (sonríe) dando giros, en uno de esos giros casi cae, y por supuesto que Yunho está siempre atento a no dejarlo caer.
Ambos carraspean, cuando por un segundo se miraron a los ojos.

Mamá, dice, necesito hablar contigo...en privado...dice de una manera poco educada mirando a Yunho, este hace una reverencia y sale del despacho. La señora Kim rueda los ojos—Por qué eres así, ese muchacho vale su peso en oro, lástima que, bueno, tu primo tiene mucha suerte.
Jaejoong hace una mueca, y decidió no pensar más al respecto.

La señora Kim—Que es eso que tienes que decir.
—No dejaré que se lleven a mi caballo (recalca el "mi") si es necesario hablaré con el tal conde.
La señora Kim, respira hondo—Querido, este...el conde Shim se lo obsequió a Yunho y a Junsu como regalo de bodas.
...
La ceja de Jaejoong tirita y la vena de su garganta palpita...No puede ser, dijo en voz baja. Mira a su madre—No entiendo, por qué ellos y no yo.
—No seas caprichoso, jovencito.

La señora Kim se acerca pero Jaejoong sale del despacho, afuera está Yunho y Junsu, paso por el lado de ellos, pero no los mira, tampoco respondió al llamado de su primo.
Necesitaba estar solo y gritar...llorar.

Luego ya noche, caminó hacia el establo, se quedó mirando al bello animal...
—No estará pensando en cometer otro desatino...
Jaejoong voltea, hace una mueca, luego siguió mirando al caballo.
Yunho se sienta a su lado.
—Entonces que harás con el caballo, pretendes pasear a mi primo en él?, Junsu le teme a todos los animales, incluso a los gatos.
Yunho sonríe—Lo usaré como semental, pretendo tener el mayor Haras de la región.
Jaejoong hace una mueca—Pues felicitaciones. (mira a Yunho) te lo llevarás?
—Pues eso hacen las parejas de recién casados.
—Me refiero al caballo. Lo que hagas con  mi primo no me importa.
...
Yunho esbozó una sonrisa—Pues por un tiempo lo dejaré en este establo, ya sabes, el salario de un simple cochero no es mucho, y recién estoy emprendiendo esto de criador de caballos, pero me irá bien, con la ayuda de mi esposo lo lograré.
Jaejoong muerde sus labios, quisiera golpearlo, también a Junsu. Vuelve a mirar al caballo—Realmente quiero montarlo.
Yunho—Ni lo piense señorito, no lo permitiré.
—Por qué no...
—Es un animal temperamental, no cualquiera puede montarlo.
—¡No soy cualquiera! y ¡Quien te crees para decir lo que puedo o no puedo hacer! ¡Eres grosero! ¡Arrogante!
—No soy yo quien está gritando.
...
—Por qué el conde te obsequiaría algo tan valioso a ti...
Yunho ríe, lo cual irrita más a Jaejoong.

Luego

La señora Kim alza las cejas ante los reclamos de su hijo, exige que  despida a Yunho.
—No puedo despedirlo, por dios hijo, no te entiendo, Yunho es un muchacho educado, talentoso, inteligente, y tan guapo. No lo despediré ante un absurdo  capricho.
Jaejoong hace muecas—No dejará que monte a su precioso caballo., dice que no soy adecuado, ¡que se cree!.

Yo pensaba que Yunho te agradaba, lo vi cuando regresaste, no creas que no me di cuenta, lo miraste hasta que llegamos a la mansión...pero...
Él miró a Junsu, terminó la frase Jaejoong. Luego carraspea—Pues te equivocas. No lo soporto, por favor, despídelo.
No lo haré, además llegó aquí muy bien recomendado.
—Me importa un pepino si lo recomendó el mismísimo emperador.

Su madre alza una ceja—Deja de actuar como un niño malcriado, ese caballo, está en las mejores manos. Además ya fue obsequiado.
Jaejoong subió a su habitación, iba maldiciendo a diestra y siniestra—¡Maldito arrogante!

Mientras

Mi primo está insoportable, su ambición lo está volviendo loco, siempre queriendo ser el centro de atención...esta tarde me gritó.
Yunho alza las cejas—No hagas caso, sabes bien y tu mismo me lo has dicho, el señorito Jaejoong es un arribista, esperemos que pronto encuentre a un noble y se calme.
Junsu hace una mueca—Él siempre quiere más, no le basta...
Yunho respira profundamente—Tengo suerte de tenerte a ti
Junsu lo abraza...

Jaejoong los ve, cuando va saliendo de la mansión.  Pasa sin mirarlos, pero su primo le habla—Por favor, mañana iré a comprar mi vestuario para la reunión con la señora condesa, primo, me ayudas a escogerlo...?
Jaejoong mira a Junsu, rueda los ojos y siguió caminando.
Yunho respira hondo—Por qué hiciste eso.
Junsu—Y que hice, está mal lo que dije?
Yunho—Este, tu primo recibió una invitación al baile?
Junsu alza una ceja—No que yo sepa, por qué?
Solo preguntaba.
Changmin hace una mueca—Yo mismo envié la invitación, no entiendo entonces que no la haya recibido.
Yunho hace una mueca—Seguro es otra de sus actuaciones. Le gusta ser el centro de atención.
Changmin alza las cejas—Tiene tu atención.
Yunho frunce el ceño—Por supuesto que no.

Donde vas, preguntó Changmin, Yunho respondió que al establo, quiere concentrarse en su proyecto y no pensar en señoritos caprichosos. Changmin sonríe.
Bueno, bueno, dice, iré a dormir en mi formidable cama en la mansión, mientras tú te quedas en este establo. Ríe.

Dos días después...

Por la noche, Jaejoong desde su habitación ve salir a Yunho y Junsu, van al tan esperado evento con la condesa, hace una mueca y se tumba en la cama. Como no puede dormir decide ir a las caballerizas, tendrá paciencia y conquistará al indomable semental, con terrones de azúcar.

Mientras tanto

Como era de esperar la atención se centra en la condesa y en todo su lujo...en pocas semanas hizo de una casona, un pequeño palacio. Todos están admirados. Ella al parecer tiene mucha cercanía con el apuesto Yunho, también el conde Shim más de un suspiro a provocado. Junsu está feliz, su sonrisa contagiosa, hace sonreír a un caballero que viene llegando del extranjero.
Junsu mira a Yunho quien en reiteradas ocasiones mira hacia la puerta de entrada—Buscas a alguien?
Yunho sonríe—A quien podría buscar, estás a mi lado.
Junsu sonríe.

Luego en algún momento, cuando al condesa habla con Junsu...Yunho se aparta con Shim.
Seguro le mandaste la invitación?, ya debería haber llegado.
Changmin rueda los ojos—Si tanto te interesa el señorito, deja esta falsa, es tiempo de cancelar la boda.
Yunho alza una ceja—Y dejar escapar a Junsu, él que es tan sincero por un capricho...? Ni lo pienses, ya pasará.

Changmin alza una ceja, sabe bien que su amigo no es caprichos ni asuntos vanos. Pero no entiendo como se comprometió con un muchacho al que no ama como hombre.

Ya de regreso, Junsu ríe constantemente, había bebido más de la cuenta...por lo cual Yunho tuvo que sostenerlo y llevarlo a la habitación...Junsu que se aferraba con los brazos al cuello de Yunho, casi sofocándolo, cayeron juntos a la cama, ríen...Debo irme ahora, dice Yunho, alguien puede venir y yo...Junsu lo interrumpe—Mi tía no está y mi primo seguro está con algún amante.

Dicha esas palabras, quemaron tan profundamente a Yunho que se desabrochó la camisa y besó con pasión a Junsu...entre las caricias y jadeos la almohada cayó y con ella la invitación dirigida a Jaejoong que Junsu escondió.

Que es esto, pregunta Yunho sosteniendo la invitación, Junsu balbucea...al final no pudo explicar y Yunho salió de la habitación. En ese momento Jaejoong había llegado y lo ve bajando las escalas y abotonándose la camiza. Yunho se quedó quieto antes de bajar el último escalón.
Yo puedo explicarle, dice buscando la mirada de Jaejoong, este esboza una sonrisa—No le pido explicaciones, lo que haga con mi primo es solo asunto de ustedes.
No es lo que está pensado, insiste.

Jaejoong sube un escalón—Usted nunca sabrá lo que estoy pensando.

Yunho hace una mueca. No quiso comentar el asunto de la invitación. Luego se fue a la cabaña, cuando el sueño ya lo vencía, escucho ruidos y susurros, arruga el ceño...no puede ser posible, seguro el señorito está con algún amante en el establo. Escucha su voz, si es su voz, utiliza un tono meloso...
—Te gusta?, eso pensé...que travieso y glotón, quieres más?...

Yunho que acostumbraba dormir desnudo apenas abotonó la camisa y caminó sigiloso hasta el establo, lo que faltaba...los descubrirá y los humillará...pero antes, golpeará al amante de turno (es lo que piensa), siente tanta rabia. Entonces abrió la puerta bruscamente...se quedó boquiabierto. No hay amantes a quien golpear, solo Jaejoong mimando al semental con un terrón de azúcar, Yunho lo mira de la cabeza a los pies, vestía un ceñido pantalón de montar y botas, ni siquiera se había dado cuenta de su presencia, ya que trataba de conquistar al animal.
Yunho respira hondo, pensar en el señorito tendido en la pila de paja con algún amante, lo había enloquecido. Desvió ese pensamiento, por supuesto que no fueron celos, más bien está molesto por la irresponsabilidad del señorito que insiste en montar al semental. (se obliga a pensar y creer) Respira profundamente, Jaejoong no puede alterar sus emociones de la manera en que lo hace.
—Que hace a esta hora aquí, señorito.
Jaejoong no se inmutó, acaricio al caballo y giró lentamente...carraspeo para no suspirar, Yunho está a medio vestir, la camisa dejaba ver sus pectorales bronceados. Cuando  él se acerca, los botones terminaron por desabrocharse...por lo cual Jaejoong pudo ver su abdomen,  y ese camino de vellos por debajo del ombligo. El señorito miró esa parte intima y privada de la anatomía del ahora domador de caballos. Yunho mantiene la respiración.
Suelo dormir desnudo, por suerte aun no me quitaba el pantalón, que hace aquí señorito y a esta hora. Acaso me estaba buscando con el pretexto del caballo?
Jaejoong sintió que sus mejillas arden, de alguna manera lo dicho por Yunho tiene mucho de razón. Quiso escapar, caminó hacia la puerta pero Yunho no lo dejó pasar. Lo tomó del brazo y acorraló contra una de las murallas, y sin decir nada...lo besó.

Luego...

Por qué, por qué lo hizo, preguntó Jaejoong casi en un suspiro...Yunho responde—Solo quise cerciorarme cuan fácil es.
...
El señorito salió de las caballerizas, mientras Yunho aún soba su mandíbula, donde minutos antes, Jaejoong le propinó una bien dada cachetada.

Pero bien que lo valió, dice, sonriendo.




CONTINUARÁ...?